Monasterio cisterciense de la Real, iglesia conventual.
Imagen de la Mare de Déu de la Real (s. XVI) que preside el altar mayor de la iglesia conventual.
Órgano.
Retablo de San Onofre, obra de Gaspar Oms, 1601. Fue encargado por el abad Onofre Pol para la capilla dedicada al santo.
Monasterio
Sant Bernat de la Real.
En el Camí dels Reis (camino de los
reyes), entre la carretera de Valldemossa y la de Establiments, encontramos el
monasterio de Sant Bernat de la Real, antiguamente Santa Maria de la Real. En
el pasado fue un jardín del valí o gobernador musulmán. Según la tradición, es
aquí donde, el 13 de septiembre de 1229, se instalaron las tropas catalanas de
Jaime I el Conquistador para iniciar el sitio de la ciudad. El campamento no se
levantó hasta que consiguieron entrar a la Madina Mayurqa, el 31 de diciembre de
1229. El cronista Bernat Desclot narra así la instalación del campamento:
“Encontraron, a una ballestada de la
ciudad, un jardín que era del rey sarraceno, muy grande, cuyos lados medían,
cada uno, al menos dos ballestadas, y estaba cerrado por todos los lados con
fuertes muros de un estado de lanza de altura, y con un hermoso albergue y
pasaba el agua por en medio. Y toda la hueste entró, y aquí esperaron y
comieron la fruta que encontraron en el jardín aquella noche, y no cenaron
porque no tenían nada; y dieron a los caballos paja y hierba que encontraron. Y
reposaron porque habían trabajado mucho; pero aquella noche no se
desguarnecieron y ningún hombre de la hueste durmió, sino que estuvieron toda
la noche preparados para la batalla por si los sarracenos los quisieran
atacar”.
Alrededor de 1266, se instaló aquí el
monasterio cisterciense fundado en 1235 por monjes de Poblet en la antigua
alquería Alpic, donde actualmente se encuentra la finca de la Granja
(Esporles); desde 1239, los monjes se instalaron ya cerca de la Real, en la
actual finca de Son Cabrer. En la segunda mitad del siglo XIII, Ramón Llull
pasó varias temporadas en el monasterio, donde escribió alguna de sus obras,
como el Llibre d’Ave Maria (Libro de Ave María).
El monasterio poseía unos dominios muy
considerables, sobre los cuales el abad tenía jurisdicción civil. El abad de la
Real fue también miembro del Consejo instaurado por Jaime III de Mallorca, y en
las cortes ocupaba la segunda silla del estamento religioso de Mallorca,
después del obispo. Hasta 1517, normalmente los abades fueron elegidos por el
monasterio de Poblet, pero desde ese año fueron nombrados por los monjes de la
Real. Se independizaron definitivamente de Poblet en 1560.
En el siglo XVIII, fue abad un lulista
notable, Antoni Ramon Pasqual. En el año 1835, los monjes del Císter
abandonaron el monasterio, con motivo de la exclaustración de Mendizábal. La
antigua iglesia monacal fue convertida en vicaría del núcleo del Secar de la
Real, y en 1897, se establecieron en la misma los misioneros de los Sagrados
Corazones. En 1913, la vicaría fue convertida en parroquia; poco antes, en
1907, la iglesia había sido reformada por el arquitecto Guillem Reynés.
Hoy alberga la Biblioteca Balear, un
importante fondo bibliográfico sobre temas de las Islas Baleares.
Memoria
descriptiva.-Organización espacial.
El conjunto del Monasterio de la Real,
del que debía ser la parte construida, era, según las descripciones que nos han
llegado, un recinto custodiado por un alto muro rematado con almenas, del cual
parece que sólo quedaría el portal de ingreso al recinto.
Este portal está formato por un gran
arco de medio punto, con anchos dovelas, coronado por un remado superior que
contiene como elemento central un nicho que parece que se añadió a comienzos de
la segunda mitad del siglo XVII. En el nicho se encuentra una imagen de la
Virgen María con el Niño en brazos.
Una vez traspasado este portal se accede
a un espacio libre que hace como de espacio de acogida, a manera de gran
terraza, que flanquea la entrada al monasterio.
Actualmente el conjunto edificado de
monasterio e iglesia se encuentran rodeados de una zona de espacio libre que se
limita por una tapia de alzada variable, siendo en algunas zonas superior a los
dos metros.
El conjunto se estructura en planta con
el monasterio organizado en torno a un claustro de planta casi cuadrada, y con
la iglesia, con el eje longitudinal dispuesto de forma perpendicular al lateral
del claustro al cual se adosa.
La estructura del conjunto no cumple, al
menos en la actualidad, los esquemas tradicionales de organización espacial que
seguían las construcciones monacales del Císter.
