Sobre
las más altas cimas de la sierra de Sintra se alza el espectacular palacio da
Pena, ecléctica mezcolanza arquitectónica construida en el siglo XIX para a Fernando
de Sajonia, Coburgo y Gotha, marido de la reina María II. El palacio se levantó
sobre las ruinas de un monasterio jerónimo del siglo XVI, que a su vez había
ocupado el lugar de una capilla dedicada a Nossa Senhora da Pena.
Fernando
contrató al arquitecto alemán Von Eschwege para que diseñara un edificio lleno
de excentricidades y rodeado de jardines.
Cuando
en 1910 se proclamó la República, el palacio se transformó en museo,
conservándose tal y como lo dejara la familia real. La visita a este lugar de
cuento de hadas dura alrededor de hora y media.
Fernando: el rey consorte.
Nacido
en Inglaterra, al monarca se le conocía como Dom Fernando II, el rey artista.
Amaba el arte (era pintor de acuarelas), la naturaleza y los nuevos descubrimientos
de su época. Fernando se integró perfectamente en su país de adopción y
consagró su vida al mecenazgo artístico. En 1869, 16 años después de la muerte
de la reina María II, Fernando se casó con la condesa de Edla, una famosa
cantante de ópera. Su sueño de construirse un palacio en Pena se vio realizado
en 1885, el mismo año de su muerte.
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