Se
cree que este templo, erigido en los siglos II o III d.C, estaba dedicado a la
diosa Diana. Se usó como depósito de armas, teatro y matadero antes de ser
rehabilitado en el año 1870.
El
Templo romano de Évora (también conocido como Templo de Diana, en referencia a
Diana, la diosa romana de la luna, la caza y la castidad), es un antiguo
edificio situado en Évora, Portugal. El templo forma parte del Centro histórico
de Évora, clasificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.1 Es uno de
los monumentos más famosos de Évora y un símbolo de la presencia romana en
Portugal.
Historia
Aunque
el Templo romano de Évora a menudo es llamado templo de Diana, no hay ninguna
prueba arqueológica que asocie al templo con la divinidad romana. Esta
asociación es únicamente fruto de una leyenda creada por un sacerdote portugués
en el siglo XVII.2 En realidad, lo más probable es que el templo fuera
construido en honor a César Augusto, que fue venerado como dios, durante y
después de su gobierno. El templo fue construido en el siglo I a.c., en el Foro
de Évora (entonces llamada Liberatias Iulia), y modificado en los siglos II y
III. El templo fue destruido tras la invasión de Évora en el siglo V, durante
las invasiones bárbaras. En la actualidad solo quedan vestigios del foro en una
plaza abierta presidida por la Catedral y el Palacio de Don Manuel.
Durante
la Edad Media los restos del templo fueron utilizados para la construcción del
castillo de Évora. La base, columnas y arquitrabes del templo se mantenían
incrustados en las paredes del edificio medieval, Desde el siglo XIV a 1836, el
templo, convertido en torre, fue una carnicería. Este uso del templo lo
preservo, y evito su mayor deterioro.3 Finalmente en 1871, la estructura
medieval fue demolida. Los trabajos de restrauración fueron dirigidos por el
arquitecto italiano Giuseppe Cinatti.
Descripción
La
estructura original del templo era probablemente similar al de la Maison Carrée
en Nîmes, Francia. El templo de Évora conserva completa su base (podium), hecho
de bloques regulares e irregulares de granito. La base es de forma rectangular
y mide 15 m × 25 m × 3,5 m.4 En el sur de la base se encontraba una escalera
ahora en ruinas.
El
pórtico del templo, ahora desaparecido, era originariamente hexástilo, con seis
columnas. La base, columnas y arquitrabes del templo se mantenían incrustados
en las paredes del edificio medieval. Un total de catorce columnas de granito
se mantienen en pie en el lado norte (parte posterior) de la base. Muchas de
ellas todavía conservan sus capiteles de orden corintio sosteniendo el
arquitrabe. Los capiteles y las bases de las columnas están hechas de mármol
procedente de la cercana Estremoz. Mientras que, las columnas y el arquitrabe,
están hechos de granito. Recientes excavaciones indican que el templo estaba
rodeado de una cuenca hidrográfica.
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