Como ya se ha dicho, todavía ahora se
descubre con facilidad la relación del monasterio con el agua, una de las
causas de elección de este emplazamiento. Si bien esto no es una circunstancia
única, sino que todos los elementos de una cierta importancia tenían en cuenta
el factor de la facilidad en el abastecimiento de agua antes de elegir una
implantación, en este caso resulta evidente, y no tan solo por agua obtenida
del subsuelo, sino por el agua que nace en las montañas, en cotas topográficas
más altas, y es aprovechada por sistemas de conducción por gravedad. Así,
todavía son visibles como una desviación de la síquia de la Vila penetra
directamente en los terrenos del monasterio hasta un estanque (recientemente
modificado). Esta agua se complementaba con la cisterna del patio.
Interiores:
Uno de los elementos destacables y que,
aparte de lo que se explicará, ofrece al conjunto una singularidad es el
claustro. Su construcción no es cronológicamente unitaria; parte de las arcadas
inferiores son del siglo XV, las alas norte y este del piso superior se podan
datar a finales del siglo XVII y primera mitad del XVIII y el ala de poniente
es del final del XIX.
Es de planta rectangular, tendiendo al
cuadrado, y cuenta con dos pisos de arcadas, de arcos carpaneles sobre columnas
de sección bien octogonal, bien helicoidales en la planta baja, y sobre
columnas jónicas estriadas en el primer piso, y de sección circular las
construidas en la última reforma. No se discierne, en principio, ninguna ley
lógica que guíe a la planta baja la alternancia entre las columnas de sección
octogonal y las helicoidales y el sentido de rotación.
Sobre el ala norte y este del claustro
se encuentra un segundo piso de dependencias de construcción reciente.
El claustro se encuentra estructurado
por dos pasos adoquinados en forma de cruz, y los cuatro cuadrados que restan
están ajardinados. En el centro del claustro hay una fuente del siglo XVII.
Situadas sobre un de los ejes, junto a el ala norte, una cisterna de cuello
cuadrangular de piedra y una estatua de Ramón Llull, obra de mediados del siglo
XIX del escultor Orell.
De entre la vegetación a destacar en el
claustro hay dos árboles de pisos, situados cada uno en uno de los parterres
del costado norte, pero aun cuando ahora su altura sobrepase la del edificio,
de fotografías no muy antiguas parece que la edad de estos dos elementos no sea
demasiada, en cambio se observan dos cipreses en los mismos parterres que en la
actualidad no están. En este sentido, no se ha dispuesto hasta el momento de
documentación suficiente por tal de conocer cómo debía ser el estado o la
vegetación original del claustro.
Las paredes del claustro presentan
tumbas procedentes de la iglesia. Así, se puede ver la lauda sepulcral del
presbítero Joan Ripoll (1626), y la del Dr. Gaspar Sastre-Mulet. A diferencia
de las anteriores, la lauda sepulcral del abad Onofre Pol, decorada con
mármoles de diferentes colores, es de una gran riqueza. También hay en los
corredores de una de las alas del claustro una trona realizada en piedra de
arenisca, la cual posiblemente ya corresponde a la época de los Misioneros que
ocupan en la actualidad la Real, puesto que lleva el emblema de los Sagrados
Corazones en uno de sus lados.
Las dependencias más significativas,
dispuestas en torno al claustro son:
·
En
la planta baja: en el ala este la biblioteca y la sala capitular; en el ala
norte las actuales cocina y comedor; en el ala oeste algunas dependencias
comunes; y en el ala sur se dispone la iglesia.
·
En
la planta baja, algunos de los accesos de las dependencias de alrededor del
claustro están configurados por arcos de factura antigua; así, el de la
biblioteca está constituido por un arco apuntado de arenisca; el de la sala
capitular, en cambio, es adintelado, pero está enmarcado por dos emblemas con
la fecha de 1600.
·
En
la planta primera en las alas este y norte están las celdas y el colegio, en el
ala oeste diversas dependencias dónde se guardan objetos, una habitación que
reproduce la celda del fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones el
padre Joaquim Rosselló Ferrà, etc.
·
La
planta segunda, existente sólo en las alas norte y este, es fruto de un
reciente aumento de volumen, cuando la congregación consideró que necesitaba
más superficie construida. Estas dependencias se utilizan con finalidades que
se podrían denominar benèfico-asistenciales.
·
La
sala capitular, convertida en dormitorio y establo tras la exclaustración, fue
reformada y recuperada a los años 50 del siglo XX. Es de planta rectangular y
presenta cuatro tramos de vuelta de crucería. Las clave de bóveda son de
factura reciente y representan emblemas relacionados con los Misioneros de los
Sagrados Corazones.
·
La
biblioteca ocupa un espacio que ha estado rehecho totalmente a partir de la
recuperación de la función religiosa tras las desamortizaciones.
