jueves, 28 de junio de 2018

Ringo Starr & His All Starr Band. Palau de Sant Jordi, 26/06/2018.



























































Siempre he pensado que cuando uno decide acercarse a un concierto ha de tener claro lo que va a ver y no crearse películas que igual no vienen a cuento.

Y al igual que el público debería ser consciente de ello en esto el bueno de Ringo siempre  lo ha tenido claro. Fue el batería de la banda más grande de la historia, pero siempre tuvo claro su papel de ser el menos talentoso de los cuatro, papeleta que supo jugar con maestría aportando toneladas de carisma, de buen rollo y con un muy buen hacer tras los tambores. En 1989 consciente de la poca  relevancia de su carrera en solitario formó la All Starr Band para salir de gira con sus colegas (que no son pocos) y  poder vender algo de nostalgia Beatle y éxitos variados del rock dependiendo de sus acompañantes. Y esto es lo que nos encontramos en el recinto barcelonés, ni más ni menos. ¿Qué esperaba la gente? ¿Un recital beat purista repescando temas de Rory Storm & The Hurricanes?, ¿La interpretación al completo del “White Album’ o “Sgt Peppers”?, ¿Un repaso de su discografía en solitario, la cual no  interesa a casi nadie? Pues no, Ringo nos ofreció una verbena de tintes AOR con algo del repertorio Beatle  y clásicos de las carreras de sus acompañantes que en este caso aglutinaban tonadas de Toto (Steve Lukather), el primer Santana (Gregg Rolie), Men At Work (Colin Hay) y 10cc (Graham Gouldman).

Dicho esto y con el concepto claro la banda tomó con puntualidad el escenario dando a Ringo su papel de estrella de la noche con las dos primeras canciones que cayeron, el clásico de Carl perkins ‘Matchbox’ e ‘It Don’t Come Easy’, todo sea dicho con un sonido atroz que afortunadamente no tardó mucho en mejorar. A partir de ahí la tónica general de la noche, una verbena AOR (y no lo digo en tono peyorativo) hecha por un grupo de amigos que han salido de gira. Buenos momentos con  solventes interpretaciones de “Rosanna” de Toto o “Evil Ways” de Santana y  momentos más infumables y bochornosos cuando los temas de Men At Work o 10cc tomaban el protagonismo. Pero la estrella de la noche era Ringo y el público se iba hacia arriba cuando la nostalgia Beatle hacía acto de presencia ya fuera con versiones que solían hacer The Fab Four (‘Boys’ o la imprescindible ‘Act Naturally’) o clásicos como “Don’t Pass Me By” o la sempiterna “Yellow Submarine” que desató la catarsis entre el público. A todo esto hay que reconocer que Ringo a pesar de sus setenta y siete años se mostró pletórico tanto a nivel vocal como físico y supo mantener bien y con soltura los tempos cuando se sentaba a la batería, aunque la parte del león la llevaba Gregg Bissonette, todo sea dicho.

Así con muy buen rollo, amabilidad musical y consignas de paz y amor se encaró la recta final donde destacó la inmortal “I Wanna Be Your Man” que nos puso a tope, y donde tampoco faltó el hit  buenrollista por antonomasia de Ringo “Photograph”. “Hold The Line” también dio mucha vida y la velada finalizó con “With a Little Help From My Friends” con la audiencia desatada.

Ringo llegó, vio y ¿venció? Si se trata de ofrecer una velada amable y sin aristas, sin duda. Y es que por muy Beatle que uno haya sido siempre necesitará una pequeña ayuda de sus amigos.
Fuente: http://rockonmagazine.es/ringo-starr-barcelona-26-06-18/

Ringo Starr, el mítico batería de The Beatles, inicia este martes en Barcelona una tanda de cuatro conciertos en España que le llevará los próximos días a Madrid, A Coruña y Bilbao, según ha informado hoy The Project.

Starr presentará las canciones de su último trabajo, Give more love, que alternará con clásicos de los Beatles, acompañado de una banda de lujo formada por Colin Hay, Graham Gouldman, Steve Lukather, Gregg Rolie, Warren Ham y Gregg Bissonette.

