miércoles, 20 de agosto de 2025

Monasterio de Sant Pere de Rodes, Rodes.













































Historia y orígenes legendarios

La primera referencia documental aparece en el año 878, cuando el lugar era una simple celda monástica vinculada a Sant Esteve de Banyoles.

En torno al año 945, el cenobio alcanzó autonomía bajo el primer abad Hildesind y comenzó su auge como importante centro espiritual.

Desde entonces, adquirió poder y riqueza, especialmente gracias al respaldo de condes de Empúries y bulas papales que lo convirtieron en destino de peregrinaje.

 

Auge, esplendor y declive

Entre los siglos X y XIV, el monasterio vivió su apogeo: se edificaron la iglesia, claustros y demás dependencias monacales, destacando su monumentalidad arquitectónica.

Sin embargo, a partir del siglo XIV comenzó una progresiva decadencia por estragos como la Peste Negra, conflictos bélicos, saqueos, piratería y bandolerismo.

En 1797-1798, los monjes abandonaron el lugar. Posteriormente, sufrió el expolio sistemático—destaca el robo de la Biblia de Rodes—y fue utilizado como cantera hasta su declaración como Monumento Histórico Artístico en 1930, lo que desencadenó su restauración.

 

Arquitectura y patrimonio artístico

Arquitectónicamente destaca como un ejemplo excepcional del románico catalán, con influencias carolingias, tardorromanas y prerrománicas.

La iglesia, consagrada en 1022, tiene planta de cruz latina, triple ábside, deambulatorio y bóveda de cañón sobre columna doble con capiteles estilo corintio.

El claustro inferior del siglo XI fue descubierto en 1989 bajo el superior, reconstruido por completo: ambos ofrecen una lección única de la evolución arquitectónica monacal.

El campanario (finales del XI) y la torre defensiva (siglo X) confieren al conjunto un carácter fortificado; ambos alcanzan los 27 metros de altura.

La portalada obra del Maestro de Cabestany en mármol blanco, aunque fragmentaria hoy, sigue siendo ejemplo de la excelencia escultórica medieval.

Otros espacios de interés: la cripta, sala capitular, refectorio, dependencias como la despensa, huertos y la bodega renacentista vinculada al auge de la viticultura local (siglos XVII-XVIII).

En una excavación reciente (1989), se halló un tesoro de 658 monedas de oro y plata fechadas entre los siglos XIV y XVI; hoy se custodia en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).

 

Contexto paisajístico y cultural

El monasterio se ubica en un entorno privilegiado, sobre terrazas en la ladera, con vistas panorámicas al Cap de Creus y el mar Mediterráneo, y en un parque natural lleno de referencias medievales (Santa Creu de Rodes, castillo de Verdera).

Formaba parte de una ruta de peregrinaciones que llegaba a Roma o Tierra Santa; además, fue el punto de partida de una variante del Camino de Santiago en tiempo medieval gracias a privilegios papales.

Más allá de lo religioso, era un centro económico y político regional, rayano entre lo espiritual y el poder condal.

 

Experiencia de visita y guía turística

Hoy en día, es uno de los rincones más visitados del Alt Empordà. Se puede acceder en coche y continuar a pie por caminos que permiten admirar el entorno natural y arquitectónico.

 

El horario de visita es variable según la temporada:

1 junio – 30 septiembre: de 10:00 a 20:00 h

1 octubre – 31 mayo: de 10:00 a 17:30 h; cierre de taquilla 30 minutos antes.

 

Tarifas: general 6 €, reducida 4 €; menores de 16 años, desempleados o colectivos específicos, acceden gratis.

Es parte de un conjunto monumental que incluye el castillo de Verdera y el poblado medieval de Santa Creu de Rodes.

 

Conclusión viajera y cultural

El Monasterio de Sant Pere de Rodes es un fascinante cruce entre arquitectura excepcional, historia de poder espiritual y medieval, y paisaje sobrecogedor. Ver sus naves elevadas, caminar entre los claustros superpuestos, admirar sus torres y rodearte del aire del Cap de Creus es sumergirse en siglos de historia viva. Es una parada imprescindible para amantes del arte románico, la historia catalana y la contemplación del vínculo entre naturaleza y cultura.


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