Las dependencias más destacables con
respecto a sus características arquitectónicas son, por lo tanto, las de la
planta baja.
El conjunto presenta cubiertas
inclinadas excepto en parte de las alas norte y oeste, las de reciente
recrecimiento, que en su zona central se reservó una parte de cubierta plana.
La
iglesia conventual:
El templo actual es el resultado de una
intervención a la iglesia gótica del monasterio llevada a término el año 1908
por el arquitecto Guillem Reynés y promovida por el obispo Campins. Esta
intervención significó una profunda reforma del antiguo templo, e incluso ha
está calificada por alguien (el historiador Miquel Seguí) de poco afortunada.
Aún así, para la redacción de este informe tampoco se ha dispuesto de datos
sobre cual era el estado en que se había quedado el templo tras la
desamortización.
Existe una hipótesis que apunta que
Reynés contó con la colaboración, o cuando menos el asesoramiento, de Gaudí
para esta intervención, de la cual fue maestro de obras Joan Manera.
De entre los hechos que debieron suponer
una mayor alteración de la anterior construcción se puedan citar:
1. Para dar amplitud al templo, y
aumentar su altura se procedió a rebajar el suelo en torno a un metro.
2. Se agujerearon los arcos
diafragmáticos, con el objetivo de aligerarlos.
3. Se cambió la orientación del templo.
Así, el altar mayor pasó al extremo al lado del claustro y la portada
principal, que anteriormente daba al claustro, se situó en la placeta que hay
justo traspasado el callejón de acceso al monasterio. Esta operación quizás se
explicaría porque mientras que la iglesia era del monasterio y daba servicio a
este, el acceso a la misma era por el claustro, en cambio, con la reforma, lo
que se pretendía era que la iglesia fuera del pueblo, que venía de fuera.
Años después, se construyó un atrio o
pórtico de acceso a la iglesia en la fachada principal, según un proyecto de
Guillem Forteza. El campanario también parece de nueva construcción.
La iglesia es de planta rectangular, de
una sola nave y con cuatro capillas laterales a cada lado. Tiene acceso a
través de un pórtico, de menor altura que la nave y con tres grandes arcos de
medio punto; el paramento de este cuerpo presenta un esgrafiado de círculos.
La cubierta de la nave central es a
doble vertiente y está configurada por un artesonado de madera y placas
cerámicas con motivos de inspiración mudéjar, sostenida por arcos diafragma
apuntados con óculos. Las capillas laterales presentan bóveda de crucería. Se accede
a las capillas laterales a través de arcos apuntados. La capilla de San Bernat
presenta una decoración pictórica mural de factura reciente. La capilla de San
Onofre presenta una clave de bóveda con el escudo del abad Onofre Pol, el cual
conserva la policromía, y unos capiteles con representaciones antropomórficas.
En el primer tramo de la iglesia hay una
tribuna, sostenida por tres arcos de medio punto, dónde se encuentra el órgano.
A cada lado también hay sendas capillas, la de la derecha con cubierta de
bóveda de crucería y la de la izquierda con un artesonado plano de madera. Se
accede a través de arcos de medio punto ligeramente rebajados.
Finalmente, hace falta mencionar la
sacristía, con techo muy alto y cubierta a doble vertiente como la de la nave
central de la iglesia. Empotrado en uno de los muros vemos un interesante
lavamanos en piedra y enmarcado de ladrillos con motivos florales diseñado por
Reynés. El aspecto de esta sacristía es también de estilo modernista, igual que
el de la iglesia, aun cuando se observa que restan elementos anteriores, como
por ejemplo un gran arco ojival que se encuentra en uno de sus paramentos
verticales.
Fachadas:
Fachada por dónde actualmente se accede
al conjunto: La fachada que da a la placeta de la iglesia presenta tres
alturas. La planta baja está constituida por un pórtico con unas arcadas de
arcos carpaneles. El paramento presenta un portal con un arco de medio punto
con piezas muy anchas. En el primero hay una sucesión de ventanas rectangulares
y en el porche un seguido de pequeñas ventanas. La disposición de estas
aperturas es simétrica y regular y todas ellas presentan un enmarcado
constituido por una faja pintada de un color rosado, que destaca sobre el
blanco de la fachada. Hace falta mencionar que en la parte izquierda de la
fachada, entre el primer y el segundo piso, se observa un reloj de suelo
esgrafiado en el paramento. En el lateral izquierdo de la fachada se adosa un
bloque de planta cuadrangular de menor altura, el cual presenta una pérgola en
su parte superior.
En el porche del piso inferior, en el
muro de mano derecha, se encuentra el portal de acceso al claustro, adintelado.
La iglesia presenta adosado por la
fachada sur (de los pies) un atrio con tres arcos de medio punto.
El campanario, situado al lado del
ángulo sur oeste de la iglesia es también fruto de la última reforma importante
llevada a término en el conjunto.
