Ciudadela siempre ha tenido en gran
estima esta pequeña iglesia, de estilo barroco, sencillo y de buen gusto, con
crucero, cúpula con tragaluz, dos capillas laterales. Las proporciones muy
medidas y la decoración favorecen el recogimiento espiritual y crean un clima
propicio para la plegaria. En 1661 el prodigio del sudor de la figura de Jesús
crucificado despertó una devoción intensa hacia la sagrada imagen.
Un año después de los primeros
acontecimientos mencionados empezaron a construir, con gran diligencia, la
iglesia del Santo Cristo, que se acabó en mayo del 1667. Sobre la puerta se
puso el escudo de armas de Felipe IV esculpido en piedra. A mediados del siglo
XVIII se hizo un pequeño camarín, al cual se accedía desde la sacristía, para
que la gente pudiera ir a besar los pies del Santo Cristo.
El retablo barroco, de unos cinco metros
de altura, que está presidido por la figura del Santo Cristo, consta de una
predela con un relieve de piedra, de un cuerpo central donde se sitúa el
camarín, y del cuerpo superior que tiene en el centro la pintura de un velo con
el santo rostro de Cristo. Parece ser que éste ya existía antes de la
construcción del camarín y se le considera de finales del siglo XVII. La
predela contiene un bajorrelieve de piedra policromada que representa un
episodio de la pasión de Cristo. Éste es más antiguo, de finales del siglo XVI,
y se debió incluir en el retablo durante su construcción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario