Desde Kingman tenemos la opción de visitar el Grand Canyon West y su Skywalk, para lo que en primer lugar, tenemos que repostar ya que la distancia sin gasolineras es considerable.
Cogeremos la I-40 West y saldremos en Stockton Hill R. durante 42 millas. Allí giraremos a la derecha en Diamond Bar. Ojo: este cruce es importantísimo.
El recorrido de 12 millas es por pista de tierra atravesando un espectacular bosque de cactus para llegar al improvisado aeropuerto que han montado. En este punto hay que dejar el vehículo ya que los recorridos son en autocar. En este diminuto aeropuerto podremos ver vuelos constantes de avionetas y helicópteros para hacer los tours por el cañón o el recorrido hacia Las Vegas. Curiosamente, en esta zona del cañón, los helicópteros tienen permitido volar por dentro, cosa que el el P.N. hace años que está prohibido.
El ticket básico da derecho a comida, pero no a pasar por el SkyWalk, que tiene un cargo adicional.
Desde el aeropuerto salen autocares cada cinco minutos hacia los tres puntos de mayor interés. El primero es el SkyWalk.
Los acantilados sin barandilla que hay por doquier son espectaculares, y toda prudencia es poca, pues son cortes casi verticales de más de 1.000 metros.
Después de admirar el paisaje, podremos entrar en la cabina de acceso al SkyWalk donde hay que dejar cámaras fotográficas, llaves, móviles, bolsos, mochilas y cualquier otro elemento que pueda considerarse que se puede arrojar al vacío. A continuación, pasaremos un arco de seguridad a partir del cual nos pondrán un brazalete identificativo y podremos dirigirnos al SkyWalk.
Unas pequeñas escaleras metálicas nos dan acceso a una zona donde nos harán poner unas fundas para los zapatos con la finalidad de no rayar el vidrio. La pasarela tiene forma de herradura de unos 3 metros de ancho, los laterales son de cristal y hay una barandilla a la cual te agarras ya como único recurso, porque el suelo está hecho de placas de vidrio opaco en los lados, donde daremos nuestros primeros pasos, ya que el centro de 1,50 m. es totalmente transparente, y por lo tanto la vista es un precipicio de 1.200 metros bajo nuestros pies. El cristal tiene 7 cm. De grosor y todo el conjunto está colgado a casi cuatro veces la altura del Empire State de New York o la Torre Eiffel de París. En el espacio del SkyWalk, tienen sus propios fotógrafos que te hacen la foto de rigor que posteriormente te venderán si quieres tener inmortalizada en papel tu experiencia.
Una vez hecha esta visita, podremos ver una muestra de alojamientos indios.
Todas las instalaciones del Grand Canyon West las ha hecho la tribu de los Hualapai, que han decidido, a pesar de todas las críticas, presentar competencia al Parque Nacional del Grand Canyon.
Nuestra opinión es que es mucho más espectacular el P.N. En caso de tener que elegir solo una de las dos visitas, nos quedamos con el P.N.