miércoles, 26 de septiembre de 2018

Castillo de Bran. Rumanía.















































Castillo de Bran.

Aunque es conocido como el castillo de Drácula y es una de las principales atracciones del país, no se ha podido demostrar que el famoso Vlad III de Muntenia, o Vlad Tepes, pasara aquí mucho tiempo. La única noticia histórica fiable que consta es que dicho príncipe conquistó Bran en el transcurso de una disputa con los comerciantes de Brasov en 1459. Sobre un alto promontorio rocoso de más de 60 m de altura, funcionó como bastión defensivo y como puesto de aduana entre Valaquia y Transilvania en los tiempos en que ambas regiones eran principados independientes.

Para visitar el castillo es recomendable escoger las horas de menos afluencia de público –un buen momento es justo al abrir sus puertas-, pues la visita está llena de pequeñas escaleras empinadas, angostos pasadizos y recovecos que hacen incómodo el tránsito cuando hay mucha gente. El interior del castillo después de la restauración llevada a cabo se presenta con un aspecto muy similar al que debió de tener en la época de la reina María, su más famosa inquilina, que a comienzos del siglo XX lo amuebló y decoró en un particular estilo.

El acceso al edificio se realiza subiendo una escalera que, a través de una puerta de estilo gótico, da paso a la torre vigía, cuya entrada debió estar protegida por una gran reja. Desde aquí se sale a un patio al que se abren la sala de la Guarnición y la sala de la Cancillería, decorada con mobiliario renacentista. Atravesando una zona de paso, se encuentra la capilla del príncipe Mircea, cuyo interior lamentablemente no se puede visitar.

Ya en el primer piso, un recibidor abovedado da acceso a diversas estancias como la habitación de la Reina María –decorada profusamente con objetos sagrados y motivos florales-, la sala Gótica y el salón Grande, acondicionado también por la reina en el periodo de entreguerras.

En la tercera planta pueden visitarse el llamado salón Biedermeier, por el estilo del mobiliario que lo decora, el dormitorio del rey Ferdinand, en estilo barroco completado por numerosos objetos de culto, un comedor, el salón neorrococó, repleto de dorados y tejidos florales, y una habitación con mobiliario rústico realizado entre los siglos XVIII y XIX por artesanos austríacos que se inspiraron en la época barroca.

Por último, en la cuarta planta, se ubica la sala de los trofeos de caza, el dormitorio del príncipe Nicolás, que se abre al paisaje desde un pequeño balcón, y una sala dedicada a la memoria de la Reina María que tanta influencia ejerció sobre el destino del castillo.

La visita también incluye una sección etnográfica al aire libre, ubicada en el parque cercano al castillo, en la que se recrea la vida campesina de la zona con casas tradicionales de madera y otros edificios propios de la actividad rural. También se muestra una completa colección de cerámica y de iconos procedentes de famosos centros productores de la región, como Tohan, Brasov y Nicula.

La leyenda del conde Drácula.

Drácula, la novela escrita en 1897 por Bram Stoker se convirtió en la obra maestra de la literatura de terror, reconocida por la crítica, público y autores coetáneos. El tiempo ha dado la razón a Stoker y su personaje abrió las puertas a uno de los tópicos más usados en el género de terror: el vampirismo. La fuerza de la novela ha dado para cientos de películas y nuevas historias de vampiros, aunque el peso del original es incuestionable. Dicen que el autor debe la fama de su novela a un famoso erudito húngaro, que le asesoró en la creación del personaje, rescatando las historias de Vlad Tepes, El Empalador, y su lucha contra los otomanos. Pero el halo victoriano y refinado que dio a su personaje, más parecido a un ilustrado aristócrata, poco tienen que ver son la personalidad tosca y sádica del que fuese voivoda de Valaquia y uno de los gobernantes más apreciados del país con el correr del tiempo.

Más información detallada sobre Vlad Tepes y su dinastía:
https://reyesydinastias.blogspot.com/2014/08/vlad-iii-tepes-de-valaquia-el-dracula.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario