Esta legendaria gasolinera ha sido restaurada e incluida en el programa de preservación de la Route 66. Si tenemos suerte de encontrarla abierta nos mostrarán su taller interior, con la nevera de hielo que utilizaban para refrescar Coca-Cola y cuyos cascos todavía conservan, además de otros enseres de la época.
En 1932, Patrick O’Donnell compró la parcela para construir la gasolinera y dejársela a su hijo como negocio de venta de productos de Standard Oil, una conocida petrolera de Ohio. En 1940 se convirtió en estación de servicio de Phillips 66 ubicada en la Route 66. Fue conocida a partir de entonces como la Texaco. En aquella época se abrieron hasta diez estaciones de servicio en pocas millas alrededor por el éxito de la Route 66, aunque en 1946 se construyó una carretera paralela, y gran parte del tráfico se empezó a desplazar hacia ella. En 1977 se abrió oficialmente la Interstate 40 dando por clausurada la 66, lo que llevó al cierre de todas las gasolineras de la zona.
Bob Close, su último dueño, intentó mantenerla con reparaciones de automóviles y otros servicios hasta 1999, año en el que el pueblo de Odell decidió adquirirla con el fin de restaurarla y mantenerla como emblema de la Route 66.
En 1995 la ROUTE 66 Illinois HALL of FAME se interesó mucho por la gasolinera y la declaró uno de los puntos históricos el 9 de noviembre de 1997.
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