viernes, 16 de mayo de 2025

Iglesia de la Visitación de la Santísima Virgen María sobre la Arena (Carmelitas), Cracovia, Polonia.


Huella de la reina Jadwiga.








Iglesia de la Visitación de la Virgen (Na Piasku, Cracovia)

La iglesia conventual de la Visitación de la Virgen, conocida popularmente como “Na Piasku” (en la arena), es una de las más importantes de Cracovia y un destacado centro de devoción mariana. Fundada en el siglo XIV por la reina Jadwiga de Anjou y el rey Władysław II Jagiełło, sirvió desde entonces como templo de la Orden de los Carmelitas Descalzos en Cracovia. Según la tradición, el origen de la iglesia se atribuye al duque Vladislao I Herman en el año 1087, como voto por su curación milagrosa; aunque esta leyenda carece de confirmación histórica. El culto mariano en Na Piasku creció rápidamente, lo que motivó la construcción de capillas especiales para venerar las imágenes milagrosas de la Virgen asociadas al templo (véase más abajo).

Las obras del templo original gótico comenzaron en 1390 bajo la supervisión del obispo Juan Radlica y prosiguieron con el obispo Piotr Wysz. En 1397 la iglesia, aún inconclusa, se entregó a la Orden Carmelita, traída desde Praga. Se levantó un edificio de ladrillo al estilo gótico tardío, de tres naves y coro de la misma longitud que la nave principal. Se completó hacia finales del siglo XV, con dos entradas (en la fachada oeste y en el muro sur) y un pequeño cementerio cercado junto al presbiterio.

  • Cronología destacada:
    • 1390-1470s: Construcción gótica inicial por orden real; consagración carmelita en 1397.
    • 1587: Durante el sitio de Cracovia por el archiduque Maximiliano de Austria, el templo resultó gravemente dañado por el fuego; solo la capilla de la Virgen Piaskowa y su imagen permanecieron intactas (considerado un milagro). La reina Ana Jagiellonka financió la reconstrucción, erigiendo un coro recto y una torre al sudeste.
    • 1655-1657: En la invasión sueca (el “deluge”), iglesia y convento fueron nuevamente arrasados. Los suecos incendiaron el templo y lo demolieron después de tomar la ciudad; solo quedó en pie una pared con la imagen de la Virgen Piaskowa. (Una leyenda popular relata que la Virgen se apareció protegiendo el templo con su manto durante el incendio).
    • 1657-1679: Reconstrucción barroca de los carmelitas, aprovechando los cimientos y muros antiguos. El nuevo edificio se consagró solemnemente en 1679 por el obispo Oborski, con una estructura barroca monumental.
    • 1768-1772: Daños menores por ocupación rusa en la Confederación de Bar, pronto reparados.
    • 1797 en adelante: Durante la partición de Polonia, el templo pasó a ser iglesia parroquial (reemplazó a la vecina iglesia de San Esteban demolida en 1801). Entre 1929-1939 fue restaurado por el padre Jan Elizeusz Sánchez-Paredes bajo la supervisión del arquitecto Franciszek Mączyński, sacando a la luz frescos y simplificando su mobiliario interior. Desde 1997 ostenta el título de basílica menor.

Arquitectura

El templo presenta una arquitectura típicamente barroca tardía. Es una basílica de tres naves, con presbiterio recto más corto que la nave y sin crucero. Los muros exteriores, de ladrillo encintado en piedra, rematan en una imponente fachada de doble nivel inspirada en los modelos italianos (en especial, la fachada de la iglesia de los jesuitas en Roma). En la parte inferior de la fachada se abren tres portadas: la central (presidida por columnas y un frontón semicircular con el escudo carmelita) y dos laterales menores con símbolos marianos (N.M.P. y JHS). Sobre ellas se disponen tres hornacinas con esculturas de la Virgen (centro) y santos carmelitas (flancos). En el segundo piso destaca una gran ventana central con frontón roto, bajo un frontón triangular coronado por una pequeña ventana circular. Toda la fachada se ordena con pilastras de orden toscano y un clásico entablamento con moldura de dentículos.

