La Iglesia de San Salvador en Chora, San Salvador en
Cora o de San Salvador de Chora (en griego Μονή Χώρας y en turco Kariye
Kilisesi (Iglesia) o Kariye Camii (Mezquita)) está considerada como uno de los
más bellos ejemplos de Iglesia bizantina que pueda contemplarse en la
actualidad. Está situada en el distrito de Edirnekapi de Estambul, intramuros
de la muralla de Teodosio y cerca de una de sus puertas. En el siglo XVI,
después de la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos, fue
reconvertida en mezquita hasta que en 1948 se transformó en museo (En turco:
Kariye Müzesi). El interior está ricamente cubierto por mosaicos y frescos.
Originalmente existió un
monasterio que se fundó en el siglo IV en una acrópolis en el lugar donde se
encontraron las reliquias de San Babilas (Obispo de Antioquia que murió
martirizado durante la persecución de Decio) y 84 de sus discípulos. La iglesia
del monasterio estaba consagrada a Cristo con el nombre de Iglesia del Sagrado
Salvador en el Campo (En Griego: ἡ Ἐκκλησία του Ἅγιου Σωτῆρος ἐν τῃ Χώρᾳ, hē
Ekklēsia tou Hagiou Sōtēros en tē Chōra). Chora se refiere a que estaba situada
a extramuros de la muralla de Constantino (en el campo, en el extrarradio).
Cuando la muralla de Teodosio fue erigida entre los años 413-414, la iglesia se
encontraba entonces dentro de los muros defensivos de Constantinopla, pero
siguió conservando su apelativo de Chora. Este nombre también podría tener un
sentido más simbólico, ya que al contemplar los mosaicos del nártex se describe
a Cristo como la Tierra de la Vida (ἡ Χώρα των ζώντων, hē Chōra tōn zōntōn) y a
María como Contenedora de lo Incontenible (ἡ Χώρα του Ἀχώρητου, hē Chōra tou
Achōrētou).
Justiniano I empezó a reconstruir
la Iglesia alrededor del año 536 pero no pudo terminarse totalmente por un
terremoto que se produjo el 6 de octubre de 557. El emperador ordenó entonces
la construcción de un monasterio e iglesia de mayor tamaño, dedicando una de
las tres capillas a María. En el siglo VIII, durante el período iconoclasta,
sufrió grandes daños en las imágenes representadas.
Sin embargo, la mayoría de lo que
puede verse hoy día data de 1077-1081, cuando María Dukaina, suegra de Alejo I
Comneno reconstruyó la Iglesia de San Salvador en Chora en forma de cruz griega
inscrita, un estilo aparecido en aquella época y que servirá posteriormente de
modelo para las iglesias ortodoxas hasta el siglo XVIII.
A principios del siglo XII, la
Iglesia sufrió un derrumbe parcial, probablemente debido a un terremoto. Fue
entonces reconstruida por el príncipe Isaac Comneno, el tercer hijo de Alejo I.
A principios del siglo XIII, fue saqueada por los Cruzados. No fue sino a
partir de la tercera fase de construcción en el siglo XIV en que la Iglesia
adquiere el aspecto que tiene en la actualidad. El poderoso hombre de la corte
de Andrónico II Paleólogo, Teodoro Metoquites, un intelectual de la época añade
el exonártex y el paraclesion (cripta) de la Iglesia y dota a San Salvador en
Chora de mosaicos y frescos, estableciendo una historiografía cronológica
religiosa. Esta impresionante decoración interior fue realizada entre 1315 y
1321. Los mosaicos son uno de los mejores ejemplos del Renacimiento Paleólogo.
Los artistas siguen siendo desconocidos. En 1328 se produjo un golpe de estado
en el que Andrónico II debe abdicar a favor de su nieto Andrónico III Paleólogo
y Teodoro Metoquites es condenado al exilio en Didymoteicha en Tracia. Se las
ingenia , dos años más tarde, para ser autorizado a volver a Constantinopla con
la condición de que viviese como monje en el mismo Monasterio de Chora, donde
murió en 1332.
Durante el último asedio de
Constantinopla en 1453, el Icono del Theotokos Hodegetria (La que muestra el
camino), considerado protector de la Ciudad, se llevó a Chora como ayuda para
los defensores contra el asalto de los Otomanos.
Después de la conquista de
Constantinopla por los Turcos, Atık Ali Paşa, gran visir de Bayaceto II
transformó la Iglesia en Mezquita — Kariye Camii en 1511. Debido a la
prohibición de representar al Hombre en el Islam, se recubren los frescos y
mosaicos con una capa de yeso para ocultarlos, sin llegar a destruirlos, aunque
esto, junto con los terremotos, frecuentes en la zona, han dejado su huella en
las imágenes.
En 1948, Thomas Whittemore y Paul
A. Underwood, del Byzantine Institute of America (Instituto Bizantino de
America) y del Centro Dumbarton Oaks para Estudios Bizantinos, patrocinaron un
programa de restauración. A partir de entonces, el edificio dejó de ser
mezquita y en 1958 se abrió al público convertido en Museo — Kariye Müzesi.
La Iglesia es pequeña comparada
con otras iglesias de Estambul (tiene una superficie de 742,5 m²), pero lo que
pierde en tamaño se compensa con creces por la majestuosidad del interior, como
es frecuente en la Arquitectura bizantina. El edificio consta de tres partes
principales: Nártex o vestíbulo, Naos o cuerpo principal de la Iglesia y el
Paraclesion o capilla adyacente funeraria. El nártex a su vez se divide en dos
partes: el nártex interior o esonártex y el nártex exterior o exonártex que son
contiguos. El esonártex formaba parte de la construcción original.
