La historia de la ciudad se remonta a los asentamientos de los íberos de la tribu de los indigetes en los poblados que rodean y cierran el Llano de Gerona. Hacia el 77 a. C. Pompeyo construyó un oppidum sobre la Vía Heráclea y los ocupantes romanos fundaron la originaria Gerona, denominada en latín Gerunda. La nueva ciudad de Gerunda se repobló con los habitantes del poblado de San Julián de Ramis convirtiéndose en un importante centro de la región, con la articulación de un ager romano que rodeaba la urbe. Pese a que Gerunda se encontraba en el interior, alejada de la costa, disponía de una buena conexión con el puerto de Ampurias.
La ciudad tuvo su primer periodo de esplendor como diócesis de la Iglesia unida a la sede metropolitana de Tarragona, seguido de la ruralización que se desencadenó por todo el antiguo imperio romano, a causa de la ruina general y la pérdida de peso de los ciudadanos. Perteneció a la Corona de Aragón como otros muchos territorios.
La conquista musulmana enseguida afectó a Gerona imponiendo el nuevo poder musulmán un tributo personal y territorial, pero duró poco por su cercanía con el imperio carolingio. El historiador catalán Ramón d'Abadal lo considera como el inicio de un proceso que condujo al nacimiento de la Cataluña posterior, lo cual viene a demostrar la importancia que Gerona tuvo a lo largo del tiempo. En el 785, la población aniquiló a la guarnición musulmana y entregó la localidad a Carlomagno, a cambio de conservar sus leyes consuetudinarias.
La organización carolingia del territorio convirtió a la ciudad en la sede del Condado de Gerona. Gerona, como sede condal, cumplió holgadamente con su papel y superó las etapas más difíciles del peligro musulmán. Las nuevas murallas reforzaron la plaza fuerte y ampliaron la superficie de la ciudad. En ese momento se da la época de máximo esplendor de la comunidad judía de Gerona con la escuela cabalística. Actualmente, la judería de Gerona, es una de las mejor conservadas de Europa y es una de las atracciones turísticas de Gerona.
Durante los siglos XV, XVI y XVII la ciudad continuó creciendo y se fueron realizando pequeñas ampliaciones y mejoras de las murallas para proteger a la ciudad de los diversos ataques a los que tuvo que hacer frente hasta finales del siglo XVII y principios del siglo XVII por parte de las tropas francesas en el contexto de las numerosas guerras europeas.
A principios del siglo XIX sufrió una devastación debido a los combates y asedios que sufrió durante la Guerra de Independencia Española. En 1856 se inauguró el actual puente de Piedra, en sustitución de otro medieval, que era muy empinado y estrecho. Este nuevo puente, de la época de la reina Isabel II, es el puente histórico más importante y representativo de la ciudad. Hacia 1889, el Estado mayor del ejército español suprimió la categoría de plaza fuerte que ostentaba Gerona y se permitió el derribo de una parte de las murallas del sur de la ciudad, Gerona empezó a tomar la forma que tiene hoy en día.
El 4 de febrero de 1939 las tropas franquistas ocuparon la ciudad, durante la guerra civil española. En 1960 Gerona fue nombrada la primera Ciutat Pubilla de la Sardana con un mensaje de Josep Mainar i Pons.
Casas colgadas sobre el río Oñar.
Muy características de Gerona son las casas colgadas sobre el río Oñar. Todas las fachadas fluviales están pintadas siguiendo la paleta cromática conferida por Enric Ansesa, Jaume Faixó y los arquitectos J. Fuses y J. Viader.
Una de las casas más destacadas del río Oñar es la Casa Masó. Vivienda natal de Rafael Masó i Valentí, arquitecto gerundense. Situada en el número 29 de la calle Ballesteries de Gerona, es un símbolo de la evolución del novecentismo en Gerona. Desde 2006 es la sede de la Fundación Rafael Masó. La fachada del Oñar se identifica por su color blanco y azul, que destaca sobre el resto.
Heladería Rocambolesco.
Pont de Sant Agustí.
Rambla de la Llibertat.
Ayuntamiento.
Plaza del Vino.
Puente de hierro, o de las Pescaderías.
El puente de hierro (Puente de las Pescaderías,18 Pont de Ferro, Pont de les Pescateries Velles, o puente de Eiffel en honor a Gustave Eiffel, cuya empresa parisina lo construyó),19 data de 1877 y significó una mejoría en cuanto a cohesión de la ciudad. Tiene escaleras de acceso y es de uso peatonal. Anteriormente existieron varias pasarelas de madera en el mismo lugar, junto a las pescaderías viejas. Pero esos antiguos puentes de madera resultaban arruinados en las frecuentes inundaciones.
Puente de Piedra o de Isabel II.
Puente de Piedra o de Isabel II.
El Puente de Piedra (Pont de Pedra o de Isabel II) data de 1849 y sustituyó al puente medieval que unía los dos barrios de la ciudad, siendo actualmente uno de los 4 puentes principales que cruzan el río Oñar y el más grande del centro. Desde aquí tendremos unas buenas vistas a la ribera del río, con las casas de colores, siendo la mejor hora para visitarlo al atardecer.
Plaça dels Raïms.
No hay comentarios:
Publicar un comentario