Lámpara del Teatro C.A.Rosetti.
Teatro C.A.Rosetti.
Sala de reuniones Nicolae Bălcescu.
Entrada del 13 de septiembre.
Entrada del 13 de septiembre.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El 'hall' Alexandru Ioan Cuza.
El Centrul Civic.
El terremoto de 1977 que destruyó
algunos edificios de los barrios antiguos que se asentaban al sur del
Dâmbovita, junto con la visión megalómana de los Ceausescu, precipitó el
proyecto del Centru Civic, que empezó a construirse en 1984. La obra, además
del palacio del Pueblo, incluía toda una avenida de edificios ministeriales, el
B-dul Libertatii, a uno y otro lado del palacio y urbanizó la conexión con el
centro histórico a través de B-dul Unirii.
Supuso derribar más de 8 km2 y casi
10.000 edificios construidos en el siglo XIX. Para 1989 el proyecto había sido
ejecutado en sus líneas principales aunque los interiores de algunos edificios,
incluido el palacio del Pueblo, se terminaron más tarde. El B-dul Unirii, de
100 m de ancho, recuerda intencionadamente a los Parques Elíseos de París, con
una sucesión de fuentes y ordenados parterres de flores en un interminable raíl
vegetal de 4 km, que llega hasta la Piata Unirii, a dos pasos de la Curtea
Veche, es un tributo a la Bucarest de Principios de siglo, cuando la influencia
francesa más se hizo notar en lo arquitectónico.
El Palatul Parlamentului es el centro
evidente del proyecto. Las dimensiones sobresalen tanto como para ser el
segundo edificio civil –si el Pentágono puede considerarse civil- más grande
del mundo: 270 m x 240 m y más de 86 m de alto. Tiene 13 pisos sobre el suelo y
4 bajo tierra, incluido un búnker antinuclear. Cuenta con un total de más de
1.000 habitaciones, algunas tan grandes como para albergar un campo de fútbol
dentro. Uno de los vestíbulos de la parte alta incluso tiene un mecanismo en el
techo que se abre para permitir aterrizar un helicóptero.
La idea original era albergar oficinas
del partido, ministerios y apartamentos para altos funcionarios. Los materiales
que se utilizaron fueron exclusivamente hechos o extraídos en Rumanía y a pesar
del enorme despilfarro de espacio y energía, un estilo cuidado en la
ornamentación, congruente y con detalles elegantes se puede ver en toda la
visita: las maderas de las puertas y paneles están finamente labrados, las
alfombras –algunas de más de una tonelada de peso- son de una claidad sobresaliente,
los mármoles, el pan de oro de los acabados y las lámparas –que suman más de
5.000 y que quedan lejos del proyecto original que presupuestaba 12.000- son
sencillamente deslumbrantes en su trabajo, su acabado y su sujeción al techo,
no en vano alguna soporta más de 2,5 t. Cuentan que Elena Ceausescu, que se
encargó personalmente de la decoración de algunas salas, mandó rehacer las
escaleras hasta 3 veces para que diesen con la altura más adecuada para su
paso. Otra curiosidad es que en cada estancia hay una loseta que indica,
esquemáticamente en qué parte del edificio nos encontramos.
La visita guiada (no se puede visitar
por libre) dura unos 45 minutos, y lleva por distintos salones y pasillos, las
cámaras de representantes si no hay plenario, la bella sala Unirii, donde se
casó Nadia Comaneci en 1996 y acaba en la famosa sala Ion Cuza, desde cuyo
balcón se contempla el B-dul Unirii y a derecha e izquierda, el B-dul
Libertatii, el conjunto de edificios ministeriales y burocráticos que parece
que ponen todos sus sentidos en atender al colosal proyecto central de
Ceausescu. En la obra trabajaron directamente más de 20.000 personas y el
proyecto requirió de la dedicación de 700 arquitectos.
Actualmente se utiliza como sede del
parlamento, del senado, como centro internacional de conferencias y con fines
turísticos.
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