El templo tiene seis cúpulas, dos
en el Esonártex, una en el Paraclesion y tres en la Naos. La cúpula más grande,
de 7,7 m de diámetro se encuentra en el centro de la Naos.
Los mosaicos y frescos presentes
en el Museo son, por su calidad y cantidad, una de las obras pictóricas más
importantes legadas por los artistas bizantinos. Se realizaron
contemporáneamente a la época de Giotto y se pueden notar similitudes con el
realismo y la vitalidad que son la marca del Prerrenacimiento aunque si se
examinan los detalles de su ejecución, las diferencias son importantes. Las
pinturas italianas de la época no comparten el trazo tradicional, muy
estilizado, del arte bizantino. Los graciosos movimientos de los personajes dan
a sus representaciones una ligereza y elegancia incomparable, por otro lado
subrayadas por una fresca coloración. Además la vasta gama de temas bíblicos
dan una idea de la fuerza creadora de los maestros bizantinos a pesar del orden
iconográfico impuesto. El tema principal de estos mosaicos, ricos en detalles,
es la encarnación de Dios en Hombre y la salvación aportada a los Hombres. La
resurrección de Cristo es el motivo central de los frescos de la capilla
funeraria y viene a completar esta noción de salvación.
Exonártex
Exonártex o nártex exterior. La
portada principal occidental de la Iglesia se abre al exonártex, corredor
transversal de 4 m de ancho por 23 de largo, que está parcialmente abierto a lo
largo de la cara oriental al paralelo esonártex. Al sur, el exonártex se abre,
a través del esonártex, formando una ante cámara del paraclesion. Al entrar, la
mirada te lleva enseguida a la representación del Cristo Pantocrátor por encima
del pórtico del nártex interior. En el lado opuesto, encima de la entrada
principal, se encuentra la Virgen María: La Iglesia está dedicada así a Cristo
y a María.
Esonártex
El esonártex (o nártex interior)
es similar al exonártex, corriendo paralelo a él. Igual que el anterior, el
esonártex tiene 4 m de ancho pero es ligeramente más corto, 18m. Su puerta
central oriental se abre a la Naos, mientras otro pórtico en el extremo sur se
abre a la ante cámara rectangular del paraclesion. En su extremo norte, una
puerta lleva a un corredor que va de oeste a este y que corre por el lateral
norte de la naos hasta la capilla de la Prótesis. El esonártex tiene dos
cúpulas, la pequeña, encima de la entrada al corredor norte y la mayor está
situada en el medio de las entradas a la naos y al paraclesion. Después de franquear
el nártex exterior se puede ver el mosaico que representa al benefactor de la
Iglesia, Teodoro Metoquites, arrodillado y con turbante, que la presenta a
Cristo. Dos iconos de San Pedro y San Pablo, en mosaico, franquean el pasillo.
La cúpula meridional muestra un Cristo Pantocrátor y su genealogía, la del
norte presenta a María y sus antepasados.
En la bóveda bajo la cúpula del
esonártex, el ciclo, que contaba originalmente con 20 escenas, comienza con la
vida de María que era muy popular en la Edad Media. El ciclo de imágenes en el
nártex exterior comienza con la infancia de Jesús y prosigue en el nártex
interior con la representación de los milagros públicos de Cristo.
Naos
Los pórticos centrales del
esonártex conducen al cuerpo principal de la Iglesia, la Naos. La mayor cúpula
de la iglesia (7,7 m de diámetro) se localiza en el centro de la naos. Dos
cúpulas de menor tamaño flanquean el modesto ábside: la del norte se localiza
sobre la prótesis que la enlaza sobre un pequeño pasillo a la bema o tribuna
elevada; la cúpula sur se localiza sobre el diaconicon, al que se llega a
través del paraclesion. La Dormición de la Virgen o (Koimesis de la Virgen) se
representa en un mosaico por encima de la puerta central de la nave. El niño
que tiene el Cristo detrás simboliza su alma. Este mosaico de composición
clásica es el único representante que nos ha llegado de un conjunto de mosaicos
que representan las Doce Fiestas y que ocupaban toda la nave. Sin mobiliario y
desprovisto de otras decoraciones, la naos no deja más a la vista que el mármol
que lo decora y da una impresión de frialdad, reforzada por los tonos azules y
verdes de las venas del mármol así como su escasa iluminación.
Paraclesion
A la derecha del exonártex, se
abre la capilla adyacente o paraclesion. El paraclesion se utilizó como capilla
funeraria para enterramientos de familias o para contener monumentos
conmemorativos. En la pared norte se encuentra el arcosolio con la tumba de
Teodoro Metoquites y en el arcosolio de la pared sur su amigo y Gran
Condestable de la Corte de Andrónico II, Miguel Tornikes. La cúpula que
contiene es la segunda por tamaño de la Iglesia (4,5 m de diámetro) y se sitúa
en el centro del paraclesion. Un estrecho pasillo une el paraclesion a la naos
y a los lados se encuentran un pequeño oratorio y un almacén. Las paredes y los
techos del paraclesion están principalmente recubiertos de frescos. Al fondo
del paraclesion, en el ábside, se encuentra la obra maestra de la iglesia: un
fresco que representa la Bajada a los Infiernos o "Anastasis", donde
aparece Cristo que saca a Adán y Eva de sus sepulcros, Juan el Bautista, David
y Salomón…
Fuente: Wikipedia.