sábado, 5 de noviembre de 2011

Monasterio de La Real.














Monasterio cisterciense de la Real, iglesia conventual.






 

Imagen de la Mare de Déu de la Real (s. XVI) que preside el altar mayor de la iglesia conventual.


 

Órgano.


Retablo de San Onofre, obra de Gaspar Oms, 1601. Fue encargado por el abad Onofre Pol para la capilla dedicada al santo.












 





Monasterio Sant Bernat de la Real.

En el Camí dels Reis (camino de los reyes), entre la carretera de Valldemossa y la de Establiments, encontramos el monasterio de Sant Bernat de la Real, antiguamente Santa Maria de la Real. En el pasado fue un jardín del valí o gobernador musulmán. Según la tradición, es aquí donde, el 13 de septiembre de 1229, se instalaron las tropas catalanas de Jaime I el Conquistador para iniciar el sitio de la ciudad. El campamento no se levantó hasta que consiguieron entrar a la Madina Mayurqa, el 31 de diciembre de 1229. El cronista Bernat Desclot narra así la instalación del campamento:

“Encontraron, a una ballestada de la ciudad, un jardín que era del rey sarraceno, muy grande, cuyos lados medían, cada uno, al menos dos ballestadas, y estaba cerrado por todos los lados con fuertes muros de un estado de lanza de altura, y con un hermoso albergue y pasaba el agua por en medio. Y toda la hueste entró, y aquí esperaron y comieron la fruta que encontraron en el jardín aquella noche, y no cenaron porque no tenían nada; y dieron a los caballos paja y hierba que encontraron. Y reposaron porque habían trabajado mucho; pero aquella noche no se desguarnecieron y ningún hombre de la hueste durmió, sino que estuvieron toda la noche preparados para la batalla por si los sarracenos los quisieran atacar”.

Alrededor de 1266, se instaló aquí el monasterio cisterciense fundado en 1235 por monjes de Poblet en la antigua alquería Alpic, donde actualmente se encuentra la finca de la Granja (Esporles); desde 1239, los monjes se instalaron ya cerca de la Real, en la actual finca de Son Cabrer. En la segunda mitad del siglo XIII, Ramón Llull pasó varias temporadas en el monasterio, donde escribió alguna de sus obras, como el Llibre d’Ave Maria (Libro de Ave María).

El monasterio poseía unos dominios muy considerables, sobre los cuales el abad tenía jurisdicción civil. El abad de la Real fue también miembro del Consejo instaurado por Jaime III de Mallorca, y en las cortes ocupaba la segunda silla del estamento religioso de Mallorca, después del obispo. Hasta 1517, normalmente los abades fueron elegidos por el monasterio de Poblet, pero desde ese año fueron nombrados por los monjes de la Real. Se independizaron definitivamente de Poblet en 1560.

En el siglo XVIII, fue abad un lulista notable, Antoni Ramon Pasqual. En el año 1835, los monjes del Císter abandonaron el monasterio, con motivo de la exclaustración de Mendizábal. La antigua iglesia monacal fue convertida en vicaría del núcleo del Secar de la Real, y en 1897, se establecieron en la misma los misioneros de los Sagrados Corazones. En 1913, la vicaría fue convertida en parroquia; poco antes, en 1907, la iglesia había sido reformada por el arquitecto Guillem Reynés.

Hoy alberga la Biblioteca Balear, un importante fondo bibliográfico sobre temas de las Islas Baleares.

Memoria descriptiva.-Organización espacial.

El conjunto del Monasterio de la Real, del que debía ser la parte construida, era, según las descripciones que nos han llegado, un recinto custodiado por un alto muro rematado con almenas, del cual parece que sólo quedaría el portal de ingreso al recinto.
Este portal está formato por un gran arco de medio punto, con anchos dovelas, coronado por un remado superior que contiene como elemento central un nicho que parece que se añadió a comienzos de la segunda mitad del siglo XVII. En el nicho se encuentra una imagen de la Virgen María con el Niño en brazos.

Una vez traspasado este portal se accede a un espacio libre que hace como de espacio de acogida, a manera de gran terraza, que flanquea la entrada al monasterio.
Actualmente el conjunto edificado de monasterio e iglesia se encuentran rodeados de una zona de espacio libre que se limita por una tapia de alzada variable, siendo en algunas zonas superior a los dos metros.

El conjunto se estructura en planta con el monasterio organizado en torno a un claustro de planta casi cuadrada, y con la iglesia, con el eje longitudinal dispuesto de forma perpendicular al lateral del claustro al cual se adosa.

La estructura del conjunto no cumple, al menos en la actualidad, los esquemas tradicionales de organización espacial que seguían las construcciones monacales del Císter.

