Una "Bet-ha-Knesset", una sinagoga, nunca ha sido un lugar exclusivamente de oración, sino también un lugar de reunión, para aprender y enseñar. La nueva Sinagoga, situada en la Oranienburger Straße, con su Centrum Judaicum es hoy uno de los lugares más importantes de la vida judía de Alemania. Hubo una época en que la Nueva Sinagoga era el templo judío más grande y lujoso de Alemania, y al mismo tiempo expresión consciente de la burguesía judía establecida en la ciudad. El edificio conservado, construido en estilo árabe de 1859 a 1866 bajo las órdenes de Eduard Knoblauch era, con su refinada construcción de acero de la galería y el techo y con su hábil interiorismo, era una referencia de la ingeniería y la arquitectura del momento. La gran nave principal y las galerías podían acoger hasta 3000 fieles. Una gran cúpula dorada, visible en la lejanía, coronaba el edificio, cuya fachada de entrada, ostentosamente adornada con ornamentos de ladrillo está flanqueada por dos torres, igualmente con cúpulas doradas. La sinagoga sufrió serios daños en la noche del Pogrom, en 1938, debido a la resuelta entrada de los jefes de la policía de la comisaría, y nuevamente debido a las bombas de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se dinamitó el espacio de la sinagoga en 1958, no quedaban más que algunos trozos del edificio tirados por la calle. En mayo de 1995 se reabrió el edificio con la exposición permanente "Tuet auf die Pforten”. La exposición permanente muestra la historia del edificio y de la vida relacionada con el mismo. Un paseo por la exposición permite, a través de sus documentos y piezas expuestas, formarse una idea de las diversas formas de vida judía en esa parte de Berlín por aquel entonces. Las enormes dimensiones de la antigua sinagoga se pueden adivinar en la superficie al aire libre tras la parte restaurada del edificio.
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