En
una ladera poblada de árboles, al este de Braga, se encuentra el santuario más
espectacular de Portugal. En 1722, el arzobispo de Braga ideó la gigantesca y
barroca Escadaria (escalera) de Bom Jesus para acceder al pequeño templo
existente. La escalinata y la iglesia fueron completadas ppor Carlos Amarante
en 1811. La parte baja está formada por una empinada Vía Sacra con capillas que
muestran las 14 estaciones de la Pasión, terminando en la crucifixión de
Cristo. El Escadório dos Cinco Sentidos, en la parte media, ilustra los cinco
sentidos por medio de ingeniosas fuentes y estatuas de figuras bíblicas,
mitológicas y simbólicas. Una escalinata igualmente alegórica trata el tema de
las Tres Virtudes. En la cumbre, una explanada con excelentes vistas conduce a
la iglesia. Cerca hay varios hoteles, un café y un lago con barcas escondido
entre los árboles. Lugar de peregrinación y atracción turística a la vez, el
santuario congrega animadas multitudes.
Bom
Jesus do Monte es un santuario portugués situado en los alrededores de la
ciudad de Braga, en el norte del país (41°33′17″N 8°22′39″O). Su nombre
significa 'Buen Jesús del Monte'.
El
Santuario es un ejemplo notable de lugar de peregrinaje. Su característica más
prominente son sus escaleras monumentales barrocas, que salvan un desnivel de
116 metros. Es una importante atracción turística de la ciudad de Braga.
Historia
Numerosas
cumbres en Portugal y otras partes de Europa han sido lugares de devoción
religiosa desde antiguo, y es posible que la colina del Bom Jesus fuese una de
ellas. Sin embargo, el primer indicio de la existencia una capilla sobre la
colina data de 1373. Esta capilla —dedicada a la Santa Cruz— fue reconstruida
en los siglos XV y XVI. En 1629 se construyó una iglesia de peregrinaje
dedicada al Bom Jesus (Buen Jesús), con seis capillas dedicadas a la Pasión de
Cristo.
El
Santuario actual se empezó a construir en 1722, bajo el patrocinio del
Arzobispo de Braga, Rodrigo de Moura Telles. Se puede ver su escudo de armas se
ve en la puerta, al principio de la escalera. Bajo su dirección se completó la
primera fila de escaleras, con capillas dedicadas al Via Crucis. Cada capilla
está decorada con esculturas de terracota que describen la Pasión de Cristo.
También patrocinó el siguiente segmento de escaleras, que tiene una forma
zigzagueante y está dedicado a los Cinco Sentidos. Cada sentido (vista, oído,
olfato, gusto y tacto) está representado por una fuente diferente. Al final de
esta escalera, se construyó, alrededor de 1725, una iglesia barroca, a cargo
del arquitecto Manuel Pinto Vilalobos.
Las
obras de las primeras capillas, escaleras e iglesia tuvieron lugar a lo largo
del siglo XVIII. En una zona detrás de la iglesia (el llamado Terreiro dos
Evangelistas), se construyeron, en la década de 1760, tres capillas octogonales
con estatuas que describían episodios posteriores a la Crucifixión, como el
encuentro de Jesús con María Magdalena. Su diseño exterior se le atribuye al
célebre arquitecto bracarense André Soares. Alrededor de estas capillas hay
cuatro fuentes barrocas con estatuas de los evangelistas, que datan también de
aquella década.
Alrededor
de 1781, el arzobispo Gaspar de Braganza decidió completar el conjunto
añadiendo un tercer tramo de escaleras y una nueva iglesia. La tercera escalera
también sigue un patrón zigzagueante y está dedicada a las Tres Virtudes Teologales:
Fe, Esperanza y Caridad, cada una con su fuente. La iglesia vieja se demolió y
se construyó una nueva siguiendo un estilo neoclásico, a cargo del arquitecto
Carlos Amarante. Esta nueva iglesia, comenzada en 1784, tenía decorado su
interior a comienzos del siglo XIX y fue consagrada en 1834. El retablo
principal está dedicado a la Crucifixión.
En
el siglo XIX, la zona alrededor de la iglesia y la escalera se expropió para
convertirla en un parque. En 1882, para facilitar el acceso al Santuario, se construyó
el Elevador do Bom Jesus, que unía la ciudad de Braga con la colina. Fue el
primero de su clase que se construyó en la Península Ibérica y aún sigue en
uso.
Significado
El
diseño del Santuario del Bom Jesus, con su naturaleza barroca remarcada por la
forma zigzagueante de sus escaleras, ha influido muchos otros lugares de
Portugal (como Lamego) y el Brasil colonial, como el Santuario de Congonhas.
Los peregrinos, al subir las escaleras, encontraban un programa teológico que
contrastaba los sentidos del mundo material con las virtudes del espíritu, y al
mismo tiempo experimentaban las escenas de la Pasión de Cristo. La culminación
de aquel esfuerzo era el templo de Dios, o sea, la iglesia situada en la cima
de la colina. La presencia de varias fuentes a lo largo de las escaleras dan
idea de la purificación del creyente.
La
iglesia nueva (construida en 1784-1834 por Carlos Amarante) fue una de las
primeras iglesias neoclásicas de Portugal.
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