Como ya se ha dicho, todavía ahora se descubre con facilidad la relación del monasterio con el agua, una de las causas de elección de este emplazamiento. Si bien esto no es una circunstancia única, sino que todos los elementos de una cierta importancia tenían en cuenta el factor de la facilidad en el abastecimiento de agua antes de elegir una implantación, en este caso resulta evidente, y no tan solo por agua obtenida del subsuelo, sino por el agua que nace en las montañas, en cotas topográficas más altas, y es aprovechada por sistemas de conducción por gravedad. Así, todavía son visibles como una desviación de la síquia de la Vila penetra directamente en los terrenos del monasterio hasta un estanque (recientemente modificado). Esta agua se complementaba con la cisterna del patio.

Interiores:

Uno de los elementos destacables y que, aparte de lo que se explicará, ofrece al conjunto una singularidad es el claustro. Su construcción no es cronológicamente unitaria; parte de las arcadas inferiores son del siglo XV, las alas norte y este del piso superior se podan datar a finales del siglo XVII y primera mitad del XVIII y el ala de poniente es del final del XIX.

Es de planta rectangular, tendiendo al cuadrado, y cuenta con dos pisos de arcadas, de arcos carpaneles sobre columnas de sección bien octogonal, bien helicoidales en la planta baja, y sobre columnas jónicas estriadas en el primer piso, y de sección circular las construidas en la última reforma. No se discierne, en principio, ninguna ley lógica que guíe a la planta baja la alternancia entre las columnas de sección octogonal y las helicoidales y el sentido de rotación.

Sobre el ala norte y este del claustro se encuentra un segundo piso de dependencias de construcción reciente.

El claustro se encuentra estructurado por dos pasos adoquinados en forma de cruz, y los cuatro cuadrados que restan están ajardinados. En el centro del claustro hay una fuente del siglo XVII. Situadas sobre un de los ejes, junto a el ala norte, una cisterna de cuello cuadrangular de piedra y una estatua de Ramón Llull, obra de mediados del siglo XIX del escultor Orell.

De entre la vegetación a destacar en el claustro hay dos árboles de pisos, situados cada uno en uno de los parterres del costado norte, pero aun cuando ahora su altura sobrepase la del edificio, de fotografías no muy antiguas parece que la edad de estos dos elementos no sea demasiada, en cambio se observan dos cipreses en los mismos parterres que en la actualidad no están. En este sentido, no se ha dispuesto hasta el momento de documentación suficiente por tal de conocer cómo debía ser el estado o la vegetación original del claustro.

Las paredes del claustro presentan tumbas procedentes de la iglesia. Así, se puede ver la lauda sepulcral del presbítero Joan Ripoll (1626), y la del Dr. Gaspar Sastre-Mulet. A diferencia de las anteriores, la lauda sepulcral del abad Onofre Pol, decorada con mármoles de diferentes colores, es de una gran riqueza. También hay en los corredores de una de las alas del claustro una trona realizada en piedra de arenisca, la cual posiblemente ya corresponde a la época de los Misioneros que ocupan en la actualidad la Real, puesto que lleva el emblema de los Sagrados Corazones en uno de sus lados.

Las dependencias más significativas, dispuestas en torno al claustro son:

·        En la planta baja: en el ala este la biblioteca y la sala capitular; en el ala norte las actuales cocina y comedor; en el ala oeste algunas dependencias comunes; y en el ala sur se dispone la iglesia.
·        En la planta baja, algunos de los accesos de las dependencias de alrededor del claustro están configurados por arcos de factura antigua; así, el de la biblioteca está constituido por un arco apuntado de arenisca; el de la sala capitular, en cambio, es adintelado, pero está enmarcado por dos emblemas con la fecha de 1600.
·        En la planta primera en las alas este y norte están las celdas y el colegio, en el ala oeste diversas dependencias dónde se guardan objetos, una habitación que reproduce la celda del fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones el padre Joaquim Rosselló Ferrà, etc.
·        La planta segunda, existente sólo en las alas norte y este, es fruto de un reciente aumento de volumen, cuando la congregación consideró que necesitaba más superficie construida. Estas dependencias se utilizan con finalidades que se podrían denominar benèfico-asistenciales.
·        La sala capitular, convertida en dormitorio y establo tras la exclaustración, fue reformada y recuperada a los años 50 del siglo XX. Es de planta rectangular y presenta cuatro tramos de vuelta de crucería. Las clave de bóveda son de factura reciente y representan emblemas relacionados con los Misioneros de los Sagrados Corazones.
·        La biblioteca ocupa un espacio que ha estado rehecho totalmente a partir de la recuperación de la función religiosa tras las desamortizaciones.

