sábado, 11 de abril de 2020

Iglesia y casa Museo de Santa Teresa. Ávila.


Iglesia y casa Museo de Santa Teresa. Ávila.

Iglesia de Santa Teresa

El año 1543 al fallecer D. Alonso, el padre de Santa Teresa, comienza la ruina de la casa en la que vino al mundo nuestra Santa. Cuando los carmelitas descalzos deciden hacer memoria de este lugar sólo encuentran ruinas y, con buen acuerdo, determinan levantar sobre el solar la iglesia y convento que hoy podemos contemplar. La construcción se concluyó en octubre de 1636, y es obra del arquitecto FrayAlonso de San José, carmelita descalzo, natural de Piedrahita (Ávila).

Podemos contemplar la sobria belleza de su fachada, y si accedemos a la iglesia no sorprenderá su sencillo interior, la armonía de sus retablos en los que encontraremos preciosas obras de Gregorio Fernández, entre ellas sobresale el “Cristo atado a la columna” y la sobriedad del estilo carmelitano, que cautiva por su “nada” que se vuelve “todo”.

Junto al presbiterio está la puerta de entrada a la “capilla del nacimiento”, presidida por la emotiva imagen de Santa Teresa de Jesús, patrona de Ávila, de Gregorio Fernández. Adosado a la iglesia se construyó el convento. Hoy residencia de una comunidad de carmelitas descalzos, y albergue de peregrinos. Cuenta con un claustro cuadrado sobrio y elegante y una hermosa escalera volada.

Museo de Santa Teresa.

El Museo de Santa Teresa, en Ávila, único en el mundo para conocer su vida y su mensaje, se encuentra instalado en la cripta de la iglesia y convento que lleva su nombre. Sabemos que era el espacio ocupado por la casa en la que vino al mundo Santa Teresa de Jesús. Exigencias arquitectónicas dieron como resultado la creación de esta preciosa cripta, que hoy convertida en “Museo” invita a descubrir la personalidad de esta gran mujer.

El visitante que entra en el museo lo hace por un zaguán clásico, enchinado, con el escudo de la familia de los Sánchez Cepeda, que le introduce en un espacio evocador de la grandeza del mundo que queda dentro, escondido. Lo expuesto, claramente datado, los pensamientos teresianos y la música acorde con el lugar, permiten al visitante descubrir la grandeza del mensaje que encierra la vida de esta gran mujer. El visitante, puede evocar su infancia, con el jardín donde jugaba, o su madurez espiritual, con la reproducción de la celda de San José donde escribió Teresa buena parte de su obra. La proyección de esta vida se descubre en el número de lenguas a las que se ha traducido su obra y de las que se expone algún ejemplar, así como las numerosas obras de pintura, estampería, filatelia, numismática que la han recordado a lo largo de los siglos y que se pueden admirar en este museo.

Son muy valiosas las piezas escultóricas, de distintos estilos y épocas de la historia. Destacamos un hermoso San José, una talla de Santa Teresa de Gregorio Fernández, y la réplica del grupo escultórico que forman “el Cristo atado a la columna y Santa Teresa de Jesús”, una de las últimas obras del genial escultor de Castilla, Gregorio Fernández.








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