Iglesia y casa Museo de
Santa Teresa. Ávila.
Iglesia de Santa Teresa
El año 1543 al fallecer
D. Alonso, el padre de Santa Teresa, comienza la ruina de la casa en la que
vino al mundo nuestra Santa. Cuando los carmelitas descalzos deciden hacer
memoria de este lugar sólo encuentran ruinas y, con buen acuerdo, determinan
levantar sobre el solar la iglesia y convento que hoy podemos contemplar. La
construcción se concluyó en octubre de 1636, y es obra del arquitecto FrayAlonso de San José, carmelita descalzo, natural de Piedrahita (Ávila).
Podemos contemplar la
sobria belleza de su fachada, y si accedemos a la iglesia no sorprenderá su
sencillo interior, la armonía de sus retablos en los que encontraremos
preciosas obras de Gregorio Fernández, entre ellas sobresale el “Cristo atado a
la columna” y la sobriedad del estilo carmelitano, que cautiva por su “nada”
que se vuelve “todo”.
Junto al presbiterio
está la puerta de entrada a la “capilla del nacimiento”, presidida por la
emotiva imagen de Santa Teresa de Jesús, patrona de Ávila, de Gregorio
Fernández. Adosado a la iglesia se construyó el convento. Hoy residencia de una
comunidad de carmelitas descalzos, y albergue de peregrinos. Cuenta con un
claustro cuadrado sobrio y elegante y una hermosa escalera volada.
Museo de Santa Teresa.
El Museo de Santa
Teresa, en Ávila, único en el mundo para conocer su vida y su mensaje, se
encuentra instalado en la cripta de la iglesia y convento que lleva su nombre.
Sabemos que era el espacio ocupado por la casa en la que vino al mundo Santa
Teresa de Jesús. Exigencias arquitectónicas dieron como resultado la creación
de esta preciosa cripta, que hoy convertida en “Museo” invita a descubrir la
personalidad de esta gran mujer.
El visitante que entra
en el museo lo hace por un zaguán clásico, enchinado, con el escudo de la
familia de los Sánchez Cepeda, que le introduce en un espacio evocador de la
grandeza del mundo que queda dentro, escondido. Lo expuesto, claramente datado,
los pensamientos teresianos y la música acorde con el lugar, permiten al
visitante descubrir la grandeza del mensaje que encierra la vida de esta gran
mujer. El visitante, puede evocar su infancia, con el jardín donde jugaba, o su
madurez espiritual, con la reproducción de la celda de San José donde escribió
Teresa buena parte de su obra. La proyección de esta vida se descubre en el
número de lenguas a las que se ha traducido su obra y de las que se expone
algún ejemplar, así como las numerosas obras de pintura, estampería, filatelia,
numismática que la han recordado a lo largo de los siglos y que se pueden
admirar en este museo.
Son muy valiosas las
piezas escultóricas, de distintos estilos y épocas de la historia. Destacamos
un hermoso San José, una talla de Santa Teresa de Gregorio Fernández, y la
réplica del grupo escultórico que forman “el Cristo atado a la columna y Santa
Teresa de Jesús”, una de las últimas obras del genial escultor de Castilla,
Gregorio Fernández.
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