A sus 77 años, Ringo Starr está inmerso en una gira europea que este martes llega a Barcelona, donde actuará en el Palau Sant Jordi, en un concierto con todas las localidades en asientos numerados, incluido en la programación de festival Guitar Bcn.
Los conciertos que Ringo Starr ha ofrecido hasta ahora dentro de la gira suelen incluir cuatro o cinco temas de Ringo Starr, un par de versiones de los Beatles y reinterpretaciones de canciones de algunas de las bandas de las que forman parte los músicos que le acompañan.
Así, por ejemplo, es habitual que forman parte del repertorio temas de 10cc, de la que forma parte Graham Gouldaman, Men at Work, en la que está Colin Hay, o Santana, con el que toca Gregg Rolie.
Tras las cuatro fechas programadas en España, la gira continuará por Luxemburgo, Mónaco e Italia, antes de saltar a Estados Unidos el próximo mes de septiembre.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20180625/45398790766/ringo-starr-concierto-barcelona-gira-europea.html


A medida que nos quedamos sin beatles -la lista incluiría también a George Martin-, Paul McCartney y Ringo Starr son las únicas personas sobre la tierra que pueden reclamar ese maravilloso legado del pop. McCartney lo explota con frecuencia y afán posesivo, pero el que fuera el batería de los Fab Four sólo mete la mano, y eso le honra, si es para reclamar su parte de autoría, que es escasa pero sustanciosa.
Desde que armó su His All-Starr Band en 1989 -algo así como una banda tributo de sí mismo y de sus amigos-, Ringo ha recorrido el mundo para tocar las canciones que compuso, o las que versionaron los Beatles estando él allí, como forma de reivindicarse pero también de reírse de su supuesta condición de figurante en del cuarteto de Liverpool. En estos casi 30 años de actividad nunca había tocado en España; el martes saldó la deuda tocando en el Palau Sant Jordi de Barcelona, primera parada antes de Madrid, La Coruña y Bilbao.
En otras ocasiones, en su banda habían tocado músicos como Nils Lofgren, Dr. John, Todd Rundgren o Joe Walsh, de los Eagles. La versión 2018 no gasta tanto carisma, pero es competente y compacta, con Graham Gouldman, Colin Hay, Gregg Bissonette, Warren Ham, Steve Lukather y Gregg Rolie, todos antiguos miembros de 10cc, Toto, Men at Work o la banda de Santana. La sensación que dan es la de la traslación al rock de un partido de veteranos del Real Madrid: una ocasión gozosa en la que unos señores mayores se divierten sin pretensiones, celebrando su gloria pasada sin interferir con el presente.
Lo de señor mayor aplicado a Ringo habría que matizarlo, eso sí, porque aunque la biología le reconoce 78 años, parece un chaval delgado y ágil, con sonrisa imborrable y la muñeca aún firme en la batería, propia de quien asume con naturalidad no haber sido el centro de los Beatles, pero sí haber tenido la vida resuelta desde hace más de 50 años. El concierto tuvo aires de verbena sentimental: empezó con Matchbox, clásico rockabilly de Carl Perkins versionado por los Beatles en 1962, y fue enlazando composiciones propias de todas sus etapas -It Don't Come Easy, Don't Pass me By, I Wanna be Your Man-, intercaladas con covers de Santana (Black Magic Woman), Toto (Rosanna), o 10cc (I'm not in Love), bien porque aparecieron en los primeros discos de los Beatles o porque pertenecen a los músicos actuales de su cuadrilla.
Sin ambiciones y con mucha simpatía, Ringo alternó la efervescencia pop de los 60 con el sonido empalagoso del rock adulto de los 70, más algo de reggae y salsa, sin preocupación por parecer moderno. Por momentos parecían una banda tributo de las que giran por los pueblos; otras veces se adivinaban relentes de las glorias pasadas, y hasta arrancaron sonrisas cuando Ringo versionó Yellow Submarine con una broma a costa de Led Zeppelin Pudo haber sido un concierto menos conformista, pero fue exactamente el tipo de concierto que este Ringo crepuscular y simpático había prometido.
 

Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/musica/2018/06/27/5b32bf0d22601d8b2b8b4584.html

Han pasado 53 años desde la última vez que Ringo Starr actuó en Barcelona. En esa época tocaba la batería en un grupo de Liverpool del que quizá han oído hablar. De las 12 canciones que los Beatles despacharon la noche del 3 de julio de 1965 en la plaza de toros Monumental, hay una que permanece fija en el repertorio que Ringo pasea estos días por diversas ciudades europeas al frente de su All Starr Band, en una gira que el martes recala en el Palau Sant Jordi. Es 'I wanna be your man'.

A partir de un esbozo inacabado, John Lennon y Paul McCartney acabaron de escribir 'I wanna be your man' para los Rolling Stones después de que el mánager de estos, Andrew Loog Oldham, les comentara que el quinteto andaba buscando una composición original para un 'single'. Los Beatles también grabaron su propia versión, con Starr como vocalista principal, y la incluyeron en su segundo elepé, 'With the Beatles' (1963). Años después, Mick Jagger minimizó el valor de la canción al afirmar que se quedaron con ella "solo porque parecía bastante comercial". Lennon fue incluso más cruel y la calificó de "desecho". "Las únicas versiones que se hicieron fueron la de los Rolling Stones y la de Ringo, y eso demuestra la importancia que le dábamos", añadió en su característico registro displicente.

Resulta conmovedor ver hoy a Ringo, a sus casi 78 años, aferrarse con determinación a una canción que estrellas como Jagger y Lennon desdeñaron tan abiertamente. Pero al fin y al cabo ese ha sido siempre el sino de Starr; desde el día de agosto de 1962 en que aceptó reemplazar a Pete Best como el batería de los Beatles, Richard Henry Starkey no ha dejado de ser visto como el tipo sin talento que tuvo la fortuna de construirse una carrera artística gracias a los despojos que le arrojaban sus brillantísimos compañeros de grupo.
Un admirable buen humor
Ringo no solo ha aceptado sin lloriqueos el papel subalterno que la historia le ha adjudicado en la leyenda de los Fab Four, sino que se ha avenido a representarlo con admirable sentido del humor. Esa buena disposición fue explotada, por ejemplo, en un memorable gag del programa televisivo 'Saturday Night Live' sobre una subasta de 'memorabilia beatle' en la que un cepillo de dientes utilizado por Paul McCartney durante la grabación de 'Rubber Soul' era adquirido por 110.000 dólares mientras que nadie pujaba por Ringo Starr en persona. "¿Sabe hacer algo?", preguntaba una coleccionista. "Bueno –respondía la empleada de la casa de subastas-, creo que toca la batería y tiene una bonita colección de anillos".
'I wanna be your man' es una de las siete canciones del repertorio de los Beatles que Ringo y su banda interpretan en la gira europea que ahora llega a Barcelona. Las otras seis son 'Matchbox' (un número de Carl Perkins que los Fab Four solían tocar en sus días de Hamburgo), 'Boys' (versión de las Shirelles que fue incluida en el primer elepé del cuarteto), 'Act naturally' (pieza country de Buck Owens que los Beatles grabaron para 'Help!'), 'Yellow submarine' ("si alguien no conoce esta canción, quizá se ha equivocado de concierto", dijo Starr en la primera cita de la gira, en París), la totémica 'With a little help from my friends' y 'Don't pass me by', una de las dos únicas composiciones del batería que sus compañeros accedieron a publicar (la otra es 'Octopus' garden'; un tanto inexplicablemente, Ringo se permite el lujo de dejarla fuera de los conciertos).
Experiencia gratificante
Esa media docena de temas tal vez no sean lo más ilustre del legado 'beatle', pero escucharlas en directo en la voz de su intérprete original es una experiencia altamente gratificante para los fans del grupo de Liverpool, que obtienen además, a modo de bonus, las dos mejores canciones de la carrera de Starr en solitario ('It don't come easy' y 'Photograph').
El resto del espectáculo, integrado por hitos inapelables de la radiofórmula 'vintage' a cargo de músicos de Toto, Santana, 10cc y Men At Work, es de digestión algo más compleja, y se aconseja un protector gástrico a los espectadores que padezcan intolerancia al rock melódico para adultos. O aprovechen para ir al bar, qué diablos.


