El santuario de Meiji o Meiji Jingū (明治神宮) es uno de los más populares y visitados de la ciudad de Tokio. Además, está dedicado al primer emperador del Japón moderno y su esposa, el emperador Meiji y la emperatriz Shoken.
Situado en un extremo del popular barrio de Harajuku —y casi enfrente de la famosa calle Takeshita-dori— y junto al parque Yoyogi, visitarlo es facilísimo cuando estás por el barrio para ver todos sus atractivos turísticos. No es de extrañar que siempre esté muy lleno de gente, locales y turistas.
Historia del santuario Meiji
El santuario Meiji terminó de construirse en 1921, unos años después de la muerte del emperador y la emperatriz, como señal de agradecimiento al rol de Mutsuhito (el emperador Meiji) durante la llamada Restauración Meiji.
El emperador Meiji llegó al trono en 1867 en un momento en que Japón dejaba atrás el periodo Edo, abriéndose al mundo y a la modernización y occidentalización, tras la recuperación del poder por parte del emperador en 1868 y la caída del shogunato Tokugawa.
El lugar escogido para su construcción fue justo un jardín de lirios que a menudo frecuentaban el emperador y la emperatriz. Desafortunadamente, el santuario fue destruido durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y tuvo que reconstruirse en 1958.
Puntos destacados del santuario Meiji
Con una superficie de 700 000 m2, el santuario está rodeado de un bosque de 120 000 árboles de diferentes especies. Y al estar al lado del parque Yoyogi, en pleno centro de Tokio, es un lugar de descanso y relax ideal, a pesar de estar en una de las zonas más bulliciosas de Tokio.
A continuación, te mostramos aquellos lugares que no deberías perderte en tu visita al santuario, tanto en el Naien (el complejo interior) como en el Gaien (el complejo exterior).
Torii de entrada
La entrada principal al complejo del santuario se realiza a través del gran torii de entrada. Se trata de un torii de madera de estilo myojin, es decir, un torii que tiene el dintel superior curvado.
Fíjate justamente en ese dintel superior, donde verás dieciséis blasones con forma de crisantemo. El crisantemo es el blasón de la familia imperial japonesa, por lo que estos crisantemos muestran la conexión entre la familia imperial y el santuario Meiji.
De hecho, verás el blasón en muchos otros lugares del santuario, como en las lámparas tradicionales, por ejemplo.
Camino Minami-sando
Tras pasar el gran torii de acceso, tendrás que andar por un camino de piedra, cruzando otras puertas torii. En un momento dado, verás a tu derecha un montón de barriles de sake y de vino.
Según parece, el emperador Meiji alentó al desarrollo de la producción de sake, como parte de sus esfuerzos de modernización. Por ello, los miembros de la asociación de productores de sake ofrecen todos los años preciosos barriles tradicionales de sake al santuario para mostrar su respeto a las almas del emperador y la emperatriz.
Por otro lado, durante la modernización de Japón en el periodo Meiji, el país sufrió una fuerte occidentalización. Al emperador Meiji le encantaba el vino francés, razón por la cual en 2006 varias bodegas de la famosa región francesa de Borgoña donaron barriles de vino al santuario. Y desde entonces, se realizan donaciones todos los años como muestra del fuerte lazo cultural entre Francia y Japón.
Gran torii
Pasados los barriles, verás un gran torii a la izquierda. De nuevo se trata de un torii de madera de estilo myojin, pero éste es el mayor torii de este tipo de todo Japón. Mide 12 metros de alto y 17,1 metros de ancho.
El gran torii original se construyó en 1920 usando la madera de un ciprés japonés de 1200 años de Taiwán. Desafortunadamente, el torii fue completamente destruido por un rayo en 1966, pero el gran torii que vemos ahora es una reconstrucción de un ciprés de 1500 años de edad.
Temizu, la ablución
Al final del camino, encontrarás otro torii justo antes del complejo interior. Y al lado, verás el temizu, el espacio para el ritual de purificación con agua que debes realizar antes de entrar al santuario.
Recuerda que existe una etiqueta específica para el temizu: primero te limpias la mano izquierda, luego la mano derecha y finalmente la boca. Sea cual sea tu religión, es de buena educación realizar el ritual antes de entrar en el complejo interior del santuario.
Puerta Minami Shinmon
La puerta Minami Shinmon es la puerta principal de acceso al complejo interior del santuario. Esto se ve claramente en la arquitectura de la puerta, pues es la única puerta de dos pisos (el resto son puertas simples, de un único piso).
La puerta se construyó en 1920 con madera de ciprés japonés (hinoki) y cobre. Es de las pocas estructuras que sobrevivieron a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando pases por ella, fíjate en una especie de patrones con forma de corazón tallados en los accesorios de madera y metal ornamental. Es una especie de amuleto protector contra el fuego.
