Siempre he pensado que cuando uno decide
acercarse a un concierto ha de tener claro lo que va a ver y no crearse
películas que igual no vienen a cuento.
Y al igual que el público debería ser
consciente de ello en esto el bueno de Ringo siempre lo ha tenido
claro. Fue el batería de la banda más grande de la historia, pero
siempre tuvo claro su papel de ser el menos talentoso de los cuatro,
papeleta que supo jugar con maestría aportando toneladas de carisma, de
buen rollo y con un muy buen hacer tras los tambores. En 1989 consciente
de la poca relevancia de su carrera en solitario formó la All Starr
Band para salir de gira con sus colegas (que no son pocos) y poder
vender algo de nostalgia Beatle y éxitos variados del rock dependiendo
de sus acompañantes. Y esto es lo que nos encontramos en el recinto
barcelonés, ni más ni menos. ¿Qué esperaba la gente? ¿Un recital beat
purista repescando temas de Rory Storm & The Hurricanes?, ¿La
interpretación al completo del “White Album’ o “Sgt Peppers”?, ¿Un
repaso de su discografía en solitario, la cual no interesa a casi
nadie? Pues no, Ringo nos ofreció una verbena de tintes AOR con algo del
repertorio Beatle y clásicos de las carreras de sus acompañantes que
en este caso aglutinaban tonadas de Toto (Steve Lukather), el primer
Santana (Gregg Rolie), Men At Work (Colin Hay) y 10cc (Graham Gouldman).
Dicho esto y con el concepto claro la
banda tomó con puntualidad el escenario dando a Ringo su papel de
estrella de la noche con las dos primeras canciones que cayeron, el
clásico de Carl perkins ‘Matchbox’ e ‘It Don’t Come Easy’, todo sea
dicho con un sonido atroz que afortunadamente no tardó mucho en mejorar.
A partir de ahí la tónica general de la noche, una verbena AOR (y no lo
digo en tono peyorativo) hecha por un grupo de amigos que han salido de
gira. Buenos momentos con solventes interpretaciones de “Rosanna” de
Toto o “Evil Ways” de Santana y momentos más infumables y bochornosos
cuando los temas de Men At Work o 10cc tomaban el protagonismo. Pero la
estrella de la noche era Ringo y el público se iba hacia arriba cuando
la nostalgia Beatle hacía acto de presencia ya fuera con versiones que
solían hacer The Fab Four (‘Boys’ o la imprescindible ‘Act Naturally’) o
clásicos como “Don’t Pass Me By” o la sempiterna “Yellow Submarine” que
desató la catarsis entre el público. A todo esto hay que reconocer que
Ringo a pesar de sus setenta y siete años se mostró pletórico tanto a
nivel vocal como físico y supo mantener bien y con soltura los tempos
cuando se sentaba a la batería, aunque la parte del león la llevaba
Gregg Bissonette, todo sea dicho.
Así con muy buen rollo, amabilidad
musical y consignas de paz y amor se encaró la recta final donde destacó
la inmortal “I Wanna Be Your Man” que nos puso a tope, y donde tampoco
faltó el hit buenrollista por antonomasia de Ringo “Photograph”. “Hold
The Line” también dio mucha vida y la velada finalizó con “With a Little
Help From My Friends” con la audiencia desatada.
Ringo llegó, vio y ¿venció? Si se trata
de ofrecer una velada amable y sin aristas, sin duda. Y es que por muy
Beatle que uno haya sido siempre necesitará una pequeña ayuda de sus
amigos.
Fuente: http://rockonmagazine.es/ringo-starr-barcelona-26-06-18/
Ringo Starr, el mítico batería de The
Beatles, inicia este martes en Barcelona una tanda de cuatro conciertos en
España que le llevará los próximos días a Madrid, A Coruña y Bilbao, según ha
informado hoy The Project.
Starr presentará las canciones de su
último trabajo, Give more love, que alternará con clásicos de los Beatles,
acompañado de una banda de lujo formada por Colin Hay, Graham Gouldman, Steve
Lukather, Gregg Rolie, Warren Ham y Gregg Bissonette.
