lunes, 11 de diciembre de 2023

Templo Kiyomizudera o Kiyomizu-dera. Higashiyama. Kioto. Japón.

El templo Kiyomizudera o Kiyomizu-dera (清水寺 o «templo del agua pura») es un conjunto de templos y recintos religiosos situados en el distrito de Higashiyama, al este de Kioto. En 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es, por derecho propio, una de las visitas más especiales en la ciudad.

El templo fue construido en el año 778 en las colinas del este de Kioto, justamente donde se encontraba —y todavía se encuentra— la cascada Otowa, que dio nombre al templo del agua pura, agua limpia o agua cristalina.

Sin embargo, a pesar de haber sido fundado a comienzos del periodo Heian, los edificios actuales son construcciones de 1631-1633 dado que el templo se incendió en multitud de ocasiones durante su larga historia. Asimismo, el templo Kiyomizudera es uno de los 33 templos de la peregrinación Saigoku Kannon.

A pesar de que el salón principal es el recinto más conocido del Kiyomizudera, lo cierto es que el templo es en realidad un conjunto de recintos religiosos, algunos más conocidos que otros.

Puerta Nio-mon

La majestuosa puerta roja Nio-mon, llamada en español puerta Deva o de los Reyes Deva, es una puerta de unos 10 metros de ancho y 5 metros de profundidad de madera de ciprés.




Como muchos otros edificios del recinto, se incendió en la segunda mitad del siglo XV y fue reconstruida unos años más tarde, a finales del siglo XV. Por su llamativo color bermellón también se la conoce como la puerta Aka-mon, «la puerta roja».

La puerta contiene las estatuas de dos reyes Deva (o Nio en japonés, de ahí el nombre) de 3,65 metros de alto que hacen guardia junto a dos leones-perros (koma-inu) para proteger la entrada del templo de las fuerzas del mal.

El guardián de la derecha tiene la boca abierta como pronunciando la vocal «A» en sánscrito, mientras que el de la izquierda tiene los labios cerrados como pronunciando el sonido «Om», dos sonidos budistas básicos y que simbolizan la inclusividad de la enseñanza budista.

Templo Zenkoji y establo Umatodome

Situado delante de la puerta principal, el templo Zenkoji estaba dedicado en su origen al Jizo Bodhisattva, aunque posteriormente se dedicó a Amida. Una de las particularidades del templo se encuentra a la derecha de la entrada: la estatua del Kubifuri Jizo, un Jizo al que se le mueve la cabeza. Desde el periodo Edo, todo aquel que le quiera pedir un favor, debe girar la cabeza del Jizo para conseguir su favor.

A los pies de la puerta de acceso al templo verás el establo Umatodome. Es el lugar donde samuráis y nobles daimyo dejaban sus caballos al entrar al templo. Se trata de una estupenda edificación del siglo XV.

Puerta del oeste Sai-mon

La gran puerta del oeste o puerta Sai-mon es una reconstrucción de 1631. Al igual que la puerta principal, también es de madera de ciprés y se sostiene por ocho pilares. Las decoraciones, de llamativos tonos rojos y dorados, son muy elaboradas y reflejan la grandiosidad del periodo Momoyama en el que fue construida.


 


Según parece, las esculturas de cabezas de elefante que podemos ver aquí son un detalle que llegó de Corea después de las incursiones militares japonesas a ese territorio en la década de 1590. Aquí encontramos otros dos guardianes Deva que protegen el templo de la entrada de todo mal. Desde aquí también disfrutamos de espectaculares vistas de la puesta de sol.

Pagoda Sanjuno-do

La pagoda de tres pisos Sanjunodo data del año 847, aunque la construcción actual es de 1633. Se trata de la pagoda de tres pisos más alta de todo Japón, con 31 metros de alto.






Para reflejar la grandiosidad de la tradición china del periodo Momoyama, la pagoda fue repintada de un color rojo bermellón muy vivo en 1987. De esta manera, se la hizo destacar por encima del resto de edificios de madera del recinto.

