martes, 12 de noviembre de 2019

Templo de Confucio. Beijing. China.


Este templo es el más grande consagrado a Confucio en China fuera de Qufu, la ciudad natal del filósofo, en la provincia de Shandong. La galería que conduce al templo luce un bonito pailou (arco ornamental), uno de los pocos que se conservan en Beijing. La construcción se erigió en 1302, bajo la dinastía mongol Yuan, y se amplió en 1906 bajo el reinado del emperador Guangxu. Es un enclave apacible, perfecto para escapar del bullicio de la ciudad. En el silencioso patio que queda delante del pabellón principal, Dacheng Dian, se elevan unas 200 estelas, labradas con los nombres de quienes pasaron con éxito los exámenes al cuerpo imperial de funcionarios. En los pabellones, rodeados de cipreses, hay más estelas, éstas cargadas a la espalda de bixis (animales míticos, mitad tortuga mitad dragón). En una terraza de mármol del pabellón principal se hallan las estatuas de Confucio y algunos de sus discípulos.