viernes, 16 de mayo de 2025

Iglesia y Cripta de la Transfiguración, Cracovia, Polonia.





Representación del Santo Sepulcro.

Representación del Santo Sepulcro.

Representación del Santo Sepulcro.

Iglesia de la Transfiguración del Señor (Kościół Przemienienia Pańskiego), Cracovia

Historia

La historia oficial del Colegio Piarista y su iglesia en Cracovia se remonta al siglo XVII. “La benevolencia con la que el rey Juan II Casimiro mostró hacia los Piaristas fue el impulso para emprender la fundación de un colegio en Cracovia. El privilegio real de 1654 dio su consentimiento a esta iniciativa. El privilegio permitió a los Piaristas comprar propiedades y un terreno en Cracovia, eximiendo esas adquisiciones de todo impuesto. El rey informó de este privilegio al Concejo de la ciudad, instruyéndolo para que no entorpeciera esta obra”.

Posteriormente, los Piaristas solicitaron permiso al obispo de Cracovia para establecerse en la ciudad, lo cual demoró su llegada. Finalmente, hacia 1673 compraron y adaptaron dos casas entre la Puerta de San Florián y la calle Sławkowska. La oposición al nuevo convento fue muy fuerte: “la entrada de los Piaristas en Cracovia provocó tal estallido de hostilidad que casi se produjeron disturbios. La oposición fue potente —desde los descendientes de Czarnocki, antiguo dueño de la casa, hasta el obispo Trzebicki, que amenazó con excomunión—. Durante el conflicto el obispo prohibió a los Piaristas vivir en Cracovia, celebrar misa dentro o fuera de la ciudad, y ordenó al clero que les negara acceso a iglesias y capillas, alegando que la nueva fundación empobrecería al clero cracoviano y aumentaría las cargas fiscales sobre la población más pobre”.

 Tras esta controversia, la intervención del nuncio papal y del príncipe Lubomirski logró revertir la situación. En 1682 el obispo Małachowski finalmente permitió la apertura de una capilla doméstica dedicada a la Transfiguración del Señor en el convento.

En el siglo XVIII la comunidad piarista prosperó. “Inicialmente los jóvenes Piaristas se formaron en varios seminarios conventuales de Cracovia. En 1724/25 se fundó en Cracovia el estudio teológico piarista, que tras la reforma del P. Stanislao Konarski alcanzó un alto nivel académico”. Sin embargo, en 1783 el decreto imperial austriaco suprimió temporalmente estos estudios. Ya en 1799 se reanudó la enseñanza, pero en 1815 el estudio fue trasladado a Varsovia, y el colegio de Cracovia quedó destinado a residencia de profesores eméritos. Aun así, “tras la clausura de las órdenes religiosas en Polonia en 1864, los edificios del convento pasaron a administración municipal”.

Durante la ocupación austriaca y la Primera República Polaca hubo períodos difíciles. En 1866-1867 el templo superior fue usado como depósito militar, y tras recuperarlo, el P. Adam Słotwiński (rector) rompió la unión con la provincia checa de los Piaristas (1878) y promovió la reconstrucción del colegio, entonces muy deteriorado. Gracias a sus gestiones se reunieron fondos suficientes. Al oeste de la iglesia, en tan solo un año (1880) se levantó un amplio convicto piarista según proyecto de Stefan Żołdani, con una fachada neobarroca hacia la calle Sławkowska. Al mismo tiempo, se conservó parte del antiguo ala sur de 1673 (hacia la calle Pijarska) y el portal barroco, quizá obra de Francesco Placidi. Una parte oriental del antiguo convento fue adquirida en 1875 por el príncipe Czartoryski y se convirtió en el Museo Czartoryski. El colegio siguió reformándose en años posteriores (por ejemplo entre 1927 y 1933).

