La Residencia de Múnich (en alemán, Münchner Residenz) es el
anterior palacio real de los reyes de Baviera en el centro urbano de Múnich. La
Residencia es el palacio urbano más grande de Alemania, y sirve hoy en día como
uno de los mejores museos decorativos en Europa.
Edificio
El complejo de edificios
contienen diez patios y el museo muestra 130 habitaciones. Las tres partes
principales son el Königsbau (cerca de la Max-Joseph-Platz), la Alte Residenz
(hacia la Residenzstraße) y el Festsaalbau (hacia el Hofgarten). Un ala del
Festsaalbau contiene el Teatro de Cuvilliés y la sala de conciertos
Herkulessaal desde la reconstrucción de la residencia tras la Segunda Guerra
Mundial.
Los primeros edificios en este
lugar fueron erigidos en el año 1385. El nuevo castillo (Neuveste - Nueva
fortaleza), rodeado por anchos fosos en lo que solía ser la esquina noreste del
nuevo anillo de murallas, reemplazó al difícil de defender Corte Antigua en el
medio de la ciudad como residencia de los gobernantes Wittelsbach. Los duques
del país dividido de forma múltiple sintieron la urgencia de mantener ciert
distancia respecto a los habitantes de la ciudad, bastante rebeldes por un lado
y frente a sus guerreros parientes por otro. Así que buscaron construirse un
refugio fácil de abandonar (directamenta hacia el glacis, sin tener que entrar
en los callejones de la ciudad) al mismo tiempo. Los muros de cimentación
góticos y las bóvedas del basamento del antiguo castillo son las partes más
antiguas que sobreviven del palacio. El desarrollo de la Residencia a lo largo
de los siglos no sólo ocurrieron en su núcleo principal, el Neuveste, pero
además creció junto con varias partes únicas y extensiones, la primera de las
cuales solía ser el Antiquarium.
El Antiquarium renacentista de la Residencia
La Sala de Antigüedades
(Antiquarium), construida en 1568-1571 por la antigua colección de Alberto V
(1550-1579) por Wilhelm Egkl y Jacobo Strada, es la sala renacentista más
grande al norte de los Alpes. Remodelado para ser sala de banquetes por
Friedrich Sustris en 1586-1600. El Antiquarium albergó la biblioteca ducal
hasta 1581. La sala baja fue entonces cubierta con una bóveda de cañón que
tenía 17 lunetos de ventanas. La sala estaba adornada con pinturas de Peter
Candid, Antonio Ponzano y Hans Thonauer el Viejo, aunque algunos fueron inicialmente
diseñados por el propio Sustris. La capilla de la corte (Hofkapelle), la
escalera del emperador (Kaisertreppe) y el salón imperial (Kaisersaal), las
habitaciones de piedra (Steinzimmer; 1612-1617; diseño general por Hans
Krumpper) y las habitaciones de Trier (Trierzimmer); frescos en el techo de
Peter Candid) construido por Maximiliano I son típicos de principios del siglo
XVII. Finalmente, después de más de cuatro siglos de desarrollo, el enorme
palacio había reemplazado prácticamente todo un antiguo barrio de la ciudad con
barracas, un monasterio, casas y jardines. Reúne los estilos del Renacimiento
tardío, así como del Barroco, Rococó y Clasicismo.
Fue destruida durante la Segunda
Guerra Mundial, quedando en pie únicamente cincuenta metros cuadrados de su
superficie. Posteriormente fue reconstruido gracias, en parte, a los fondos
provenientes del Plan Marshall.
El Tesoro
Creado por Alberto V, duque de
Baviera, alberga las joyas de la Casa de Wittelsbach y que se exhiben en la
actualidad en la denominada Schatzkammer. Ocupa diez salas en el ala este del
Königsbau. La colección es una de la más importantes en el mundo y abarca 1000
años, desde la Edad Media hasta el Clasicismo. En ella se exponen las insignias
reales.
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