A sus 77 años, Ringo Starr está inmerso
en una gira europea que este martes llega a Barcelona, donde actuará en el
Palau Sant Jordi, en un concierto con todas las localidades en asientos
numerados, incluido en la programación de festival Guitar Bcn.
Los conciertos que Ringo Starr ha
ofrecido hasta ahora dentro de la gira suelen incluir cuatro o cinco temas de
Ringo Starr, un par de versiones de los Beatles y reinterpretaciones de
canciones de algunas de las bandas de las que forman parte los músicos que le
acompañan.
Así, por ejemplo, es habitual que forman
parte del repertorio temas de 10cc, de la que forma parte Graham Gouldaman, Men
at Work, en la que está Colin Hay, o Santana, con el que toca Gregg Rolie.
Tras las cuatro fechas programadas en
España, la gira continuará por Luxemburgo, Mónaco e Italia, antes de saltar a
Estados Unidos el próximo mes de septiembre.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20180625/45398790766/ringo-starr-concierto-barcelona-gira-europea.html
A medida que nos quedamos sin beatles
-la lista incluiría también a George Martin-, Paul McCartney y Ringo Starr son
las únicas personas sobre la tierra que pueden reclamar ese maravilloso legado
del pop. McCartney lo explota con frecuencia y afán posesivo, pero el que fuera
el batería de los Fab Four sólo mete la mano, y eso le honra, si es para
reclamar su parte de autoría, que es escasa pero sustanciosa.
Desde que armó su His All-Starr Band en
1989 -algo así como una banda tributo de sí mismo y de sus amigos-, Ringo ha
recorrido el mundo para tocar las canciones que compuso, o las que versionaron
los Beatles estando él allí, como forma de reivindicarse pero también de reírse
de su supuesta condición de figurante en del cuarteto de Liverpool. En estos
casi 30 años de actividad nunca había tocado en España; el martes saldó la
deuda tocando en el Palau Sant Jordi de Barcelona, primera parada antes de
Madrid, La Coruña y Bilbao.
En otras ocasiones, en su banda habían
tocado músicos como Nils Lofgren, Dr. John, Todd Rundgren o Joe Walsh, de los
Eagles. La versión 2018 no gasta tanto carisma, pero es competente y compacta,
con Graham Gouldman, Colin Hay, Gregg Bissonette, Warren Ham, Steve Lukather y
Gregg Rolie, todos antiguos miembros de 10cc, Toto, Men at Work o la banda de
Santana. La sensación que dan es la de la traslación al rock de un partido de
veteranos del Real Madrid: una ocasión gozosa en la que unos señores mayores se
divierten sin pretensiones, celebrando su gloria pasada sin interferir con el
presente.
Lo de señor mayor aplicado a Ringo
habría que matizarlo, eso sí, porque aunque la biología le reconoce 78 años,
parece un chaval delgado y ágil, con sonrisa imborrable y la muñeca aún firme
en la batería, propia de quien asume con naturalidad no haber sido el centro de
los Beatles, pero sí haber tenido la vida resuelta desde hace más de 50 años.
El concierto tuvo aires de verbena sentimental: empezó con Matchbox, clásico
rockabilly de Carl Perkins versionado por los Beatles en 1962, y fue enlazando
composiciones propias de todas sus etapas -It Don't Come Easy, Don't Pass me
By, I Wanna be Your Man-, intercaladas con covers de Santana (Black Magic
Woman), Toto (Rosanna), o 10cc (I'm not in Love), bien porque aparecieron en
los primeros discos de los Beatles o porque pertenecen a los músicos actuales
de su cuadrilla.
Sin ambiciones y con mucha simpatía,
Ringo alternó la efervescencia pop de los 60 con el sonido empalagoso del rock
adulto de los 70, más algo de reggae y salsa, sin preocupación por parecer
moderno. Por momentos parecían una banda tributo de las que giran por los
pueblos; otras veces se adivinaban relentes de las glorias pasadas, y hasta
arrancaron sonrisas cuando Ringo versionó Yellow Submarine con una broma a
costa de Led Zeppelin Pudo haber sido un concierto menos conformista, pero fue
exactamente el tipo de concierto que este Ringo crepuscular y simpático había
prometido.
Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/musica/2018/06/27/5b32bf0d22601d8b2b8b4584.html
Han pasado 53 años desde la última vez
que Ringo Starr actuó en Barcelona. En esa época tocaba la batería en un grupo
de Liverpool del que quizá han oído hablar. De las 12 canciones que los Beatles
despacharon la noche del 3 de julio de 1965 en la plaza de toros Monumental,
hay una que permanece fija en el repertorio que Ringo pasea estos días por
diversas ciudades europeas al frente de su All Starr Band, en una gira que el
martes recala en el Palau Sant Jordi. Es 'I wanna be your man'.
A partir de un esbozo inacabado, John
Lennon y Paul McCartney acabaron de escribir 'I wanna be your man' para los
Rolling Stones después de que el mánager de estos, Andrew Loog Oldham, les
comentara que el quinteto andaba buscando una composición original para un
'single'. Los Beatles también grabaron su propia versión, con Starr como
vocalista principal, y la incluyeron en su segundo elepé, 'With the Beatles'
(1963). Años después, Mick Jagger minimizó el valor de la canción al afirmar
que se quedaron con ella "solo porque parecía bastante comercial".
Lennon fue incluso más cruel y la calificó de "desecho". "Las
únicas versiones que se hicieron fueron la de los Rolling Stones y la de Ringo,
y eso demuestra la importancia que le dábamos", añadió en su característico
registro displicente.
Resulta conmovedor ver hoy a Ringo, a
sus casi 78 años, aferrarse con determinación a una canción que estrellas como
Jagger y Lennon desdeñaron tan abiertamente. Pero al fin y al cabo ese ha sido
siempre el sino de Starr; desde el día de agosto de 1962 en que aceptó
reemplazar a Pete Best como el batería de los Beatles, Richard Henry Starkey no
ha dejado de ser visto como el tipo sin talento que tuvo la fortuna de
construirse una carrera artística gracias a los despojos que le arrojaban sus
brillantísimos compañeros de grupo.
Un
admirable buen humor
Ringo no solo ha aceptado sin lloriqueos
el papel subalterno que la historia le ha adjudicado en la leyenda de los Fab
Four, sino que se ha avenido a representarlo con admirable sentido del humor.
Esa buena disposición fue explotada, por ejemplo, en un memorable gag del
programa televisivo 'Saturday Night Live' sobre una subasta de 'memorabilia
beatle' en la que un cepillo de dientes utilizado por Paul McCartney durante la
grabación de 'Rubber Soul' era adquirido por 110.000 dólares mientras que nadie
pujaba por Ringo Starr en persona. "¿Sabe hacer algo?", preguntaba
una coleccionista. "Bueno –respondía la empleada de la casa de subastas-,
creo que toca la batería y tiene una bonita colección de anillos".
'I wanna be your man' es una de las
siete canciones del repertorio de los Beatles que Ringo y su banda interpretan
en la gira europea que ahora llega a Barcelona. Las otras seis son 'Matchbox'
(un número de Carl Perkins que los Fab Four solían tocar en sus días de
Hamburgo), 'Boys' (versión de las Shirelles que fue incluida en el primer elepé
del cuarteto), 'Act naturally' (pieza country de Buck Owens que los Beatles
grabaron para 'Help!'), 'Yellow submarine' ("si alguien no conoce esta
canción, quizá se ha equivocado de concierto", dijo Starr en la primera
cita de la gira, en París), la totémica 'With a little help from my friends' y
'Don't pass me by', una de las dos únicas composiciones del batería que sus
compañeros accedieron a publicar (la otra es 'Octopus' garden'; un tanto
inexplicablemente, Ringo se permite el lujo de dejarla fuera de los
conciertos).
Experiencia
gratificante
Esa media docena de temas tal vez no
sean lo más ilustre del legado 'beatle', pero escucharlas en directo en la voz
de su intérprete original es una experiencia altamente gratificante para los
fans del grupo de Liverpool, que obtienen además, a modo de bonus, las dos
mejores canciones de la carrera de Starr en solitario ('It don't come easy' y
'Photograph').
El resto del espectáculo, integrado por
hitos inapelables de la radiofórmula 'vintage' a cargo de músicos de Toto,
Santana, 10cc y Men At Work, es de digestión algo más compleja, y se aconseja
un protector gástrico a los espectadores que padezcan intolerancia al rock
melódico para adultos. O aprovechen para ir al bar, qué diablos.
RINGO
STARR AND HIS ALL STARR BAND
Palacio Euskalduna, Bilbao
1 de julio de 2018
Después
casi seis décadas desde la irrupción de The Beatles parecía una bilbainada que
uno de sus componentes recalara en Bizkaia. Una quimera que se hizo realidad
cuando hace unos meses se anunció el concierto de Ringo Starr And His All Starr
Band programado para el BEC de Barakaldo. El bajo ritmo de la venta de entradas
obligó a reubicar la actuación al Palacio Euskalduna de Bilbao, cuyo auditorio
puede albergar a 2.164 personas.
Aunque
entre la popularidad de Ringo Starr y Paul McCartney diste un abismo, tampoco
era previsible el más que discreto interés que ha suscitado la visita de todo
un Beatle a Bilbao. Ayer el Palacio Euskalduna se quedó muy lejos del lleno,
toda una debacle teniendo en cuenta que el primer recinto elegido para esta
actuación era siete veces mayor. Quizás el hecho de que las canciones más
conocidas de The Beatles ocupen un lugar testimonial en el repertorio de Ringo
pueda aportar alguna pista al respecto.
El
clásico batería venía acompañado por una All Starr Band de altura que incluía a
Gregg Rolie (Santana, Journey, teclados y voz), Steve Lukather (Toto, guitarra
y voz), Graham Gouldman (10cc, bajo y voz), Colin Hay (Men At Work, guitarra y
voz), Gregg Bissonette (David Lee Roth, batería) y Warren Ham (saxo, teclados,
percusión, voz…).
Ringo
salió al escenario con la vitalidad de un joven, a pesar de que el próximo día
siete cumplirá 78 años, sonriente y muy cercano a sus fans en todo momento.
Desde el principio obsequió por doquier el clásico signo de la paz. Arrancaron
con Matchbox de Carl Perkins, un tema del que los propios The Beatles hicieron
una versión. El británico ejerció de frontman también en la segunda canción, It
Don’t Come Easy, mientras Bissonette marcaba el ritmo y la banda en su práctica
totalidad ejercía de coral para envolver la voz de Ringo, que para el tercer
tema ya se había sentado en su emblemática batería.
Los
miembros de All Starr Band también disponen de una gran cuota de protagonismo
añadiendo al repertorio algunos de los hits de sus grupos principales. Comenzó
Graham Gouldman a llevar la voz cantante con Dreadlock Holiday de 10cc
perfectamente respaldado por unos compañeros que sobresalían tanto por su
interpretación instrumental como vocal.
El
cuarto tema fue Evil Ways, todo un clásico popularizado por Santana y que contó
con el liderazgo de Gregg Rolie y el soporte en las voces de todos los
instrumentistas a excepción de Bissonette. Rolie presentó a “un gran músico y
un gran amigo”: Steve Lukather, quien tuvo palabras de elogio hacia Bilbao y
quien arengó a los fans para que bailaran de pie al ritmo de Rosanna de Toto,
que él mismo cantó con la inestimable ayuda de Warren Ham. Ringo Starr y
Bissonette tenían ubicadas sus dos baterías en paralelo. Aunque la del Beatle
tuviera una posición central de privilegio, la de su compañero fue la que
dirigió toda la base rítmica.
Colin
Hay dio un paso al frente para recordar uno de los mayores hits de su banda,
los australianos Men At Work: Down Under. Ringo compartió la voz principal con
la batería en Boys, el tema que originalmente popularizaron The Shirelles y
después The Beatles.
Ringo
dejó la batería, se puso en el teclado de Ham y arrancó el Don’t Pass Me By de
The Beatles que levantó una gran ovación de la audiencia. Tras la introducción
se fue al centro del escenario y ejerció de frontman. “Me gusta la
participación del público”, destacó la estrella de la noche, que incluso
contestaba a los gritos que le proliferaban los más animados. “Si no conocéis
esta canción estáis en una sala equivocada”. Se acercó a Steve Lukather y dijo;
“¿Preparados para Led Zeppelin? mientras el guitarrista tocaba las primeras
notas de Stairway To Heaven. Solo fue un amago, una broma que Ringo prosiguió
señalando a un fan y diciendo; “Robert Plant está en la audiencia”. Había llegado
el momento de Yellow Submarine, un emblema que contó con los coros de todos los
aficionados. Starr agradecía la respuesta de sus fans al grito de “paz y amor”.
El
Beatle se tomó un descanso y dejó a sus compañeros al mando. “Esta es la
canción por la que siempre seremos recordados”, explicó Graham Gouldman al
introducir I’m Not In Love de 10cc. Rolie que estaba sobresaliendo tanto con su
voz como con su interpretación al teclado abrió la veda para un nuevo recuerdo
a Santana con Black Magic Woman en la que dio el testigo a Steve Lukather y que
culminó con un sensacional solo de Gregg Bissonette.
Ringo
volvió a escena con una nueva indumentaria después de un descanso de dos temas
y preguntó si había chicas jóvenes en la audiencia. Empezó a contar a las que
levantaban las manos y espetó. “Mira una con barba”, de forma socarrona.
Presentó You’re Sixteen, un tema que popularizó Johnny Burnette y que Ringo
grabó para un single en los años setenta. “Este es un himno que compuse para la
paz y el amor”, destacó en la introducción de Anthem.
En
el fondo de la escena sobresalían numerosas estrellas sobre un tono
psicodélico. Colin Hay lideró un nuevo tema de Men At Work; Who Can It Be Know?
en el que destacaron tanto los coros como el saxo de Warren Ham. Graham
Gouldman volvió a reivindicar 10cc con The Things We Do For Love, antes de
ceder el protagonismo a Gregg Rolie quien anunció en español; “Santana para
ustedes con mis amigos”. Momento en el que comenzaron a tocar Oye Como Va con
el respaldo de los fans y con un gran solo de guitarra de Steve Lukather.
Había
llegado otro de los momentos más esperados por los seguidores de The Beatles.
Ringo compartió voz y batería en I Wanna Be Your Man, que dio paso a otro de
los puntos álgidos de la noche con Hold The Line, el extraordinario hit de Toto
en el que Lukather asumió la voz y el solo de guitarra.
Ringo
dejó la batería y se fue al centro de la escena para presentar Photograph, que
enlazaron con Act Naturally, un tema que originalmente grabó Buck Owens y
después The Beatles en 1965. Había llegado la despedida con otro de los grandes
temas de The Beatles; With a Little Help From My Friends, que posteriormente
también llevaría el sello de Joe Cocker, y que en Bilbao enlazaron con Give
Peace A Chance para cerrar una actuación que pasó de una hora y cuarenta
minutos.
Musicalmente
impecables, algunos de los miembros de All Starr Band prácticamente tuvieron el
mismo o más protagonismo que el propio artista principal. Los temas que sonaron
de The Beatles fueron los que originalmente cantó el propio Ringo, lo que
explica que fueran muy pocos los más reconocibles para el gran público. Al
menos los que asistieron anoche al Palacio Euskalduna siempre podrán decir que
vieron a un Beatle en Bilbao. Ringo se marchó literalmente corriendo del
escenario y sorprendentemente no se quedó con sus compañeros a despedirse de
los fans.
Ringo
Starr And His All Starr Band setlist
1.
Matchbox
2.
It Don’t Come Easy
3.
Dreadlock Holiday
4.
Evil Ways
5.
Rosanna
6.
Down Under
7.
Boys
8.
Don’t Pass Me By
9.
Yellow Submarine
10. I’m Not In Love
11. Black Magic Woman
12.You’re Sixteen
13. Anthem
14. Who Can It Be Now?
15. The Things We Do For Love
16. Oye Como Va
17. I Wanna Be Your Man
18. Hold The Line
19. Photograph
20. Act Naturally
21. With A Little Help From My Friends /
22. Give Peace A Chance
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