miércoles, 23 de enero de 2019

Biserica Patriarhei y Palatul Patriarhei (Basílica Catedral y Palacio Patriarcal). Bucastest. Rumanía.

Palacio Patriarcal (izqda) y parte posterior de la Basílica Catedral Patriarcal.


Palacio Patriarcal (izqda) y parte posterior de la Basílica Catedral Patriarcal.
  
Palacio Patriarcal (izqda) y parte posterior de la Basílica Catedral Patriarcal.
 


Basílica Catedral Patriarcal (izqda) Palacio Patriarcal (dcha).
 

Palacio Patriarcal.


Basílica Catedral Patriarcal.
 
Arcos de entrada a la Basílica Catedral Patriarcal.
 
Entrada a la Basílica Catedral Patriarcal.
 

Basílica Catedral Patriarcal y Biserica Pelerinului-Pangarul Catedralei Patriarhale ala fondo a la izqda.
 

Biserica Pelerinului-Pangarul Catedralei Patriarhale.
 





Coronando el Dealul Mitropoliei, una colina que ofrece buenas vistas y es zona peatonal, se levanta el complejo de la catedral ortodoxa, Biserica Patriarhei, y el palacio del Patriarca, Palatul Patriarhei, construido más tarde, pero ambos como sede y primera iglesia en importancia del culto ortodoxo en Rumanía. La catedral se empezó a construir en 1656 bajo el mandato del voivoda Constantin Basarab, es de planta trilobulada y con torres acabadas en cúpulas, que recuerdan a la catedral de Curtea de Arges. En su exterior una fachada con arquerías abre un espacio a modo de soportal que recorre todo el edificio. La iglesia ha vivido varias restauraciones y muchos detalles originales se han perdido. En el interior hay pinturas interesantes y un fresco de Belizarie, aunque lo que realmente destaca es el fabuloso iconostasio. En el culto ortodoxo, el cargo jerárquico eclesiástico más importante en cada región (en sus tiempos voivodatos) es el metropolita, y el palacio Patriarhei es la residencia oficial del cargo. El palacio resulta mucho más grande que la catedral, se terminó de construir en 1907 –obra del arquitecto rumano Dimitru Maimarolu- y atiende a varias influencias artísticas, conformando un collage de estilos que da un aspecto ecléctico pero poco original. La mezcla se explica en parte porque empezó a edificarse originalmente a principios del siglo XVIII y ha tenido varias rehabilitaciones y sobre todo ampliaciones. El interior no se puede visitar, pero el vestíbulo de entrada tiene pinturas de Petrascu y una puerta de madera del siglo XVII finamente labrada y conservada. 

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