Construida en 1929 para conmemorar el 700 aniversario del Desembarco de las tropas del rey Jaume I. En el interior encontramos la piedra que, según la tradición, sirvió de altar para celebrar la misa que oyeron las tropas del Rey antes de la primera batalla contra los sarracenos.
El filólogo Mossen Antoni Maria Alcover diseñó los planos de esta construcción neorománica de arenisca con gran simplicidad de formas, seguramente en recuerdo de las construcciones cristianas de Cataluña anteriores a la conquista.
Se trata de una
construcción de una sola nave, de planta rectangular, acabada en ábside
semicircular, donde se encuentra el altar y la piedra. Contiene una galería de
ventanales de medio punto que permite la entrada de luz en el oratorio. La
nave está cubierta a doble vertiente y sujeta con vigas de madera, mientras que
el ábside está cubierto por una bóveda de media naranja. La parte exterior
está cubierta de doble vertiente con teja árabe, y el alero sujeto por
ménsulas. Sobre el tímpano contiene un frontón triangular, en cuyo centro hay
un rosetón.
