El santuario Namba Yasaka (難波八阪神社) es un auténtico remanso de paz a pesar de estar a pocos minutos del centro comercial Namba Parks y la zona de Dotombori. Además, es uno de los santuarios más curiosos y peculiares que te vas a encontrar en Osaka.
Sin duda, lo que ha hecho de este santuario un lugar popular es su espectacular salón con forma de cabeza de león. El salón, que funciona de escenario para artes escénicas tradicionales, muestra una cabeza de león con la boca abierta para, supuestamente, «comerse» a los malos espíritus.
Así, una visita al santuario Namba Yasaka te permitirá deshacerte de los malos espíritus y conseguir el éxito, la victoria y la buena fortuna especialmente en los negocios o los estudios. Por ello, es un santuario muy popular a comienzos de abril, cuando comienza el año fiscal y el año escolar en Japón.
El santuario Namba Yasaka es, en la actualidad, bastante popular entre los turistas. Aunque sigue siendo una pequeña joya escondida de la ciudad. Una joya que dice mucho de Osaka, una ciudad que podríamos definir como extravagante, llamativa y provocativa que en muchos casos combina lo retro y lo cutre con lo más tradicional. Y hasta con lo más moderno.
En efecto, el santuario Namba Yasaka, con su enorme salón de cabeza de león es exactamente así: extravagante, llamativo y ciertamente provocativo.
Una reconstrucción extravagante
El santuario Namba Yasaka se encuentra en los antiguos terrenos de un gran complejo de templos budistas. No obstante, con la restauración Meiji y la separación del sintoísmo y el budismo, en 1872 el complejo se convirtió en un santuario sintoísta en honor a la deidad local del barrio de Namba.
Desafortunadamente, la zona no sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, lo que ves actualmente es una reconstrucción de mayo de 1974, momento en el que se construyó el escenario con forma de cabeza de león, en honor a la deidad guardiana del barrio de Namba.
En el resto del complejo, verás el salón principal, con varias lámparas tradicionales preciosas. Lo curioso es que, pese a ser el salón principal y a sus preciosas lámparas, pasa mucho más desapercibido. Evidentemente, su arquitectura es mucho más tradicional que la del salón de la cabeza de león.
También verás pequeños santuarios dedicados a distintas deidades (como, por ejemplo, a la deidad Inari) y distintos monumentos.
Uno de los más históricos es el tapón de boca de uno de los 8 cañones del acorazado Mutsu, que se hundió en la bahía de Hiroshima en 1943. Al parecer, el acorazado sufrió una violenta explosión interna que no tuvo nada que ver con bombardeos ni ataques aliados.
Este tapón de cañón o tampión fue rescatado de los restos y aquí están consagrados los espíritus del coronel capitán Teruhisa Miyoshi y el resto de los 1021 oficiales y soldados fallecidos en la explosión.
Shishiden, el escenario con forma de cabeza de león
El salón con forma de cabeza de león mide 12 metros de alto, 11 metros de ancho y 7 metros de profundidad. Está construido en hormigón armado sobre una estructura de acero y madera. Y el exterior está acabado con resina sintética rociada con polvo de cobre, que le da ese color tan característico.
Dado que el salón funciona como escenario para artes escénicas tradicionales, los ojos del león son luces y la nariz es un altavoz. Aquí se realizan espectáculos de kagura (ritual de danza sintoísta) e iaido (arte marcial japonés) en Año Nuevo, así como todo tipo de danzas folclóricas como el Shishimai o baile del león durante su festival de verano.
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