En el período de entreguerras el convento cobró nuevamente importancia: en 1932 se trasladó a Pijarska la sede de la Provincia piarista, que había estado en Rakowice. Durante la Segunda Guerra Mundial, este colegio fue prácticamente el único activo en Cracovia (los Piaristas de Rakowice fueron desplazados por el ejército). Durante un tiempo funcionó aquí también una escuela primaria. Después de la guerra, el colegio mantuvo funciones administrativas piaristas (archivo, sede provincial) y se realizaron varias restauraciones. En 1986 el P. Stanislao Kania fundó en el edificio la primera asociación no gubernamental del distrito, un centro socioeducativo para niños (activó hasta 2018).

Fechas clave:

  • 1642: Los Piaristas llegan a Polonia provenientes de Moravia.
  • 1654: El rey Juan II Casimiro concede a los Piaristas permiso real para comprar terrenos en Cracovia.
  • 1673: En Cracovia se habilitan, mediante donación, las primeras casas piaristas entre la Puerta de Florián y la calle Sławkowska.
  • 1682: Permiso episcopal para abrir la capilla doméstica de la Transfiguración en el convento.
  • 1724–1725: Fundación del estudio teológico piarista en Cracovia.
  • 1733: Consagración de la Capilla de los Santos Escalones (en la cripta).
  • 1783: Decreto imperial austriaco suprime temporalmente los estudios religiosos piaristas.
  • 1799: Se restablecen los estudios piaristas tras la partición gallega (décima de la provincia).
  • 1864: Tras la supresión de las órdenes en Polonia, el colegio piarista pasa a la administración municipal.
  • 1880: Construcción del nuevo edificio del colegio (convicto) obra de Stefan Żołdani.
  • 1927–1933: Importantes renovaciones arquitectónicas del colegio y la iglesia.
  • 1932: La sede de la Provincia piarista de Polonia se traslada a Pijarska 2, Cracovia.
  • 1986: Fundación de una ONG pedagógica en el edificio de Pijarska 2 (durante las décadas siguientes).
  • 2018–2019: Restauración exhaustiva de los frescos barrocos en la cripta, descubriéndose originales del siglo XVIII de Andrzej Radwański.

Además de estos hitos, cabe destacar una leyenda barroca relacionada con el arquitecto inicial, Kacper Bażanka (Czapiński). Según la tradición, Bażanka cayó enfermo de epilepsia y, en un viaje invernal hacia Cracovia, perdió el conocimiento, cayó de su trineo y murió congelado antes de ser encontrado. Esta muerte repentina interrumpió sus obras, de modo que el prolífico Francesco Placidi completó la fachada décadas más tarde.

Arquitectura

La iglesia oficialmente es descrita como “una iglesia de estilo barroco tardío (en realidad rococó), única en Polonia, con excepcionales pinturas murales ilusionistas. Es además una construcción de historia interesante, asociada con los nombres de muchas personalidades distinguidas”. Fue proyectada inicialmente por Kacper Bażanka, autor también de la iglesia de los Misioneros en Stradom y del retablo de la Anunciación en Santa María de Cracovia. Como nota curiosa, el sitio oficial relata su trágica muerte: “Desgraciadamente sus súbitas muertes interrumpió los trabajos; según la leyenda, el artista, enfermo de epilepsia, perdió el conocimiento mientras viajaba en invierno, cayó del trineo y murió congelado antes de ser encontrado”.

La fachada monumental fue realizada por Francesco Placidi en 1759–1761. Según fuentes de turismo local, Placidi añadió a la fachada original “una planta adicional a modo de poliforio con una pequeña cúpula-mirador que se eleva por encima del tejado” para aligerar y engrandecer la perspectiva de la calle Saint John hacia el norte. El resultado es una fachada barroca de tres niveles, rematada por un frontón calado tipo campanario que sobrepasa el alero del edificio. Sobre el portal barroco aparece un relieve de mármol con el busto del P. Stanislao Konarski (patriarca de los Piaristas polacos y coautor de la Constitución de Mayo), que también se encuentra como estatua ante la fachada principal.

