Piata Mica y Turnul Sfatului, desde el Puente de las Mentiras.
Piata Mica y Turnul Sfatului.
Torre del Reloj de la Iglesia Católica Romana de la Santísima Trinidad (Biserica Romano-Catolică Sfânta Treime), desde la Piata Albert Huet, con la estatua del obispo Georg Daniel Teutsch en primer plano.
Campanario de la Catedral luterana de Sibiu, Catedrala Evanghelică C.A. Sfânta Maria.
Campanario de la Catedral luterana de Sibiu, Catedrala Evanghelică C.A. Sfânta Maria.
Torre del Reloj, Iglesia Católica Romana de la Santísima Trinidad (Biserica Romano-Catolică Sfânta Treime), Piata Mica y, en primer plano, Piata Albert Huet.
Piata Mica y Turnul Sfatului.
Piata Mica y Turnul Sfatului.
Piata Albert Huet,Catedral luterana de Sibiu (Catedrala Evanghelică C.A. Sfânta Maria) y estatua del obispo Georg Daniel Teutsch.
Ayuntamiento de Sibiu (Primăria Municipiului Sibiu) y Torre del Reloj.
Muzeul Național Brukenthal.
Ayuntamiento de Sibiu (Primăria Municipiului Sibiu) y Torre del Reloj.
Ayuntamiento de Sibiu (Primăria Municipiului Sibiu), Torre del Reloj e Iglesia Católica Romana de la Santísima Trinidad (Biserica Romano-Catolică Sfânta Treime).
Turnul Olarilor.
Turnul Archebuzierilor.
Parque de la ciudad (Parcul Cetății).
Turnul Durlgherilor.
Turnul Durlgherilor.
Strada Gheorghe Lazăr con la Turnul Sfatului al fondo.
Casa Albastră.
Ayuntamiento de Sibiu (Primăria Municipiului Sibiu), Torre del Reloj e Iglesia Católica Romana de la Santísima Trinidad (Biserica Romano-Catolică Sfânta Treime).
Ayuntamiento de Sibiu (Primăria Municipiului Sibiu), Torre del Reloj e Iglesia Católica Romana de la Santísima Trinidad (Biserica Romano-Catolică Sfânta Treime).
Turnul Sfatului.
Sibiu es una de las ciudades más
destacadas del país y fue Capital Cultural Europea en 2007. Es el mejor ejemplo
de ciudad de origen sajón en Transilvania y una de las visitas obligadas en un
viaje a Rumanía. Conserva buena parte de su arquitectura medieval y gremial,
que se ha convertido en su mayor reclamo turístico. También mantiene
importantes lazos con Hungría. Además, las medidas de rehabilitación del centro
histórico han sido definitivas para sacar todo el brillo que tiene su
arquitectura. La ciudad tiene una de las mejores ofertas culturales del país y
es el lugar de nacimiento de importantes personajes como el filósofo Cioran o
Brukenthal, el aristócrata y erudito que donó la mejor colección de arte
privada del país al Estado.
Sibiu fue fundada en 1190 por
comerciantes sajones, interesados en intermediar entre Valaquia y Transilvania,
y siempre fue un “bocado jugoso” para invasores, como lo certifican sus
murallas y torres defensivas. En 1241 los mongoles destruyeron la primigenia
ciudad, lo que determinó que se construyeran en los siguientes siglos hasta
cuatro anillos defensivos, que sirvieron para defenderla con éxito de los
ataques de los turcos hasta en tres ocasiones. Entre 1692 y 1791 fue la sede de
la Dieta de Transilvania y la ciudad vivió un importante auge comercial.
Durante el siglo XIX, su fisonomía cambió bastante, al demolerse algunas
construcciones para permitir la importante ampliación que vivió la ciudad,
aunque se mantuvieron la mayoría de los edificios del centro histórico.
La Piata
Mare ha sido tradicionalmente el centro de la vida pública, funcionó como
mercado de trigo en el siglo XV, como espacio de encuentro y de celebraciones
e, incluso, como lugar para ejecuciones públicas durante la Edad Media. Está
delimitada por antiguos edificios de variados colores y épocas y constituye una
buena muestra del poderío económico alcanzado por los comerciantes de Sibiu
entre los siglos XVII y SVIII. En los pronunciadostejados a dos aguas pueden
verse los famosos “ojos de Sibiu”, pequeñas ventanas ovaladas desde las que los
edificios contemplan el discurrir de la ciudad.
El edificio más grande de la plaza es el
Palatul Brukenthal, un magnífico
palacio en estilo barroco vienés cuya construcción fue proyectada por Samuel
von Brukenthal, gobernador de Transilvania en el siglo XVIII. Este aristócrata
legó a la jerarquía de la Iglesia luterana su importante colección de arte, que
fue el primer museo abierto al público en toda Rumanía, en 1817, algunos años
después de la muerte del aristócrata. Actualmente es la sede del Museo Nacional
Brukenthal, Muzeul National Brukenthal,
que exhibe cronológicamente una de las mejores colecciones de pintura del país.
Hay salas dedicadas al arte europeo en general, en la que brillan grandes obras
del renacimiento flamenco e italiano, y otras salas que muestran esculturas en
madera e iconos del siglo XVIII, trabajos más claramente ligados a los artistas
alemanes sajones de Transilvania. También hay una buena representación de obras
de artistas rumanos de distintas épocas. Otra de las maravillas del museo es la
estupenda biblioteca, con un fondo histórico envidiado en el mundo entero, que
cuenta con más de 300 incunables.
En otro de los laterales de la plaza se
halla la iglesia romano-católica.