En su interior está consagrada la imagen del Buda del sol Dainichi en un mandala en tres dimensiones.

Torre de la campana

La torre de la campana o Shoro data de 1596 aunque fue reconstruida en 1607. Se trata de un típico campanario budista, con la particularidad de tener dos pilares extra, que hacen un total de seis. De esta manera, se puede soportar mejor el peso de la campana. Y es que la campana, que data de 1478, pesa 2,03 toneladas de peso.

La torre tiene preciosas tallas de crisantemos y peonías, típicas del periodo Momoyama.

Salones Mizugo Kannon-do y Zuigu-do

El salón Mizugo Kannon-do es un pequeño espacio dedicado a la diosa de la piedad y específicamente a los fetos y bebés abortados que no llegaron a nacer, razón por la cual encontramos aquí una estatua de la diosa Kannon sujetando un feto.

Mayor es el salón Zuigu-do, dedicado a la madre de Buda, es una reconstrucción de 1718. Abre todos los días de 9:00 a 16:00 horas y se puede entrar (pagando una pequeña entrada de 100 yenes) para participar en el tainai meguri (胎内めぐり), la «peregrinación del útero».

Su oscuridad total, con tan sólo una piedra levemente iluminada con un carácter escrito en sánscrito, simboliza el útero de una madre. Adentrarse en él es una experiencia bastante única. No ves absolutamente nada y te guías exclusivamente por una cuerda que recorre el interior. Entrar en el tainai meguri es confiar ciegamente en tu fe, razón por la cual se dice que después de pasar por ello, uno renace y se escuchan todas sus plegarias.

El salón Kyo-do data de 1633 y es un repositorio de sutras. Además, también sirve de sala de lectura para los monjes del templo.

El techo interior está decorado con un gran dragón. Y además, destaca la imagen principal del Buda Shaka acompañada por un Monju, la deidad budista de la sabiduría, y un Fugen, la deidad budista de la virtud.

Por su parte, el salón Kaisan-do o salón del fundador es también conocido como salón Tamura-do en honor al general que donó el salón principal al sacerdote Enchin en el siglo VIII.

En el interior del salón Kaisan-do encontramos cuatro imágenes de 76 centímetros de alto sobre pies de varios colores: el ermitaño Gyo-ei, el sacerdote Enchin, Tamuramaro y su mujer Takako.

Puerta Todoroki-mon

La puerta Todoroki (Todoroki-mon), a veces también llamada puerta central Chu-mon es una reconstrucción de 1633, como muchos de los edificios del complejo.

Como el resto de puertas del recinto, también aquí verás las imágenes de dos reyes Deva que protegen el salón principal de la entrada de los malos espíritus. La caligrafía colgada en la parte superior de la puerta es obra del monje budista Gesshu Zenji.

Antes de cruzar la puerta Todoroki-mon está la zona de ablución temizuya, donde debes purificarte la manos y la boca. El agua que sale de la boca de un dragón recibe el nombre de «agua de la lechuza» (梟の水, Fukuro no Mizu) debido a los dibujos y formas de búhos y lechuzas que hay en la pila.

Isla Benten

Detrás del salón Kaisan-do hay un estanque con una pequeño islote llamado Benten-jima. La isla contiene un pequeño santuario sintoísta en cuyo interior se guarda la imagen de Benten, una de las siete deidades de la buena fortuna.

Quizá te sorprenda que en un recinto budista como el templo Kiyomizudera te encuentres con un pequeño santuario sintoísta, pero esto es algo muy habitual en Japón. De hecho, la gran mayoría de templos budistas tienen en su recinto algún pequeño santuario sintoísta para que los dioses sintoístas protejan a los dioses budistas.

Salón Asakura-do

El salón Asakura-do, una reconstrucción de 1633, fue donado por el hijo del emperador Temmu, Asakura Sadakaga. En su interior, encontramos la imagen de una Kannon de 11 cabezas y mil brazos, acompañada de Bishamonten y Jizo.

Además, en el salón Asakura-do podemos ver una piedra con la huella de Buda. Según la tradición, si miramos fijamente la huella se nos perdonarán todos los pecados.

El pasillo Kairo, que destaca por su preciosa lámpara de hierro forjado, nos lleva directamente hasta el salón principal Hondo.

El salón principal Hondo del templo Kiyomizudera contiene una pequeña estatua de la diosa de la piedad Kannon de las siete caras y mil brazos acompañada por 28 deidades guardianas.






Pero además, es conocidísimo por el gran balcón de 13 metros de alto, que se sostiene con centenares de pilares de madera de zelkova del Japón (keyaki) colocados de manera tradicional y sin haberse usado ningún tipo de clavo en su construcción.

El balcón, cuyo suelo está compuesto de 410 tablones de madera de ciprés, se construyó siguiendo el estilo Heian del templo anterior. El balcón recibe el nombre de butai (escenario) y las alas a ambos lados gekuya (orquesta) porque en esta zona se realizaban muchos espectáculos de música y baile religiosos.

Durante el periodo Edo, se creía que si alguien saltaba por el balcón del templo Kiyomizudera y sobrevivía, le sería concedido un deseo. Existen anotaciones de 234 saltos de esa época, de los cuales en un 85,4 % de los casos la persona sobrevivió. Actualmente, esta práctica está totalmente prohibida.

Santuario Jishu

Detrás del salón principal encontramos el santuario Jishu, un santuario que en su apariencia actual data de 1633 y muy popular, dedicado al dios del amor, el emparejamiento y el matrimonio.

Desde hace más de 1300 años jóvenes y no tan jóvenes se lanzan a caminar la distancia de seis metros que separa las denominadas dos piedras del amor con los ojos cerrados. Cuenta la leyenda que

El recinto actual del santuario es una reconstrucción de mediados del siglo XVII en cuyo interior están consagradas cinco deidades relacionadas con el amor y el emparejamiento.

Así, el complejo del santuario Jishu resulta ser una interesante mezcla de altares, estatuas y tiendas de amuletos, unos al lado de los otros en pequeños y estrechos callejones. Algo parecido al propio templo Kiyomizu, que en realidad es también una mezcla de diferentes elementos.

Okuninushi y la liebre

La deidad más popular es, sin duda alguna, Okuninushi. Es la deidad del amor incondicional, la sabiduría y la felicidad de temperamento calmado. Podemos encontrar su estatua en las escaleras de acceso al santuario.

Al lado de Okuninushi podemos encontrar la estatua de una liebre. Esto es así porque Okuninushi aparece en el Kojiki ayudando a una mentirosa y tramposa liebre a quien estaban despellejando viva como castigo por sus engaños.

Piedras del amor

Uno de los puntos más populares del recinto son las dos piedras del amor (恋占いの石) situadas a seis metros de distancia la una de la otra y que predicen el éxito en el amor.

Cuenta la leyenda que, si eres capaz de caminar de una piedra a otra con los ojos cerrados, encontrarás el amor en breve. Sin embargo, si no lo consigues, tardarás bastante tiempo en hacerlo.

Por otro lado, si necesitas que alguien te ayude a conseguirlo, significa que también necesitarás de un intermediario en tu vida amorosa.

Salones Honten y Haiden

Entre las dos piedras encontramos los dos salones principales del santuario: el salón principal Honten (本殿) y la sala de oración Haiden (拝殿). Aquí podemos ver una preciosa pintura de un dragón en el techo, obra del famoso pintor clásico Motonobu Kano.

Ambos edificios fueron designados Bienes de Importancia Cultural.

Muñecos de papel Hitogata

Cerca del salón Honten encontramos la zona de los muñecos de papel hitogata (人形) que nos ayudan a deshacernos de nuestros problemas.

Para ello, hay que escribir el problema en el muñeco de papel y sumergirlo en el agua; así, nuestro problema se irá deshaciendo hasta desaparecer, como el papel en el agua.

Puerta So-mon

Al lado del salón Haiden encontramos la puerta So-mon (総門). Se trata de una puerta sencilla cuya forma imita en madera oscura la forma de un torii.

Okage Myojin

A continuación veremos otro pequeño santuario dedicado a Okage Myojin (おかげ明神). Okage Myoijin es la deidad protectora de las mujeres muy popular, una imagen muy popular durante el periodo Edo.

En aquel tiempo, las mujeres acudían al santuario para maldecir a sus enemigos clavando pequeñas muñecas de paja en las ramas y en el tronco de un cedro cercano a las dos de la madrugada. De hecho, dicen que si nos fijamos bien, todavía podemos ver las marcas en los cedros.

Estatua de Mizukake Jizo

Medio escondida detrás del santuario de Okage Myojin encontramos la estatua de Mizukake Jizo (水かけ地蔵).

Al lado de la estatua hay cuatro cazos, cada uno con una función específica: «suerte en los exámenes» (), «suerte en el amor» (), «buena fortuna» () y «alejar a los malos espíritus» (). La idea es que tomes el cazo que mejor se ajuste a lo que deseas y con él eches agua por encima del jizō para que éste cumpla tu deseo.

El sincretismo religioso tiene su máxima expresión en la estatua de este jizo. Porque los jizo son guardianes budistas de los viajeros y los niños. Así que tenemos, en primer lugar, un popular santuario dentro de un aún más popular templo, y si esto fuera poco, dentro del santuario sintoísta tenemos una estatua budista.

Estatua de Daikoku

Curiosamente también es muy popular la estatua de Daikoku o Nade Daikokusama (撫で大国さま). Daikoku es uno de los siete dioses de la buena fortuna.

Hay varias estatuas por todo el recinto, pero la más popular es la de bronce, es habitual encontrarse cola para poder tocarle la cabeza. Y es que hacer esto se supone que nos trae buena suerte y prosperidad en los negocios.

Papeles de la fortuna omikuji

La adivinación y la predicción de la fortuna son aspectos muy típicos de la religión sintoísta y su práctica sigue muy viva en nuestros días.

Por ello, la zona llamada Koi uranai omikuji (恋占いのおみくじ) está estratégicamente situada en las escaleras de entrada y salida del santuario. Es imposible no verla porque es de lo primero que te encuentras al subir al santuario.

Aquí es donde puedes adquirir los papelillos omikuji, que predicen la suerte en el futuro próximo. En el caso del santuario Jishu, teniendo en cuenta que está dedicado al amor, estos omikuji te dicen específicamente qué suerte tendrás en el amor.

Tablillas ema

Por todo el recinto podemos ver la gran colección de tablillas de madera ema para pedir suerte en el amor (恋の願かけ絵馬).

Estas tablillas son típicas de cualquier santuario japonés y se usan para solicitar a los kami algún deseo, desde suerte en exámenes, en una entrevista de trabajo, hasta cosas tan prosaicas como conseguir asistir a un concierto de tu ídolo favorito.

En este caso, como con los omikuji, dado que el santuario Jishu está dedicado al amor, las tablillas ema aquí están destinadas a escuchar los deseos relacionados con el amor.

En teoría, el primer domingo de cada mes se recogen todas las ema para que los dioses pueden escuchar los deseos (y dejar así espacio para las nuevas tablillas). Si no se hiciera así, el santuario no tendría espacio para las tablillas, de lo popular que es.

Salones Nishimukijizo-do y Shaka-do

De vuelta al complejo del templo Kiyomizudera propiamente dicho, podemos ver el salón del «Jizo que mira hacia el oeste» o Nishimukijizo-do. Este salón está dedicado al Jizo protector de los niños, los viajeros y los muertos.

