Uno de
los baños turcos más lujosos de la ciudad, los de Cağaloğlu, fueron construidos
por el sultán Mahmut I, en 1741.
Los
ingresos que producía se destinaban al mantenimiento de la biblioteca de
Mahmut, en Santa Sofía.
Los baños
más pequeños de la ciudad tienen un horario diferente para los hombres y las
mujeres. Pero los que son más grandes, como éstos, tienen zonas completamente
separadas. En los baños de Cağaloğlu la zona de hombres y de mujeres están cada
una en un extremo del edificio y se entra por calles diferentes. Tienen tres
zonas: un camekan, un soğukluk y la cámara principal de los
baños o hararet, en cuyo centro hay
una gran losa octogonal para masajes.
Los baños
de Cağaloğlu son muy famosos entre los extranjeros porque el personal se presta
a explicar el proceso.
Los que
no quieren entrar a sudar, pueden acercarse al pasillo de entrada y camekan de la zona de hombres. En él
existe una pequeña exposición del atavío otomano para el baño, como el precario
calzado de madera que usaban las mujeres para venir a los baños, en la que
solía ser su única salida de los confines de su casa. También es posible
sentarse a beber algo junto a la fuente del tranquilo camekan.
Fuente:
Guías Visuales El País Aguilar.
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