El Castillo de Praga (Pražský Hrad) no es solo uno de los símbolos de la ciudad y la República Checa, sino que también se considera el castillo más grande del mundo: su superficie, de hecho, cubre 18 hectáreas (unos 70.000 metros cuadrados) e incluye varios patios y numerosos edificios de prestigio.
No puedes decir que has visto Praga sin haber dedicado un tiempo a descubrir su hermoso castillo, que domina la vista gracias a su posición elevada y las imponentes murallas que lo rodean.
Si está planeando un viaje a Praga, esto es lo que debe esperar al visitar su famoso castillo.
Historia
El Castillo de Praga fue fundado en el 880 d.C. por voluntad del príncipe Bořivoj.
A lo largo de los siglos ha sufrido grandes cambios, hasta el punto de convertirse en lo que es hoy: un símbolo absoluto de la nación, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el castillo más grande del mundo.
Fue la primera sede de los príncipes de Bohemia, de los sucesivos reyes y obispos a lo largo de los siglos.
Su período de mayor esplendor coincide con el reinado de Carlos IV (1346-1378), cuando se convirtió en un lugar fundamental para el Sacro Imperio Romano Germánico: en este período, el castillo se fortificó aún más y se anexó la Catedral de San Vito.
Por otro lado, durante el reinado de Wenceslao IV se produjo un deterioro del abandono del complejo, debido al estallido de las guerras husitas (entre 1419 y 1437).
El destino del complejo cambió con la llegada del rey Vladislao Jagiellon, quien lo eligió como su residencia y construyó nuevas fortificaciones y torres de vigilancia.
Él fue el responsable de la modernización del Palacio Real y de la introducción del estilo renacentista en la tierra checa a través de la construcción del Vladislaus Hall.
En 1526, cuando los Habsburgo conquistaron el trono de Bohemia trasladando la sede de la monarquía a Viena, el castillo dejó de funcionar como residencia real y se convirtió en un lugar de recreo.
La construcción del Jardín Real, el Belvedere y la Sala della Pallacorda se remonta a este período, así como una serie de residencias al oeste del Antiguo Palacio Real.
Este clima de ligereza duró poco menos de 50 años, ya que en 1575 el recién coronado soberano Rodolfo II trajo la corte de regreso a Praga con grandes planes para el Castillo; uno sobre todo, la idea de transformarlo en un elegante centro de poder, donde albergar encuentros de ilustres personalidades.
Saqueado y dañado durante la Defenestración de Praga en 1618, el Castillo de Praga sobrevivió los siguientes tres siglos enfrentando destinos alternativos.
Tres siglos más tarde, en 1918, tras la caída del Imperio Austro-Húngaro, resurgió una vez más de sus cenizas, dando la bienvenida a Tomáš Garrigue Masary como el primer presidente de Checoslovaquia independiente.
Actualmente, sede del Jefe de Estado checo, esta pequeña ciudadela fortificada representa el monumento cultural nacional más importante de la República Checa, un tesoro de valiosos objetos de arte, archivos históricos y joyas de la corona de Bohemia.
Desde 1989 es accesible al público.
Qué ver en el castillo: itinerario
Hay tanto que ver en el Castillo de Praga: se tarda casi un día entero en visitarlo.
→ Primera corte, gigantomaquia y cambio de guardia
Nuestro recorrido por el Castillo de Praga comienza en Hradčanské náměstí, la plaza donde se encuentra la puerta de entrada principal: las dos grandes estatuas ubicadas a los lados reproducen fielmente la gigantomaquia, mientras que la inscripción que lo adorna (MTI) hace referencia a María Teresa Emperatriz. Más allá de las puertas está la corte de honor (primera corte).
Como en cualquier castillo digno de ese nombre, el cambio de guardia tiene lugar en el Castillo de Praga: cada hora, desde las 5 a las 23, se lleva a cabo una ceremonia durante la cual los soldados que tienen la tarea de custodiar se dan el intercambio.
Claro, no es tan grandioso y solemne como el del Palacio de Buckingham, pero sigue siendo un espectáculo digno de ver.
Si se encuentra cerca del patio de entrada al mediodía, puede admirar la ceremonia del cambio de guardia acompañada de una fanfarria.
→Segundo patio, Capilla de la cruz, Galería Rodolfina y Salón Español→ Tercer patio y Catedral de San Vito
→ Palacio Real
→ Plaza, monasterio y basílica de San Jorge
→ Callejón del Oro, Torre Daliborka y Torre de la Pólvora
→ Palacio Lobkowicz, Jardines Reales, Belvedere y Fuente Cantante
Gigantomaquia. |
Primer Patio. |
Primer Patio. |
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