Salón principal
El Honden o salón principal del santuario es el edificio más sagrado del complejo, donde se encuentran consagradas las deidades del santuario.
El salón está construido siguiendo el estilo nagare-zukuri, con la parte frontal del tejado más larga que la posterior. Para su construcción se usó madera de ciprés japonés y, además, los techos están revestidos de cobre.
El Honden está compuesto de varias estructuras: el salón de plegarias (noritoden), el salón interior (naihaiden) y el salón exterior (gehaiden), donde rezan los visitantes.
Como tantas otras estructuras del complejo, el salón se completó en 1920 pero fue destruido por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y reconstruido en 1958 (momento en el que se incluyó el revestimiento de cobre).
Árboles Meoto Kusu
A la izquierda del salón principal hay dos árboles de alcanfor apodados «meoto kusu» (literalmente, los árboles de alcanfor marido y mujer). Los árboles están unidos por una cuerda shimenawa, que denota que se trata de una unión sagrada según el sintoísmo.
Los árboles se plantaron cuando se construyó el templo en 1920. Y dado que han ido creciendo juntos y sanos a lo largo de los años, hoy son un símbolo de matrimonio sólido y feliz. Por ello, es un punto de interés entre los que buscan pareja o aquellos que se van a casar.
Tablillas ema
A la derecha del salón principal verás el espacio reservado para las tablillas ema. Las ema son pequeñas tablillas de madera en las escribes tus deseos (por una módica ofrenda de 500 yenes en la tienda de amuletos) y que luego cuelgas en los lugares establecidos para ello.
Todas las mañanas, los sacerdotes del santuario ofrecen a las deidades las ema del día anterior en un ritual llamado mikesai. Y cuando se acumulan, se queman en un ritual de fuego para que esos deseos terminen de llegar a las deidades (y haya espacio para nuevas ema).
Las ema tienen diseños diferentes según el santuario. Aquí, suelen estar decoradas con el blasón del santuario o, en Año Nuevo, con el animal del año que entra.
Por cierto, en la tienda de amuletos encontrarás varios tipos de omamori y ofuda. Entre los omamori, los más populares son los sowa-mamori, un omamori especial para tener suerte en el amor que está infusionado con el aroma de árboles de alcanfor.
Kaguraden
A la derecha del salón principal, se encuentra el Kaguraden, un salón para la realización de espectáculos de música y baile sintoístas, en el que también se realizan otro tipo de rituales como, por ejemplo, la primera visita al santuario de un recién nacido o los rituales de la festividad del Shichi-go-san.
Este salón es relativamente reciente, pues se completó en 1993. Dispone de una caligrafía goshuin específica, aunque el salón sólo se puede visitar si acudimos a algún festival o ritual.
Detrás del Kaguraden, cabe mencionar el espacio para los rituales de purificación de vehículos. Cuando la gente se compra un coche nuevo, por ejemplo, o trabaja en transporte por carretera, acuden aquí para que el sacerdote realice un ritual que les libre de la mala suerte y los accidentes.
Explanada Shibachi
En el complejo exterior del santuario (detrás del salón principal) se encuentra la gran explanada Shibachi, un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza en pleno centro de Tokio.
Museo del Tesoro. |
Museo del Tesoro. |
La Tortuga. |
En esta zona, verás el Museo del tesoro (actualmente cerrado) y el Shiseikan Dojo, además del precioso estanque norte (Kita-ike) en el que viven varias especies de patos. Aquí se celebra el ritual nagashi-bina durante las festividades del Hina Matsuri, así que si estás en Tokio el 3 de marzo no deberías perdértelo.
Por cierto, al lado del estanque hay una roca llamada kame-ishi (literalmente, «roca tortuga») por su forma, parecida a la de una tortuga.
Jardín imperial (Gyoen)
También en el complejo exterior del santuario (en este caso, al sur del gran torii) hay un precioso jardín encargado por el emperador Meiji para el deleite de su esposa.
El jardín es especialmente conocido por sus lirios, que están preciosos cuando florecen en junio. Aunque también hay varias azaleas —preciosas de abril a mayo— y arces, espectaculares en otoño. Además, no te olvides de disfrutar de las vistas desde el cenador que hay a orillas del estanque sur.
El santuario Meiji o Meiji Jingu es una visita obligada para cualquier turista que pise la capital nipona. Es una maravilla disfrutar de su arquitectura, relajarse paseando por los senderos del bosque y pasar por debajo de sus grandes torii de madera.
Fuente del texto escrito: https://japonismo.com/blog/viajar-a-tokio-el-santuario-de-meiji, sin duda, la mejor y más completa página sobre Japón.
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