RINGO STARR AND HIS ALL STARR BAND
Palacio Euskalduna, Bilbao
1 de julio de 2018
Después casi seis décadas desde la irrupción de The Beatles parecía una bilbainada que uno de sus componentes recalara en Bizkaia. Una quimera que se hizo realidad cuando hace unos meses se anunció el concierto de Ringo Starr And His All Starr Band programado para el BEC de Barakaldo. El bajo ritmo de la venta de entradas obligó a reubicar la actuación al Palacio Euskalduna de Bilbao, cuyo auditorio puede albergar a 2.164 personas.
Aunque entre la popularidad de Ringo Starr y Paul McCartney diste un abismo, tampoco era previsible el más que discreto interés que ha suscitado la visita de todo un Beatle a Bilbao. Ayer el Palacio Euskalduna se quedó muy lejos del lleno, toda una debacle teniendo en cuenta que el primer recinto elegido para esta actuación era siete veces mayor. Quizás el hecho de que las canciones más conocidas de The Beatles ocupen un lugar testimonial en el repertorio de Ringo pueda aportar alguna pista al respecto.
El clásico batería venía acompañado por una All Starr Band de altura que incluía a Gregg Rolie (Santana, Journey, teclados y voz), Steve Lukather (Toto, guitarra y voz), Graham Gouldman (10cc, bajo y voz), Colin Hay (Men At Work, guitarra y voz), Gregg Bissonette (David Lee Roth, batería) y Warren Ham (saxo, teclados, percusión, voz…).
Ringo salió al escenario con la vitalidad de un joven, a pesar de que el próximo día siete cumplirá 78 años, sonriente y muy cercano a sus fans en todo momento. Desde el principio obsequió por doquier el clásico signo de la paz. Arrancaron con Matchbox de Carl Perkins, un tema del que los propios The Beatles hicieron una versión. El británico ejerció de frontman también en la segunda canción, It Don’t Come Easy, mientras Bissonette marcaba el ritmo y la banda en su práctica totalidad ejercía de coral para envolver la voz de Ringo, que para el tercer tema ya se había sentado en su emblemática batería.
Los miembros de All Starr Band también disponen de una gran cuota de protagonismo añadiendo al repertorio algunos de los hits de sus grupos principales. Comenzó Graham Gouldman a llevar la voz cantante con Dreadlock Holiday de 10cc perfectamente respaldado por unos compañeros que sobresalían tanto por su interpretación instrumental como vocal.
El cuarto tema fue Evil Ways, todo un clásico popularizado por Santana y que contó con el liderazgo de Gregg Rolie y el soporte en las voces de todos los instrumentistas a excepción de Bissonette. Rolie presentó a “un gran músico y un gran amigo”: Steve Lukather, quien tuvo palabras de elogio hacia Bilbao y quien arengó a los fans para que bailaran de pie al ritmo de Rosanna de Toto, que él mismo cantó con la inestimable ayuda de Warren Ham. Ringo Starr y Bissonette tenían ubicadas sus dos baterías en paralelo. Aunque la del Beatle tuviera una posición central de privilegio, la de su compañero fue la que dirigió toda la base rítmica.
Colin Hay dio un paso al frente para recordar uno de los mayores hits de su banda, los australianos Men At Work: Down Under. Ringo compartió la voz principal con la batería en Boys, el tema que originalmente popularizaron The Shirelles y después The Beatles.
Ringo dejó la batería, se puso en el teclado de Ham y arrancó el Don’t Pass Me By de The Beatles que levantó una gran ovación de la audiencia. Tras la introducción se fue al centro del escenario y ejerció de frontman. “Me gusta la participación del público”, destacó la estrella de la noche, que incluso contestaba a los gritos que le proliferaban los más animados. “Si no conocéis esta canción estáis en una sala equivocada”. Se acercó a Steve Lukather y dijo; “¿Preparados para Led Zeppelin? mientras el guitarrista tocaba las primeras notas de Stairway To Heaven. Solo fue un amago, una broma que Ringo prosiguió señalando a un fan y diciendo; “Robert Plant está en la audiencia”. Había llegado el momento de Yellow Submarine, un emblema que contó con los coros de todos los aficionados. Starr agradecía la respuesta de sus fans al grito de “paz y amor”.
