Orígenes y fundación
El monasterio fue fundado en el año 912 (o al menos esa es la fecha tradicional) en el valle del río Arlanza, en el municipio de Hortigüela (provincia de Burgos, Castilla-y-León).
La fundación se atribuye al conde Gonzalo Fernández (o al menos se le vincula junto a su esposa) y/o al conde Fernán González, figura clave del condado de Castilla.
El monasterio surge en un contexto de expansión del poder condal castellano y de reorganización religiosa en la Alta Edad Media, lo que explica que se le haya llamado también “la cuna de Castilla”.
Desarrollo, prosperidad y esplendor
Hacia el siglo XI-XII, el monasterio alcanza un notable auge. Por ejemplo, la iglesia primitiva conservada empezó a construirse en 1080.
En ese momento románico se levantan estructuras importantes: iglesia con tres naves y tres ábsides semicirculares, torre, claustro, etc.
El centro monástico se enriqueció con donaciones, tierras, privilegios, lo que permitió su crecimiento espiritual, económico y arquitectónico.
Funciones y contexto histórico
El monasterio pertenecía a la orden benedictina o estaba influido por ella, y se convirtió en uno de los centros monásticos más relevantes del reino de Castilla.
Fue lugar de enterramiento de figuras importantes del condado de Castilla: se dice que Fernán González y su esposa Doña Sancha fueron sepultados aquí.
En los siglos siguientes se realizaron modificaciones arquitectónicas, incluidas fases góticas y posteriores, lo que da al conjunto una estratificación histórica visible.
Decadencia, abandono y estado actual
Con la desamortización eclesiástica de Juan Álvarez Mendizábal en 1835, el monasterio sufrió el abandono y posterior expolio de muchas de sus dependencias.
El archivo monástico quedó destruido en un incendio en marzo de 1894, lo que dificulta hoy reconstruir con total precisión su historia.
Actualmente se encuentra en estado de ruina (aunque visitable en parte) y protegido como Bien de Interés Cultural (Monumento Histórico-Artístico desde 1931).
Arquitectura destacada y rasgos físicos
La iglesia primigenia (1080) tenía tres naves y tres ábsides semicirculares, lo que constituye un importante ejemplo del románico burgalés.
Se conserva la torre levantada hacia finales del siglo XII, partes del claustro, la sala capitular, y restos del ábside y muro hastial.
Recientes excavaciones arqueológicas (desde 2021 en adelante) han permitido localizar la muralla medieval que rodeaba el monasterio y otros elementos arquitectónicos hasta ahora desconocidos.
Importancia cultural y legado
Se le reconoce como un símbolo del poder y la cultura del condado de Castilla en la Alta Edad Media.
Su valor histórico-arquitectónico lo convierte en un referente del románico castellano.
Tiene un gran potencial patrimonial como recurso turístico y de interpretación histórica: la Junta de Castilla y León ha licitado recientemente su acondicionamiento para abrir al público nuevas instalaciones de interpretación del entorno.
🎬 Relación entre el Monasterio de San Pedro de Arlanza y El Bueno, el Feo y el Malo
1. Contexto general del rodaje en Burgos
Durante el verano de 1966, el director Sergio Leone rodó en la provincia de Burgos (principalmente en la zona del valle del Arlanza) varias de las secuencias más memorables del filme.
El equipo italiano-español eligió esta zona por su aspecto árido, su luz y la monumentalidad de sus paisajes, que evocaban el Lejano Oeste.
Entre las localizaciones principales estaban Covarrubias, Carazo, Contreras, Salas de los Infantes y Santo Domingo de Silos, además del Monasterio de San Pedro de Arlanza y el valle donde luego se construyó el célebre Cementerio de Sad Hill.
2. El monasterio en la película
El Monasterio de San Pedro de Arlanza aparece en la parte final de la película, reconvertido en la ficción en el “Monasterio de San Antonio”, un hospital improvisado durante la Guerra de Secesión americana.
🔹 Escena:
El personaje del Tuco (Eli Wallach) lleva al Rubio / Blondie (Clint Eastwood), herido y enfermo, a este monasterio para curarlo.
En el interior, Tuco se reencuentra con su hermano, el Padre Pablo Ramírez, uno de los frailes del convento, lo que da pie a una secuencia intensa y cargada de simbolismo moral.
🔹 Localización real:
Las escenas interiores y exteriores se filmaron en las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza, cuya atmósfera semiderruida y monumental encajaba perfectamente con la estética decadente de Leone.
Las bóvedas sin techo, los muros con arcos rotos y la vegetación entre las piedras fueron el decorado natural ideal para un monasterio ficticio en guerra.
3. Otras localizaciones relacionadas
El Cementerio de Sad Hill, donde ocurre el duelo final, fue construido ex profeso por el equipo del ejército español en el valle de Mirandilla, cerca de Contreras, a unos 10 km del monasterio.
Covarrubias y Carazo sirvieron como base logística para el equipo, actores y técnicos.
En la zona se rodaron también escenas del puente volado sobre el río, el campo de prisioneros y los paisajes desérticos.
4. Idea artística de Leone
Leone aprovechó el carácter simbólico de las ruinas del monasterio para mostrar el contraste entre lo sagrado y lo corrupto, entre la guerra y la fe.
El Monasterio de Arlanza, antiguo bastión espiritual del condado de Castilla, se convirtió así en el escenario metafórico del “viejo mundo” europeo que subyace tras su visión del Oeste americano.
5. Anécdotas y curiosidades del rodaje
Los monjes del guion no existían; los extras locales de Hortigüela y Covarrubias interpretaron a los frailes y soldados.