Fachadas norte, este y oeste:
Desgraciadamente, lo que se ha de explicar de estas fachadas es que presentan
una composición y una relación entre hueco y lleno que no tan solo nada tiene
que ver con lo que debía ser la tipología original de las mismas, sino que
desdicen del resto del conjunto, siendo una de las partes que peor actúa en el
conjunto compositivo del monumento. Presentan ventanas de proporción vertical,
tamaño considerable, y con una elevada proporción de vacíos respeto de la
superficie del macizo.
Son muy pocos los elementos que parecen
de factura antigua, entre ellos, una ventana coronada por un pequeño escudo y
un portal de arco redondo, ambos situados en la parte correspondiente a la
biblioteca, por lo tanto a la fachada este.
RAMON LLULL EN LA REAL
Ramon
Llull se hospedó en varias ocasiones en el monasterio de Santa Maria o de Sant
Bernat de la Real, que poseía una biblioteca notable. Entre 1265 y 1269 los
frailes victorianos de la Real le aconsejaron la lectura de San Anselmo y de
San Agustín; esto abrió en él el espíritu de contemplación, la especulación
doctrinal y las ansias de apostolado y de martirio. En 1274 permaneció allí una
larga temporada y escribió varios libros importantes: Art abreujada d’atrobar
veritat (primera versión del ‘Arte’), Llibre d’Ave Maria y el Llibre del Gentil
i dels tres savis. Ramon Llull donó su biblioteca personal al monasterio de la
Real en su testamento.
DESCRIPCIÓN
El
monasterio de Santa Maria de la Real se encuentra al norte de la ciudad de
Palma, en un lugar donde la tradición sitúa el campamento de las huestes del
rey Jaime I en las semanas previas al asalto a la Madina Mayurqa musulmana. Se
trata de un antiguo monasterio cisterciense situado entre las carreteras de
Establiments y de Valldemossa. Fue fundado por el abad de Poblet (Catalunya) en
1239 pero no fue hasta 1266 cuando pasó a su ubicación actual. Fue un
monasterio muy importante: el abad de la Real ocupaba la segunda silla del
Capítulo, después del obispo. En 1835 los cistercienses abandonaron el monasterio
y en 1897 se establecieron en él los Misioneros de los Sagrados Corazones, los
cuales crearon la valiosa Biblioteca Balear.
La
iglesia es de estilo cisterciense (siglo XIII) con añadidos del XVII. El
claustro es de los siglos XV y XVIII. También se conserva la sala capitular. Es
importante hacer referencia a una estatua de Ramon Llull ubicada en el centro
del claustro; en esta obra de Andreu Orell Salvà (1952) se puede apreciar la
imagen de Llull sujetando el Llibre d’Ave Maria.
ARQUITECTURA
Del
antiguo monasterio de la Real poco ha quedado. El conjunto formaba un recinto
cerrado por un alto muro almenado, con un gran portal de entrada presidido por
una hornacina donde estaba la Virgen; desde aquí, se llegaba a la iglesia por
un sendero. El templo abacial se construyó en el siglo XIII (documentado en
1266), pero desgraciadamente fue muy reformado a principios de la pasada
centuria. Actualmente es de una sola nave con techo de madera a doble
vertiente, sostenido por arcos de diafragma apuntados. Tanto la planta como la
estructura de cubrimiento se alejan ostensiblemente de las características del
templo cisterciense; de hecho, en el contexto de la arquitectura de la Orden en
la Corona de Aragón, la iglesia de la Real constituye una excepción. Como es
sabido, los cistercienses empleaban la cubierta de armadura mixta -Techo de
madera y arcos de diafragma (arco de diafragma)- únicamente en edificios de
servicios (bodegas, dormitorios...), nunca en las iglesias, que eran cubiertas
de vuelta de piedra, porque era considerada más digna para la casa del Señor.
El alejamiento de la ortodoxia cisterciense debe entenderse tanto por
relajamiento que, con los años, sufrieron las normas de Cîteaux, como por la
adopción de la fórmula popular y genuina (nave única con diafragmas
transversales) empleada entonces en muchos templos parroquiales de la conquista
(San Pedro de Escorca, San Miguel de Campanet, Santa Ana de Alcudia...) y en
las iglesias conventuales de las órdenes mendicantes. En el lugar habitual estaba
el claustro, rehecho totalmente el siglo XVI. Actualmente se conserva esta
construcción renacentista, que es un bello y armónico ejemplar de dos pisos,
alrededor del cual se ordenaban las dependencias monacales: sala capitular,
refectorio y otros servicios comunitarios. Todo el conjunto era extremadamente
sencillo y sobrio.
RECONOCIMIENTO PATRIMONIAL
BIC
(Bien de Interés Cultural).
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