Casino.
Trouville-sur-Mer.
Ya en 1826, los primeros artistas
románticos descubrieron este pueblo sobre el estuario del río Touques, a los
pies de verdes colinas. Entre ellos estaba Alexandre Dumas y, en 1836, el
adolescente Gustave Flaubert. Pero sobre todo numerosos pintores, dispuestos a
plasmar sobre el lienzo los colores del mar y las infinitas “impresiones de luz”.
Gracias a la cercanía de la capital y a la playa de fina arena, Trouville se
transformó en una localidad elegante y mundana, con chalets de madera que
recordaban a las cabañas suizas, hoteles semejantes a castillos al borde del
mar (Hôtel des Roches Noires, 1868), un casino de estilo Luis XVI, villas
eclécticas y orientalizantes. La Villa Montebello, construida en 1870 en un bellísimo
paraje (vistas de las playas de Trouville y Deauville) alberga un museo
dedicado a la ciudad y a su desarrollo turístico; las pinturas expuestas
testimonian la atracción que el lugar ha suscitado en artistas de enorme fama
como Eugène Boudin, Honoré Daumier y Raoul Dufy.
Fuente: Guía Total Normandía y Bretaña. Anaya Touring.
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