Los volúmenes laterales flanquean la nave: a los lados del presbiterio se alzan dos capillas gemelas de planta casi cuadrada, con techos a dos aguas y copias en piedra de figuras de santos carmelitas en sus esquinas externas. La parte central está rematada por una cúpula de media naranja (articulada por nervaduras y coronada por una linterna octogonal de 8 vanos) sobre el crucero, acabada en 1641 y cubierta de lámina metálica. En la cima de la linterna campea una escultura broncínea de la Virgen con el Niño (obra de M. Truszowicz de 1678). En los ángulos del edificio y en las azoteas laterales hay también estatuas de santos carmelitas y ángeles, fruto de sucesivas remodelaciones (siglos XVIII-XIX). En el siglo XIX se añadieron torres adicionales a la planta (una torre en cada esquina este del presbiterio, hoy con cúpulas piramidales) y se llevaron a cabo restauraciones de cubiertas.

Características constructivas destacadas: ladrillo visto con friso de piedra, fachada de orden clásico, interiores iluminados por ventanas de arco de medio punto. Originalmente el interior estaba revestido de dorados y estucos barrocos; tras restauraciones del siglo XX se recuperaron frescos del XVII y se eliminaron elementos recargados.

Interior y arte sacro

El interior es sobrio y majestuoso a la vez. La nave central, más alta y ancha, se ilumina con ventanas amplias en las paredes del presbiterio. Los muros se estructuran con pilastras de orden jónico que sostienen arcadas de medio punto y entablamento corrido. El techo es una bóveda de cañón con lunetos en el presbiterio; en las naves laterales hay bóvedas bajas. Un friso de molduras y una cornisa decorativa recorren todo el templo. Según el historiador F. Klein, el sistema de pilastras recuerda al de la iglesia jesuita de San Pedro en Cracovia, aunque aquí cada pilar es simple, no emparejado.

  • Retablo mayor: Es la pieza más destacada. Obra del escultor Jerzy Hankis (finales s. XVII), se terminó en 1711 y fue consagrado por el obispo Szembek. Este monumento arquitectónico de dos cuerpos casi iguala en tamaño al presbiterio. En el cuerpo inferior cuelga el tabernáculo flanqueado por cuatro columnas doradas, y entre ellas se ubican estatuas de San Pedro, San Pablo (posteriores al centro) y los profetas Elías y Eliseo (extremos). El relieve central representa la Visita de María a Santa Isabel (Natividad de Juan Bautista), cubierto habitualmente por un lienzo provisional; sobre él hay un escudo carmelita sostenido por ángeles. En el segundo cuerpo, en el nicho central, está la escena “Entrega del Escapulario a la Virgen” en bajorrelieve dorado, flanqueada por columnas y las esculturas de San Adalberto y del ángel carmelita. El remate corona con la paloma del Espíritu Santo sobre un guardapolvo triangular. Las estatuas y ornamentos fueron dorados en el siglo XVIII (realizó Szymon Słowikowski).
  • Stalles del presbiterio: Junto al retablo mayor hay dos juegos de bancas talladas en madera dorada por el mismo taller de Hankis. Las stalles sacerdotales inmediatas al altar tienen asientos de mármol y paneles pintados en sus respaldos, alineadas con el retablo mayor. Detrás de ellas, en las paredes del presbiterio, otros stalles de dos filas (más amplios) con columnas doradas entre gradas y finos relieves de querubines. En el siglo XVIII se añadieron repujados dorados y relieves pintados en sus paneles traseros.
  • Capilla del Escapulario: A la derecha del presbiterio se abre la capilla de la Virgen del Escapulario, sede de la archicofradía del Escapulario carmelitano. Construida en 1643-1679 por la hermandad de la que formaron parte reinas y nobles, sigue la línea espacial del templo. Su decoración neoclásica interior (antepecho, estuco y pinturas) data del s. XVIII; el altar neobarroco (1859-60) integra elementos originales del XVII. En el centro está el cuadro de la Virgen del Escapulario, restaurado por Jan Staszowski en 1756: la Virgen con el Niño porta el escapulario en las manos, con vestido rojo y manto azul decorados en oro. Este cuadro originalmente llevaba trajes de tela ricamente bordados y coronas (las primeras donadas por la reina Bona robaron en 1614). Al pie del cuadro hay relicarios y exvotos, y en la capilla destacan también los altares laterales (de Santa Ana y de la Virgen con San Miguel y San Joaquín) que encuadran el crucifijo principal. En lo alto del coro de esta capilla se halla un conjunto de órganos barrocos (talla de 1756 y órganos originales del 1704) decorado con pinturas de B. Batkowski (1756).
  • Capilla de la Virgen Piaskowa: Esta pequeña capilla aneja al sur (visible como saliente exterior) alberga la imagen milagrosa de la Virgen Piaskowa, pintada directamente en el muro hacia 1500. La imagen muestra a la Virgen en medio busto con el Niño y un manzano (símbolo de renacimiento). Según leyenda, la imagen quedó terminada “mágicamente” mientras un monje que la pintaba se ausentó. En el interior, la pintura mural (sobre base de fresco seco y luego repintada) aparece enmarcada por un altar neoclásico dorado (1786, diseñado por A. Smuglewicz). Ante él, dos ángeles sostienen una corona real, y sobre la Virgen cuelga una paloma que simboliza al Espíritu Santo. La devoción a esta imagen fue certificada por su coronación en 1883 (diseño de Jan Matejko). Frente a la capilla, incrustada en el muro exterior, se conserva la piedra de la leyenda de la reina (Ver más abajo).
  • Otros detalles artísticos: En las naves laterales se distribuyen doce altares barrocos (muchos tallados y policromados en el s. XVIII). Destacan, por ejemplo, el altar de Santa María Magdalena de Pazzi (derecha) con lienzo de Michał Stachowicz y escenas de la santa carmelita; el altar del profeta Elías (izquierda) con esculturas eucarísticas rococó; y el del patrono San Judas Tadeo (izq. opuesto) con imagen de plata oscurecida y estatuas de la Pasión. El púlpito principal, con talla rococó española, fue añadido en 1938 junto a un confesonario antiguo. El órgano mayor de la nave (tras coro neorrenacentista de 1929) conserva una caja barroca decorada con símbolos carmelitas, aunque su maquinaria fue renovada en 1990.