Las dependencias más destacables con respecto a sus características arquitectónicas son, por lo tanto, las de la planta baja.

El conjunto presenta cubiertas inclinadas excepto en parte de las alas norte y oeste, las de reciente recrecimiento, que en su zona central se reservó una parte de cubierta plana.

La iglesia conventual:

El templo actual es el resultado de una intervención a la iglesia gótica del monasterio llevada a término el año 1908 por el arquitecto Guillem Reynés y promovida por el obispo Campins. Esta intervención significó una profunda reforma del antiguo templo, e incluso ha está calificada por alguien (el historiador Miquel Seguí) de poco afortunada. Aún así, para la redacción de este informe tampoco se ha dispuesto de datos sobre cual era el estado en que se había quedado el templo tras la desamortización.

Existe una hipótesis que apunta que Reynés contó con la colaboración, o cuando menos el asesoramiento, de Gaudí para esta intervención, de la cual fue maestro de obras Joan Manera.

De entre los hechos que debieron suponer una mayor alteración de la anterior construcción se puedan citar:

1. Para dar amplitud al templo, y aumentar su altura se procedió a rebajar el suelo en torno a un metro.
2. Se agujerearon los arcos diafragmáticos, con el objetivo de aligerarlos.
3. Se cambió la orientación del templo. Así, el altar mayor pasó al extremo al lado del claustro y la portada principal, que anteriormente daba al claustro, se situó en la placeta que hay justo traspasado el callejón de acceso al monasterio. Esta operación quizás se explicaría porque mientras que la iglesia era del monasterio y daba servicio a este, el acceso a la misma era por el claustro, en cambio, con la reforma, lo que se pretendía era que la iglesia fuera del pueblo, que venía de fuera.

Años después, se construyó un atrio o pórtico de acceso a la iglesia en la fachada principal, según un proyecto de Guillem Forteza. El campanario también parece de nueva construcción.

La iglesia es de planta rectangular, de una sola nave y con cuatro capillas laterales a cada lado. Tiene acceso a través de un pórtico, de menor altura que la nave y con tres grandes arcos de medio punto; el paramento de este cuerpo presenta un esgrafiado de círculos.

La cubierta de la nave central es a doble vertiente y está configurada por un artesonado de madera y placas cerámicas con motivos de inspiración mudéjar, sostenida por arcos diafragma apuntados con óculos. Las capillas laterales presentan bóveda de crucería. Se accede a las capillas laterales a través de arcos apuntados. La capilla de San Bernat presenta una decoración pictórica mural de factura reciente. La capilla de San Onofre presenta una clave de bóveda con el escudo del abad Onofre Pol, el cual conserva la policromía, y unos capiteles con representaciones antropomórficas.

En el primer tramo de la iglesia hay una tribuna, sostenida por tres arcos de medio punto, dónde se encuentra el órgano. A cada lado también hay sendas capillas, la de la derecha con cubierta de bóveda de crucería y la de la izquierda con un artesonado plano de madera. Se accede a través de arcos de medio punto ligeramente rebajados.

Finalmente, hace falta mencionar la sacristía, con techo muy alto y cubierta a doble vertiente como la de la nave central de la iglesia. Empotrado en uno de los muros vemos un interesante lavamanos en piedra y enmarcado de ladrillos con motivos florales diseñado por Reynés. El aspecto de esta sacristía es también de estilo modernista, igual que el de la iglesia, aun cuando se observa que restan elementos anteriores, como por ejemplo un gran arco ojival que se encuentra en uno de sus paramentos verticales.

Fachadas:

Fachada por dónde actualmente se accede al conjunto: La fachada que da a la placeta de la iglesia presenta tres alturas. La planta baja está constituida por un pórtico con unas arcadas de arcos carpaneles. El paramento presenta un portal con un arco de medio punto con piezas muy anchas. En el primero hay una sucesión de ventanas rectangulares y en el porche un seguido de pequeñas ventanas. La disposición de estas aperturas es simétrica y regular y todas ellas presentan un enmarcado constituido por una faja pintada de un color rosado, que destaca sobre el blanco de la fachada. Hace falta mencionar que en la parte izquierda de la fachada, entre el primer y el segundo piso, se observa un reloj de suelo esgrafiado en el paramento. En el lateral izquierdo de la fachada se adosa un bloque de planta cuadrangular de menor altura, el cual presenta una pérgola en su parte superior.

En el porche del piso inferior, en el muro de mano derecha, se encuentra el portal de acceso al claustro, adintelado.

La iglesia presenta adosado por la fachada sur (de los pies) un atrio con tres arcos de medio punto.

