La Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza es uno de los
santuarios marianos más importante del mundo católico, al que llegan anualmente
miles de peregrinos. Es también un centro artístico de primer orden que reúne
obras de gran valor y de diferentes épocas, especialmente los frescos pintados
por Goya.
La construcción de la actual Basílica
del Pilar está íntimamente ligada al aumento de la devoción mariana a lo largo
del siglo XVII. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño ante el
creciente número de fieles y se hace necesario levantar un nuevo templo
grandioso y monumental, más acorde con el nuevo espíritu triunfante de la
Iglesia de la Contrarreforma y con la recién adquirida categoría de
concatedral.
La fisonomía actual del Pilar es el
resultado de un largo proceso constructivo que se inicia con el proyecto del
zaragozano Felipe Sánchez, revisado posteriormente por Herrera el Mozo,
arquitecto de Carlos II. La intervención del arquitecto real Ventura Rodríguez
a partir de 1750 fue decisiva: renueva la decoración interior según las nuevas
corrientes clasicistas de la época y diseña la Santa Capilla y el Coreto, y
remodela el trazado exterior con cúpulas añadidas a la central -que en un
principio se había pensado que iba a ser la única- y torres que no se
terminarán hasta mediados de nuestro siglo.Catedral-basílica de Nuestra Señora
del Pilar de Zaragoza.
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La Basílica de Nuestra Señora del Pilar
de Zaragoza es una joya del barroco que se levanta a orillas del río Ebro.
Según la tradición hubo una capilla
primitiva que fue sustituida por un templo románico, tras la conquista de
Zaragoza por Alfonso I. En el año 1434 quedó prácticamente destruido por un
incendio por lo que inició la construcción de un nuevo templo para sustituirlo.
De esta construcción románica tan solo se conserva un tímpano con un crismón
labrado en piedra, que está colocado en el muro sur en la plaza junto a la
puerta baja.
En 1515 finaliza la construcción de la
nueva iglesia gótico mudéjar que sustituyó la dañado templo románico. La
iglesia era bastante amplia y constaba de una única nave y un pequeño claustro
donde estaba la capilla del Pilar. De esta época es el retablo de alabastro del
altar mayor, obra de Damián Forment en 1509.
En 1725 el arquitecto Ventura Rodríguez
recibe el encargo de terminar la Capilla dedicada a la Virgen del Pilar y de
rediseñar el proyecto inicial del templo. En 1765 terminaban las obras de la
Santa Capilla. Fue Ventura Rodríguez quien configuró el templo con el aspecto
actual.
En 1872 concluyeron la oras de la gran
cúpula central y la primera torre.
El 10 de octubre de 1872, el arzobispo
de Santiago de Compostela, monseñor García Cuesta consagró el nuevo templo en
una ceremonia solemne en la que participaron más de cien mil peregrinos.
El resto de las torres fueron levantadas
en 1907 y 1961 y en los años 1940-1950 se decoró en piedra la fachada que da a
la plaza.
El interior es de gran belleza y
grandiosidad, consta de una planta con tres naves de la misma altura, cuyos
muros se decoran con motivos clasicistas: pilastras, hornacinas, guirnaldas,
palmas y ángeles tenentes.
La
Santa Capilla
es un pequeño templo donde se encuentra colocada la imagen de la Virgen dentro
de un camarín de plata con fondo de mármol verde sobre la columna. En este
espacio se funden jaspes, mármoles y bronces con la decoración escultórica y la
pintura de su cúpula. En el altar se representa la escena de la Venida de la
Virgen ante Santiago y los primeros convertidos, obra de José Ramírez de
Arellano. La cúpula fue decorada por el pintor Antonio González Velázquez, con
el tema de la Venida de la Virgen y la construcción de la Santa Capilla.
El
retablo de alabastro del Altar Mayor fue realizado por Damián Forment entre
1509 y 1518 y está labrado en alabastro procedente de las canteras de Gelsa.
El
Humilladero,
oquedad abierta en el muro por la que aparece la Santa Columna a través de un
pequeño óvalo, se localiza detrás del camarín de la Santa Capilla.
El
Coro
reproduce en su sillería in iconográfico de la vida de Cristo y de la Virgen y
está cerrado con una verja manierista. Procede del antiguo templo gótico y está
situado a los pies de la nave central frente al Retablo del Altar Mayor.
Otro tesoro que alberga es el fresco de
gran belleza Regina Martyrum pintado
pro Francisco de Goya. En el coreto hay otra pintura realizada por el pintor en
su juventud.
La colección de Los Mantos de la Virgen supera las trescientas unidades, siendo el
más antiguo el confeccionado por las Madres Capuchinas de Zaragoza en 1762.
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