El interior responde a un modelo jesuítico: planta rectangular con una sola nave central y capillas laterales abiertas a ella, reminiscente del Il Gesù romano. Toda la decoración interna es exuberantemente barroca: “el interior representa el lujo característico del barroco tardío y el uso de efectos lumínicos. Una cornisa saliente recorre todo el interior bajo las ventanas, unificando espacialmente la nave y el presbiterio”. Asimismo, hay seis capillas (tres a cada lado de la nave) con sus respectivos altares. A primera vista sus pilastras y retablos parecen de mármol, pero en realidad “casi toda la decoración escultórica del interior es estuco imitando piedra”.

Las paredes y la bóveda central están cubiertas por impresionantes frescos en estilo trompe-l’œil, obra de artistas moravos. En la cúpula de cañón con lunetos se ve un verdadero segundo cielo lleno de santos y ángeles; la escena principal es la apoteosis de San Pedro recibiendo las llaves del Reino de los Cielos, rodeado de profetas y personajes celestial. Estos frescos de la bóveda datan de 1733 y fueron pintados por Francisco Eckstein (Franz Gregor Ignaz Eckstein) con colaboración de Andrzej Radwański. Precisamente Eckstein es el autor del asombroso retablo de trampantojo del altar mayor: una pintura al óleo de gran realismo que representa la Transfiguración del Señor. En el centro del retablo aparece el Cristo transfigurado entre Moisés y Elías, con una luz cegadora que desciende sobre los apóstoles arrodillados abajo. Según la descripción oficial, originalmente esta pintura se iluminaba con luz natural que entraba por un sistema de claraboyas ocultas en la bóveda sobre la ábside, realzando el efecto de divinidad.

Frente al altar mayor, sobre el pilar izquierdo del presbiterio, cuelga una pulpita barroca (ambo) decorada con yeserías. Recientemente se redescubrió bajo varias capas de pintura la decoración original de esta púlpita, restaurando su armonía con el conjunto. También es notable el uso de ilusionismo pictórico: por ejemplo, en los muros del presbiterio el arquitectónico retablo mayor está totalmente pintado, confundiendo límites entre pintura y arquitectura. Este artificio era popularizado en la época por Andrea Pozzo, con seguidores como Eckstein (curiosamente ambos oriundos de Moravia).

Al lado derecho del altar principal hay una urna nacional: está incrustado el corazón del P. Stanislao Konarski (llamado “patriarca de los Piaristas polacos”), en memoria de quien se colocó su busto en la fachada en el centenario de la Constitución de Mayo. En el lado opuesto (al lado izquierdo del presbiterio) destaca un cuadro barroco de la Virgen de la Consolación (siglo XVIII), decorado con láminas de plata que sólo dejan al descubierto los rostros y manos de la Virgen con el Niño. En total, “en los márgenes de la nave principal hay 3 altares a cada lado” con obras pictóricas y escultóricas, todas muy ricamente ornamentadas.

Exterior

Fachada barroca. La parte exterior más llamativa es la fachada de Placidi, con frontones barrocos y un ático calado tipo campanario. Destaca en ella el muro-renault perspectivista: la calle Saint John (ul. Św. Jana) es relativamente larga y recta, por lo que Placidi remató la fachada con un nivel adicional a modo de torrecilla/pabellón con celosía (“sygnaturka”) que da verticalidad al conjunto. En el centro del nivel intermedio de la fachada hay un nicho con el busto en mármol de Stanislao Konarski (como reliquia nacional). El portal principal es de mármol y escultura barroca, probablemente obra de Francesco Placidi (aunque algunos elementos provienen de la estructura de 1673 conservada). Las imponentes escalinatas externas de doble tramo, construidas simétricamente a ambos lados de la entrada, son barrocas y conducen desde la calle hasta la nave.

Contexto urbano y estilo. El conjunto (iglesia más colegio) conforma un notable complejo en el Barrio Antiguo de Cracovia. La iglesia, construida según modelo barroco tardío/rococó, se asemeja a otros templos de la Compañía de Jesús (por ejemplo Il Gesù de Roma) en su planta de una sola nave flanqueada de capillas laterales. Interior y exterior exhiben efectos barrocos de ilusión óptica: los frescos de Eckstein crean la impresión de espacio abierto al cielo, y los altares laterales simulan materiales nobles con estucos. El escultor moravo Andrzej Radwański, colaborador de Eckstein, aportó las escenas pasionarias de la cripta (véase más abajo).

Cripta y capillas subterráneas

La cripta (o iglesia inferior) de esta parroquia es excepcional: ocupa todo el nivel bajo de la iglesia principal. Oficialmente se describe así: “La capilla de los Santos Escalones fue consagrada en 1733 y pertenece al raro grupo de monumentos barrocos destinados a la contemplación de la Pasión de Cristo. La decoración y el mobiliario de la capilla están formados por los asimétricos Santos Escalones, el altar cercado por rejas del “Prisión de Jesús” en su cima, una gruta del Santo Sepulcro, un óculo abierto en la bóveda y pinturas con escenas de la Pasión, realizadas por Andrzej Radwański y Franciszek Eckstein”. Originalmente, la capilla estaba rodeada por catacumbas laterales: en el lado izquierdo eran enterrados religiosos y en el lado derecho benefactores laicos, con tumbas barrocas bajo los propios escalones.

Los “Santos Escalones” (Scala Santa). Se trata de una réplica ideada en Bohemia de la escalinata de mármol del Palacio de Poncio Pilato en Jerusalén (según la tradición, Cristo subió por ella ante Pilato). La leyenda medieval contaba que la emperatriz santa Elena encontró los escalones verdaderos en Jerusalén en el 326 d.C. y los trasladó a Roma, donde fueron venerados en la capilla de la Basílica de Letrán. Hasta el siglo XV era costumbre subirlos de rodillas. En la cripta de Pijarzy (única en Cracovia con esta forma), la escalinata recrea ese rito penitencial. El lado derecho del tramo tiene 26 peldaños en piedra caliza (más 2 descansos, total 28) por los que los fieles subían de rodillas, con relieves imaginarios de piedras sangrantes. En los peldaños 2, 11 y 28 están incrustadas partícipes (reliquias) de la Vera Cruz, marcados con crucecitas metálicas. En el lado izquierdo hay una escalera de 23 peldaños de arenisca para el tránsito ordinario. Conserva el suelo original de damero en negro y blanco de piedra, y barandillas barrocas talladas. La entrada a los escalones se cerraba antiguamente con rejas de metal; estas serán restauradas próximamente para delimitar la zona sagrada de la cripta de futuras actividades culturales.

La gruta del Santo Sepulcro y el altar de la Prisión de Cristo. Arriba de los escalones, en la cabecera de la cripta, había originalmente un altar dedicado a la Prisión de Jesús, adorándose allí un tríptico con la imagen de Cristo encadenado. Cada Viernes Santo, según la voluntad del fundador, se celebraba aquí una solemne Misa cantada y se recitaban salmos por las almas de los difuntos. Bajo el altar, hay una pequeña gruta cubierta de estuco imitando piedra. Un óculo en la bóveda permitía proyectar luz sobre la escena del entierro del Señor, de modo que la tradición de levantar anualmente aquí el Templo del Santo Sepulcro perdura hasta hoy. Según una reciente noticia, durante la restauración (2019) se encontró en los almacenes del convento un cuadro original de la Prisión de Cristo que pertenecía a este altar; también se conserva el pedestal barroco del altar, por lo que se planea reconstruir la obra completa.

Arte y polichromías pasionales. Los frescos de la cripta merecen mención especial. En los muros de los “Santos Escalones”, Andrzej Radwański pintó episodios de la Pasión (oración en el Huerto, flagelación, coronación de espinas, camino al Calvario, crucifixión) y en un arco aparece la Piedad con María y el cuerpo de Cristo yacente. En 2019 fueron redescubiertos bajo varias manos de cal los frescos pasionales de Radwański, y fueron restaurados junto con la estructura de los escalones. Así, después de unos 150 años, el fondo original rojo y los detalles dorados y cremas del ciclo pasional han reaparecido en todo su esplendor barroco.

Capilla subterránea y tumbas: Desde fines del siglo XIX la cripta también fue utilizada como capilla funeraria para personajes distinguidos. Se sabe que en 1887–1888 se reorganizó como «salón del sepulcro» y se trasladaron aquí los funerales solemnes de destacadas personalidades (por ejemplo, aquí salió la comitiva fúnebre de los poetas Jan I. Kraszewski y Stanisław Wyspiański, así como del alcalde Zyblikiewicz). Durante el comunismo la cripta sirvió esporádicamente como punto de reunión para grupos de oposición y artistas independientes. En 1997 se inauguró allí la galería de arte «Krypta u Pijarów», que organiza exposiciones culturales regulares aprovechando la atmósfera histórica del lugar.

Leyendas, anécdotas y curiosidades

  • Muerte de Kacper Bażanka (1711): La historia oficial relata la dramática muerte del arquitecto inicial del templo. Se dice que Bażanka, enfermo de epilepsia, perdió el conocimiento mientras viajaba en invierno, cayó de su carruaje y murió congelado antes de ser hallado. Este episodio impidió que culminase su proyecto original.
  • Estatua de San José con el Niño: En el interior figura una valiosa talla de San José con el Niño Jesús, conocida popularmente en Cracovia y asociada a tradiciones locales (no detallada en fuentes oficiales).
  • Królewskie Dary (donativos reales): El apoyo real (p. ej. del rey Juan Casimiro y del príncipe Lubomirski) es considerado un aspecto legendario de la fundación: se dice que estos donativos facilitaron la llegada de los Piaristas a Cracovia.
  • Traje artístico barroco: La obra del pintor y estucador Andrzej Radwański contiene elementos simbólicos (el aguilucho de San José, la corona de espinas), y los efectos de luz en los frescos se han comparado con los cielos abisales del Sacro Monte.
  • Tumbas ilustres: Bajo los escalones y en el presbiterio hay criptas de cartón-piedra donde se enterró a clérigos piaristas y benefactores importantes. Estas tumbas barrocas (tumbas de obispos, canónigos y fundadores) están decoradas con esculturas funerarias renacentistas y pinturas pasionales, aunque mucho se perdió con las restauraciones. Un detalle notable es la “capilla entera” de la cripta, literalmente ocupando todo el sótano como un solo espacio sacro, lo cual es único en Polonia.

Elementos artísticos y funcionales

  • Órganos barrocos: Originalmente la iglesia contaba con un órgano barroco de 1763 (opus 75) fabricado por Antonio con la ayuda de Jorge Zechner. Este instrumento fue motivo de reciente campaña de restauración.
  • Mobiliario y esculturas: Además de los retablos pintados, hay estucos tallados en los muros, un púlpito barroco, confesionarios de madera y un atril antiguo. Casi todas las columnas y capiteles son de estuco fingido (“pietra serena” pintada).
  • Ventanas y luminosidad: Grandes arcos laterales y lunetos en la bóveda permiten la entrada de luz que intensifica las pinturas ilusionistas. Se dice que para potenciar este efecto, en el pasado se abrían claraboyas invisibles en el techo sobre el presbiterio para que la luz natural iluminara el retablo de la Transfiguración.
  • Capillas laterales: Las seis capillas laterales (tres a cada lado) tienen altares dedicados a diversos santos. Los altares están pintados con escenas de santos y están flanqueados por columnas salomónicas de estuco. Las pinturas de las capillas incluyen imágenes de la Virgen María, San José, y santos piaristas (Konarski, Placyd, Clemente).
  • Ambiente funcional: Además del uso litúrgico, la iglesia alberga conciertos (por su excelente acústica) y exposiciones de arte sacro. Se realizan las misas solemnes piaristas en fiesta (Przemienienia – 6 de agosto) con procesión desde Rakowice. El espacio sacro combina así ornamentos de alto valor artístico con su uso educativo (saberes piaristas) y pastoral (divulgación cultural y misionera).

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