El campanario, situado al lado del ángulo sur oeste de la iglesia es también fruto de la última reforma importante llevada a término en el conjunto.

Fachadas norte, este y oeste: Desgraciadamente, lo que se ha de explicar de estas fachadas es que presentan una composición y una relación entre hueco y lleno que no tan solo nada tiene que ver con lo que debía ser la tipología original de las mismas, sino que desdicen del resto del conjunto, siendo una de las partes que peor actúa en el conjunto compositivo del monumento. Presentan ventanas de proporción vertical, tamaño considerable, y con una elevada proporción de vacíos respeto de la superficie del macizo.

Son muy pocos los elementos que parecen de factura antigua, entre ellos, una ventana coronada por un pequeño escudo y un portal de arco redondo, ambos situados en la parte correspondiente a la biblioteca, por lo tanto a la fachada este.


RAMON LLULL EN LA REAL

Ramon Llull se hospedó en varias ocasiones en el monasterio de Santa Maria o de Sant Bernat de la Real, que poseía una biblioteca notable. Entre 1265 y 1269 los frailes victorianos de la Real le aconsejaron la lectura de San Anselmo y de San Agustín; esto abrió en él el espíritu de contemplación, la especulación doctrinal y las ansias de apostolado y de martirio. En 1274 permaneció allí una larga temporada y escribió varios libros importantes: Art abreujada d’atrobar veritat (primera versión del ‘Arte’), Llibre d’Ave Maria y el Llibre del Gentil i dels tres savis. Ramon Llull donó su biblioteca personal al monasterio de la Real en su testamento.

DESCRIPCIÓN

El monasterio de Santa Maria de la Real se encuentra al norte de la ciudad de Palma, en un lugar donde la tradición sitúa el campamento de las huestes del rey Jaime I en las semanas previas al asalto a la Madina Mayurqa musulmana. Se trata de un antiguo monasterio cisterciense situado entre las carreteras de Establiments y de Valldemossa. Fue fundado por el abad de Poblet (Catalunya) en 1239 pero no fue hasta 1266 cuando pasó a su ubicación actual. Fue un monasterio muy importante: el abad de la Real ocupaba la segunda silla del Capítulo, después del obispo. En 1835 los cistercienses abandonaron el monasterio y en 1897 se establecieron en él los Misioneros de los Sagrados Corazones, los cuales crearon la valiosa Biblioteca Balear.

La iglesia es de estilo cisterciense (siglo XIII) con añadidos del XVII. El claustro es de los siglos XV y XVIII. También se conserva la sala capitular. Es importante hacer referencia a una estatua de Ramon Llull ubicada en el centro del claustro; en esta obra de Andreu Orell Salvà (1952) se puede apreciar la imagen de Llull sujetando el Llibre d’Ave Maria.

ARQUITECTURA
Del antiguo monasterio de la Real poco ha quedado. El conjunto formaba un recinto cerrado por un alto muro almenado, con un gran portal de entrada presidido por una hornacina donde estaba la Virgen; desde aquí, se llegaba a la iglesia por un sendero. El templo abacial se construyó en el siglo XIII (documentado en 1266), pero desgraciadamente fue muy reformado a principios de la pasada centuria. Actualmente es de una sola nave con techo de madera a doble vertiente, sostenido por arcos de diafragma apuntados. Tanto la planta como la estructura de cubrimiento se alejan ostensiblemente de las características del templo cisterciense; de hecho, en el contexto de la arquitectura de la Orden en la Corona de Aragón, la iglesia de la Real constituye una excepción. Como es sabido, los cistercienses empleaban la cubierta de armadura mixta -Techo de madera y arcos de diafragma (arco de diafragma)- únicamente en edificios de servicios (bodegas, dormitorios...), nunca en las iglesias, que eran cubiertas de vuelta de piedra, porque era considerada más digna para la casa del Señor. El alejamiento de la ortodoxia cisterciense debe entenderse tanto por relajamiento que, con los años, sufrieron las normas de Cîteaux, como por la adopción de la fórmula popular y genuina (nave única con diafragmas transversales) empleada entonces en muchos templos parroquiales de la conquista (San Pedro de Escorca, San Miguel de Campanet, Santa Ana de Alcudia...) y en las iglesias conventuales de las órdenes mendicantes. En el lugar habitual estaba el claustro, rehecho totalmente el siglo XVI. Actualmente se conserva esta construcción renacentista, que es un bello y armónico ejemplar de dos pisos, alrededor del cual se ordenaban las dependencias monacales: sala capitular, refectorio y otros servicios comunitarios. Todo el conjunto era extremadamente sencillo y sobrio.

RECONOCIMIENTO PATRIMONIAL

BIC (Bien de Interés Cultural).