sábado, 29 de octubre de 2016

Praça Dom Pedro IV y Teatro Nacional Doña María II. Lisboa. Portugal.




Denominada formalmente Praça de Dom Pedro IV, esta gran plaza ha constituido el centro neurálgico de Lisboa durante seis siglos. A lo largo de su historia ha sido escenario de corridas de toros, festivales, desfiles militares y horribles autos da fe. En la actualidad solo es testigo de ocasionales reuniones políticas. Los sobrios edificios pombalinos, desfigurados por los anuncios de neón en su parte superior, están ocupados por tiendas de recuerdos, joyerías y cafés. En el centro de la plaza hay una estatua de Dom Pedro IV, el primer emperador de Brasil. A los pies de la estatua, las cuatro figuras femeninas son alegorías de la Justicia, la Sabiduría, la Fuerza y la Moderación.

A mediados del siglo XIX la plaza se pavimentó con mosaicos de dibujos ondulantes, lo que le valió el sobrenombre de “plaza rodante”. Las piezas, cortadas a mano, fueron una innovación es este tipo de diseño. En el lado norte de la plaza está el Teatro Nacional Dona Maria II, así llamado en honor de la hija de Dom Pedro. El edificio neoclásico fue construido en 1840 por Fortunato Lodi. El interior se destruyó  en un incendio en 1964 y fue reconstruido en los setenta. En lo alto del frontón aparece la estatua de Gil Vicente (1465-1536), fundador del teatro portugués.

El Café Nicola, en el lado oeste de la plaza, era un lugar frecuentado por escritores como el poeta Manuel María Barbosa du Bocage (1765-1805), famoso por sus sátiras. La Pastelaria Suiça, en el lado opuesto, es popular entre los turistas.

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