New York Public Library
En 1897 el codiciado proyecto para construir la principal
biblioteca pública de Nueva York recayó en los arquitectos Carrère & Hastings.
Sus planos se vieron influidos por el primer director de la biblioteca, que
imaginaba un lugar luminoso, tranquilo y amplio, donde se agruparan millones de
libros a disposición de los lectores.
Su idea se hizo realidad en los planos de Carrère y Hastings,
que sintetizan el estilo beaux arts
neoyorquino.
Construida donde antes se hallaba el Croton Reservoir, abrió
sus puertas en 1911, haciéndose merecedora de la aprobación general, a pesar de
haber costado nueve millones de dólares. La amplia sala de lectura principal,
revestida de madera, se extiende a lo largo de dos bloques y en ella entra la
luz natural a través de dos patios interiores. En la parte baja de la sala hay
140 km de estanterías, con más de siete millones de volúmenes. El personal está
compuesto por unas 100 personas y gracias a un sistema informatizado, en 10
minutos se sirve el libro solicitado.
La sala de publicaciones periódicas cuenta con 11.000
ejemplares de 124 países. En las paredes hay murales de Richard Haas que rinden
homenaje a las grandes casas editoriales neoyorquinas. Hoy en día se encuentran
desde la copia manuscrita de la Declaración de Independencia de Thomas
Jefferson hasta la obra mecanografiada The
Waste Land de T. S. Elliot. Se contestan más de 1.000 preguntas diarias con
la ayuda de los catálogos informatizados CATNYP y LEO. La New York Library
cuenta con otras 82 sucursales.
Fuente: Nueva York. Guías Visuales El País – Aguilar.
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