El Beatle se tomó un descanso y dejó a sus compañeros al mando. “Esta es la canción por la que siempre seremos recordados”, explicó Graham Gouldman al introducir I’m Not In Love de 10cc. Rolie que estaba sobresaliendo tanto con su voz como con su interpretación al teclado abrió la veda para un nuevo recuerdo a Santana con Black Magic Woman en la que dio el testigo a Steve Lukather y que culminó con un sensacional solo de Gregg Bissonette.
Ringo volvió a escena con una nueva indumentaria después de un descanso de dos temas y preguntó si había chicas jóvenes en la audiencia. Empezó a contar a las que levantaban las manos y espetó. “Mira una con barba”, de forma socarrona. Presentó You’re Sixteen, un tema que popularizó Johnny Burnette y que Ringo grabó para un single en los años setenta. “Este es un himno que compuse para la paz y el amor”, destacó en la introducción de Anthem.
En el fondo de la escena sobresalían numerosas estrellas sobre un tono psicodélico. Colin Hay lideró un nuevo tema de Men At Work; Who Can It Be Know? en el que destacaron tanto los coros como el saxo de Warren Ham. Graham Gouldman volvió a reivindicar 10cc con The Things We Do For Love, antes de ceder el protagonismo a Gregg Rolie quien anunció en español; “Santana para ustedes con mis amigos”. Momento en el que comenzaron a tocar Oye Como Va con el respaldo de los fans y con un gran solo de guitarra de Steve Lukather.
Había llegado otro de los momentos más esperados por los seguidores de The Beatles. Ringo compartió voz y batería en I Wanna Be Your Man, que dio paso a otro de los puntos álgidos de la noche con Hold The Line, el extraordinario hit de Toto en el que Lukather asumió la voz y el solo de guitarra.
Ringo dejó la batería y se fue al centro de la escena para presentar Photograph, que enlazaron con Act Naturally, un tema que originalmente grabó Buck Owens y después The Beatles en 1965. Había llegado la despedida con otro de los grandes temas de The Beatles; With a Little Help From My Friends, que posteriormente también llevaría el sello de Joe Cocker, y que en Bilbao enlazaron con Give Peace A Chance para cerrar una actuación que pasó de una hora y cuarenta minutos.
Musicalmente impecables, algunos de los miembros de All Starr Band prácticamente tuvieron el mismo o más protagonismo que el propio artista principal. Los temas que sonaron de The Beatles fueron los que originalmente cantó el propio Ringo, lo que explica que fueran muy pocos los más reconocibles para el gran público. Al menos los que asistieron anoche al Palacio Euskalduna siempre podrán decir que vieron a un Beatle en Bilbao. Ringo se marchó literalmente corriendo del escenario y sorprendentemente no se quedó con sus compañeros a despedirse de los fans.

Ringo Starr And His All Starr Band setlist
1.   Matchbox
2.   It Don’t Come Easy
3.   Dreadlock Holiday
4.   Evil Ways
5.   Rosanna
6.   Down Under
7.   Boys
8.   Don’t Pass Me By
9.   Yellow Submarine
10. I’m Not In Love
11. Black Magic Woman
12.You’re Sixteen
13. Anthem
14. Who Can It Be Now?
15.  The Things We Do For Love
16.  Oye Como Va
17.   I Wanna Be Your Man
18. Hold The Line
19.  Photograph
20. Act Naturally
21. With A Little Help From My Friends /
22.  Give Peace A Chance