Leone quedó fascinado por la monumentalidad del monasterio, al punto de escribir en sus notas que “parecía construido para el cine”.
Muchos lugareños recuerdan el rodaje como un acontecimiento histórico: algunos ayudaron a transportar materiales, animales y utilería para las escenas.
En los últimos años, la asociación Sad Hill Cultural ha recuperado la memoria del rodaje y ha organizado visitas guiadas que incluyen tanto el cementerio de Sad Hill como el Monasterio de Arlanza, creando una ruta cinematográfica en el valle.
6. Estado actual y memoria
Hoy el Monasterio de San Pedro de Arlanza puede visitarse parcialmente y forma parte de las rutas del “Territorio Sad Hill”, junto al cementerio restaurado y a los pueblos de la comarca.
Carteles informativos explican qué partes del monasterio aparecen en la película, y se organizan visitas temáticas cada año, especialmente durante el Sad Hill Film Festival que celebra el legado del filme y su vínculo con Burgos.
Ermita de San Pelayo.
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| Ermita de San Pelayo, Hortihuela. |
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| Ermita de San Pelayo, Hortihuela. |
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| Ermita de San Pelayo, Hortihuela. |
1. Localización y contexto
La ermita se encuentra en el municipio de Hortigüela, en el valle medio del río Arlanza, provincia de Burgos, Castilla y León. Está situada sobre un promontorio rocoso o farallón que domina el entorno y ofrece una vista amplia al valle.
Este emplazamiento estratégico da cuenta de su carácter contemplativo y su función posiblemente eremítica o vinculada a la repoblación medieval.
2. Orígenes y leyenda
Según la tradición, la ermita está vinculada al célebre personaje histórico y legendario Fernán González: se dice que el conde, persiguiendo un jabalí por la zona, llegó al paraje donde residían tres eremitas —Pelayo, Arsenio y Silvano— y que en su encuentro prometió levantar un monasterio en ese lugar.
En fuentes más antiguas (por ejemplo el documento cartulario del monasterio de Arlanza) aparece la ermita ya citada hacia el año 912 como “San Pelayo el Viejo”.
Las investigaciones más modernas la ubican entre el siglo X y el XII como establecimiento de culto con fases altomedievales, románicas y posteriores.
Por tanto, aunque la cronología exacta de su fundación sigue siendo incierta, tiene una antiquísima tradición que se mezcla con la leyenda fundacional de Castilla.
3. Arquitectura y descripción
3.1 Planta, estructura y materiales
La ermita consta de una nave rectangular con cabecera cuadrangular —o al menos presenta un arranque de ábside o cabecera más antigua—.
Su construcción recoge fases de diferente cronología: elementos prerrománicos, románicos, góticos y barrocos se superponen.
Se usaron sillares bien trabajados en la cabecera, y mampostería mezclada en otras zonas.
3.2 Estilo
La parte más antigua puede remontarse al siglo X, en vínculo con las primeras repoblaciones cristianas del Arlanza.
En época románica (siglos XII) se produjo una remodelación importante, lo que le da rasgos románicos claros.
Intervenciones posteriores (siglos XIV–XVII) alteraron o añadieron elementos, lo que da al edificio un carácter palimpsesto arquitectónico.
3.3 Elementos reseñables
La ubicación sobre el farallón rocoso: marca de ermita de frontera, de refugio eremítico o de contemplación.
Las ruinas muestran vano campanario-espadaña, muros desnudos, ausencia de cubierta en la parte principal.
Su orientación y el paisaje que domina refuerzan su función simbólica: el valle del Arlanza se abre ante la ermita.
3.4 Estado de conservación
Hoy se encuentra en estado de ruina parcial: la nave carece en buena parte de cubierta, la maleza invade el interior y el edificio no está en uso litúrgico habitual.
No obstante, su valor patrimonial está reconocido: está clasificada como Monumento (incoada la declaración el 10 de mayo de 1976) en el Catálogo de la Junta de Castilla y León.
4. Función e importancia cultural
Su emplazamiento y antigüedad la convierten en testigo de la repoblación cristiana del valle del Arlanza y de la génesis del monasterio de San Pedro de Arlanza (muy próximo).
Como ermita-ermitorio en la Edad Media, pudo acoger a eremitas o monjes en retiro, regenerando el paisaje espiritual de la zona.
Las leyendas fundacionales de Castilla la incorporan como escenario: participa del imaginario de la identidad castellana.
Aunque en ruinas, se ha convertido en lugar de visita patrimonial y de contemplación de paisaje, apreciado por su entorno natural y tranquilidad.
5. Visita y entorno
La ermita se accede desde Hortigüela, tomando un camino que asciende hasta el promontorio. Desde allí se dominan vistas amplias del valle del Arlanza y del paisaje de transición entre la Montaña Burgalesa y la Meseta.
Es recomendable visitar con calzado adecuado, ya que el entorno es rocoso y la ermita está sin cubierta en muchas partes.
6. Valoración final
La Ermita de San Pelayo es un ejemplo fascinante de iglesia rural burgalesa que reúne neurálgicos elementos de la arquitectura medieval (erguidos en torno al siglo X/XII), con fuerte carga simbólica por su emplazamiento y leyenda. Su estado de ruina añade una atmósfera de misterio, pero también exige un enfoque de conservación y sensibilización.
Su importancia radica tanto en su antigüedad como en su papel como nexo entre eremitismo, repoblación y arte románico en el valle del Arlanza.



















