Por otro lado, el salón dedicado al Buda histórico Shaka, el salón Shaka-do, contiene la imagen sonriente del Buda Shaka sentado sobre una flor de loto dorada con un halo tras su cabeza. A ambos lados, podemos ver las deidades budistas de la virtud y la sabiduría, Fugen y Monju.

El salón de los cien Jizo

El salón de los cien Jizo o Hyakutai Jizo-do está situado entre los salones Shaka y Amida. Es una pequeña estructura abierta, aunque techada, que contiene las imágenes de unos 200 jizo donadas por padres que han perdido un hijo.

Según la leyenda, los padres que han perdido un hijo, deben mirar las estatuas y si encuentran una que se parezca a su hijo fallecido, entonces sabrán que descansa en paz.

Durante la festividad del Obon, momento en que las almas de los espíritus retornan a nuestro mundo, se celebra aquí un precioso ritual.

Salón Amida-do

El salón de Amida o Amida-do es una reconstrucción de 1631. Su techado es típico de las estructuras budista y aquí podemos ver dos cosas interesantes. Por un lado, varios ihau, tablones en recuerdo a los muertos. Y por otro lado, una imagen dorada del Buda Amida en actitud contemplativa de 1,9 metros de alto.

Salón de Amida o Amida-do (izquierda) y Salón Okuno-in (derecha).

Fue aquí justamente donde la doctrina Nembutsu se proclamó en 1188 y donde surgió el culto a Amida y la secta Jodo del budismo.

Nurete Kannon

Tal como su nombre indica, la «Kannon mojada» o Nurete Kannon es una pequeña imagen de Kannon en una pileta llena de agua.

Es costumbre coger agua sagrada, la misma que dio nombre al recinto del templo y echársela por la cabeza a la estatua de Kannon. Según la tradición esto es un acto de purificación de corazón, cuerpo y alma y un signo de fe y piedad.

Salón interior Okuno-in

El templo o salón interior Okuno-in es muy parecido al salón principal. También cuenta con un escenario butai, aunque algo más pequeño que el del salón principal Hondo y una Kannon de los mil brazos flanqueada por 28 guardiantes, Bishamonten y Jizo.

De hecho, el salón Okuno-in es el más sagrado de todo el recinto, porque fue en este preciso lugar donde Enchin se encontró con la cabaña del ermitaño Gyo-ei que dio origen al templo.

Cascada Otowa

A los pies del balcón del salón principal encontramos otro de los puntos destacados de nuestra visita al templo Kiyomizudera: la cascada Otowa u Otowa no taki (音羽の滝) que dio nombre al templo.

Supuestamente de propiedades terapéuticas, el agua de la cascada se divide en tres chorros de los que los visitantes pueden beber para conseguir salud, una larga vida y éxito en los estudios o en el amor. No obstante, beber de los tres chorros suele ser visto como algo negativo, de avariciosos.

Es una de las zonas más populares del Kiyomizudera, así que casi siempre hay cola.

Pagoda Koyasu y templo Taisan-ji

Al sur del templo, encontramos la pagoda Koyasu. Se trata de una pagoda de tres pisos hecha de madera de ciprés. La pagoda data del siglo XVI y según la leyenda ayuda a las mujeres que la visitan a tener un buen parto. Esto es porque la diosa protectora de los niños y el parto, la Senju Kannon está consagrada aquí. De hecho, se sabe que el emperador Shomu y su consorte la emperatriz Komyo (siglo VIII) ya rezaron en esta pagoda para no tener complicaciones durante el parto.

Al lado, encontramos el templo Taisan-ji, cuyo nombre «taisan» puede significar «buen parto».

Puerta norte y residencia Joju-in

La puerta norte Kita So-mon es una reconstrucción de 1631. Es la típica puerta de madera y acero, con techado de tejas. Mide 4,12 metros de alto.

Por otro lado, la residencia Joju-in fue, en su origen, un templo privado del emperador Go Kashiwabara (siglo XVI). Hoy, merece la pena visitarlo entre el 1 y el 10 de noviembre, momento en que abre al público su espléndido «jardín de la luna», obra de dos de los jardineros de mayor relevancia de la historia de Japón, Soami y Kobori Enshu.

Los mil Jizo

La zona denominada de los mil Jizo o Sentaiseki Butsugun alberga varios Jizo de piedra, algunos muy desgastados ya por el tiempo.

Verás que la gran mayoría están cubiertos de musgo y muchos de ellos están decorados con los típicos gorros o baberos que voluntarios y devotos llevan al templo.

Santuario Kasuga-sha y salón Chuko-do

El pequeño santuario Kasuga-sha es un ejemplo perfecto de la belleza formal del periodo Momoyama. Sin embargo, lo cierto es que fue reconstruido a finales del periodo Muromachi. Y otra muestra de sincretismo, al estar en un recinto budista como es el Kiyomizudera.

El salón Chuku-do, por su parte, es un salón de reciente construcción (data de 1997, según la página web del templo).

Gran Salón de Lectura Daiko-do

El Gran Salón de Lectura o salón Daikodo (大講堂) se construyó en 1978 en conmemoración del 1200º aniversario de la fundación del templo.

En los muros de la Torre de los Tesoros del salón podemos contemplar una huella de Buda, de 3,4 metros de largo, acompañada por 4076 imágenes de los cuatro Budas principales.

Templo Hosho-in y monumento Aterui More no Hi

El templo Hosho-in es otro subtemplo dedicado a Kannon, del que existe poca información.

En el monumento Aterui More no Hi están grabados los nombres de los capitanes de los pueblos del norte de la actual isla de Honshu. Estos pueblos lucharon ferozmente contra la expansión del movimiento aglutinador. El monumento se irguió por la paz de Japón en 1994.

Pagoda Juichijuseki-soto y templo Enmei-in

La pagoda Juichijuseki-soto es una decorativa pagoda de piedra de 11 pisos que encontramos en el camino de bajada y salida del recinto.

El templo de la larga vida o Enmei-in está dedicado a Enmei, el Jizo de la longevidad y la larga vida.

Sennichi Mairi o la peregrinación de las mil visitas

Durante la festividad del Obon, es decir, del 14 al 16 de agosto, tenemos la oportunidad única de visitar el templo Kiyomizudera con una visita que cuenta como una peregrinación de mil días. Es el evento del Sennichi Mairi (千日参り) o evento de las mil visitas, porque durante esos días el poder de la diosa Kannon se amplifica.

Durante estas tres noches, podemos encender una vela en el santuario interior (salón Nainaijin), que suele estar cerrado al público y rezar directamente a la figura de Kannon.

Durante el período del Sennichi Mairi podemos acceder al santuario interior (salón Nainaijin) del salón principal, que normalmente no está abierto a visitas.

Gracias a ello, podemos contemplar una copia de la estatua de 11 cabezas y 1000 brazos de Kannon, el Bodhisattva a quien está consagrado el templo y la principal imagen del templo.

De la misma forma, se puede entrar al salón Zuigu-do (随求堂) para realizar la «peregrinación del útero.

Durante la visita, totalmente a oscuras, lo único que verás es una piedra de forma cilíndrica con un carácter sánscrito tallado. Para acceder a ella tienes que bajar por unas escaleras totalmente a oscuras, agarrándote a una cuerda.

La única zona iluminada, y de forma muy tenue, es esta piedra que simboliza a Daizuigu Bosatsu. Esta peregrinación del útero o tainai-meguri (胎内めぐり) simboliza la «vuelta al útero de la gran madre misericordiosa o bodhi­sattva femenina». Al entrar en la cueva, totalmente a oscuras, uno puede sentirse renacer. La idea

Otras imágenes del recinto:








 

Fuente: https://japonismo.com/ la mejor web informativa sobre Japón. ¡No dejes de visitarla!

 

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