Construida en el siglo XVIII por los habitantes de la ciudad y los jesuitas,
marcó la vuelta del culto católico a Sibiu tras un siglo de ausencia. El
exterior es austero, destacando la llamada torre del Reloj, que comunica esta
plaza con la Piata Mica. El interior alberga una magnífica representación de la
Virgen con el Niño, un fresco muy llamativo que cubre visualmente el ábside que
falta, y el monumento funerario de Otto Ferdinand von Abensberg, general
austriaco a cargo del ejército de Transilvania en el siglo XVIII.
Muy cerca de Piata Mare se acerca uno
hasta el Museo de Historia, Muzeul de
Istorie, cuya colección se ubica en el edificio del antiguo Ayuntamiento
(Primaria Veche), obra iniciada en el siglo XV, que merece una visita, pues se
trata de la obra civil más emblemática de estilo gótico en todo el país. La
exposición recorre los hechos más significativos de la región desde el
Neolítico, pasando por los pueblos dacios, la época romana y el desarrollo de
la ciudad en los siglos XVII y XVIII.
Hacia el sur desde Piata Mare, bien por
la exclusiva Str. Nicolae Balcescu –embellecida por palacios decimonónicos de
estilo centroeuropeo-, bien por cualquiera de las callejuelas que salen en este
sentido, se llega hasta el Parcul Cetatii, o parque de la Ciudadela, cuyo
trazado coincide con el del foso de una de las murallas de la ciudad.
Recorriendo este parque y la paralela Str. Cetatii, se puede visitar varias de
las torres que formaban parte del sistema defensivo. La ampliación de la ciudad
en el siglo XVI propició la construcción del tercer anillo amurallado, del que
forman parte, la Turnul Archebuzierilor,
o torre de los Arcabuceros, de planta octogonal y la Turnul Olarilor (Torre de los Alfareros), unida por un pasadizo de
madera a la Turnul Dulgherilor, o
torre de los Carpinteros, una torre de flanqueo anexionada al segundo recinto.
La Turnul
Gros, o torre gruesa, es una auténtica máquina de guerra del siglo XVI, que
aloja el teatro más antiguo de la ciudad y es sede de la orquesta filarmónica
de Sibiu. Al comienzo de esta calle se encuentra el Museo de Historia Natural, Muzeul de Istorie Naturala, con una
colección iniciada en 1849 de animales disecados, botánica y minerales, que
cuenta, con un observatorio astronómico.
La Plaza Pequeña.
Los edificios que conforman la Piata
Mica o Plaza Pequeña, que en la Edad Media fuel el mercado de la ciudad, se
construyeron de los siglos XIV a XVI, aunque con el tiempo han vivido
modificaciones. Originalmente estuvieron ocupados por artesanos que vendían sus
productos en los pórticos de la planta baja. Las líneas curvas de sus fachadas
recuerdan que en otro tiempo estuvieron adosados a la primera y a la segunda
cerca de murallas de la ciudad.
Comunicando esta plaza con la Piata
Mare, se halla la Turnul Sfatului, o
torre del Consejo, uno de los monumentos más famosos y un lugar excepcional
para contemplar Sibiu pues era, de hecho, una de las torres del sistema
defensivo de la ciudad. En el ángulo noreste de la plaza hay una pequeña
escalinata que conduce a la pequeña Piata Aurarilor, o Plaza de los orfebres,
por el gremio de artesanos que solían tener aquí sus talleres.
Volviendo a Piata Mica se ve una de las
sedes del interesante y famosos Museo ASTRA, se trata del Museo de Etnografía
Sajona “Emil Sigerus”, Muzeul de
Etnographie si Artá Populara Saseasca Emil Sigerus, dedicado a la historia
de la artesanía de la zona, con una especial atención a la creación de los
gremios y a la evolución estilística de los llamados azulejos de horno.
En la Piata Mica 26 se levanta también
el Museo de Historia de la Farmacia, Muzeul
de Istorie a Farmaciei, en un edificio de finales del siglo XVI que alojó
la primera farmacia de la ciudad, Der schwarze bär, el Oso Negro, en la que
trabajó a finales del siglo XVIII Samuel Hahnemann, el inventor de la
homeopatía. El museo aloja una curiosa colección de instrumentos médicos y
preparados medicinales de una farmacia del siglo XVII. El edificio porticado
que ocupa otro de los laterales de la plaza es la Casa Artelor, que fue sede del gremio de los carniceros pero hoy es
una sala de exposiciones de arte.
La Str. Ocnei, que separa la plaza en
dos partes, conduce hacia la parte baja de la ciudad pasando bajo el puente de
hierro Podul Minciunilor, o puente de los Mentirosos, llamado así por los taimados
comerciantes que se reunían aquí y por los amantes que se declaran aquí su amor
“eterno”.
Entre la Piata Mare y la Piata Mica se
encuentra la Piata Huet, cuyo trazado corresponde al del primer recinto
fortificado de la ciudad. En esta plaza descansa el monumento más antiguo de
Sibiu, la Turnul Scarilor, o torre
de las Escaleras, una de las puertas de acceso a este primer recinto defensivo.
Data del siglo XIII, y nos conduce en descenso hacia el barrio más antiguo de
la ciudad.
En el centro de la plaza se halla la iglesia evangélica, construida en estilo
gótico entre 1322 y 1520, sobre el mismo lugar que ocupaba una iglesia románica
anterior. Alberga también interesantes frescos de estilo italiano del siglo XV
y el órgano de tubos más grande de todo el país. En verano hay conciertos un
día a la semana por la tarde.
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