Leyendas y tradiciones populares

Los fieles relatan numerosos milagros vinculados a Na Piasku. Además del ya citado hecho de que la imagen de la Virgen Piaskowa resistiera intacta el incendio de 1587 (considerado “intervención divina”), se cuenta que al intentar los invasores suecos destruir su muro en 1656, la pared no se derrumbó ante ellos. Otro episodio legendario es la piedra del pie de la reina Jadwiga, junto a la capilla Piaskowa. Se dice que la reina, al encontrar a un cantero desesperado por la enfermedad de su esposa, se apoyó con su pie en una roca y le regaló el broche dorado de su zapato. La huella quedó impresa en la piedra, que hoy puede verse en la fachada sur. Este acto de caridad real forma parte de la tradición edificante del lugar.

También existió en este templo una cofradía laica carmelitana del Escapulario, documentada desde comienzos del siglo XVI. Sus integrantes (hombres y mujeres laicos) recibían el escapulario carmelita y participaban activamente en la vida del santuario. La capilla del Escapulario atestigua el papel social y espiritual de estas hermandades en la historia parroquial.

Comunidad y actualidad

La iglesia sigue atendida por una comunidad de frailes carmelitas y sirve como parroquia local. En su página web oficial destacan las actividades litúrgicas y grupos parroquiales activos (adoración eucarística, coro parroquial, grupos de catequesis, obras de caridad, etc.). La devoción a la Virgen (tanto del Escapulario como de Piask) persiste viva hasta hoy.

En resumen, la Basílica “Na Piasku” combina rica historia legendaria con suntuoso arte barroco. Además de su imponente fachada (ver imagen), sus interiores ofrecen tesoros escultóricos y pictóricos vinculados a la espiritualidad carmelita. Quien la visite hallará un templo lleno de anécdotas culturales y religiosas, desde milagros medievales hasta obras maestras del Barroco polaco.

Fuentes: Contenido oficial de la parroquia carmelita, Encyklopedia Krakowa y sitios turísticos de Cracovia.

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