El yacimiento está localizado junto a la carretera que va del Toro a Son
Ferrer, ubicado dentro de éste último núcleo de población, en uno de
los pocos solares que quedan sin urbanizar junto a la carretera.
El yacimiento se sitúa en una pequeña elevación rocosa de 25 metros de
altura sobre el nivel del mar con un gran dominio visual sobre toda la
llanura de Son Ferrer y otros yacimientos arqueológicos como el Puig de
Sa Morisca, Ses Penyes Rojes o Santa Ponça 15.
Las obras efectuadas han permitido diferenciar en el túmulo de Son Ferrer cuatro grandes fases:
- Fase del Bronce: Funcionó como Necrópolis
- Fase del Bronce Final y Talaiótica 850-500 AC: Funcionó como Santuario Religioso (De esta fase se ha recuperado numerosa cerámica).
La excavación del turriforme escalonado ha permitido averiguar cómo se construyeron este tipo de estructuras arquitectónicas tan poco conocidas. La estructura que se ha conservado hasta la actualidad fue edificada entre el 850 y el 750 AC. El conjunto se construye a partir de una estructura maciza cuadrangular. Alrededor de ella se disponen diferentes muros de tendencia ovalada, con un relleno de bloques de arenisca y tierra. El resultado es una construcción de planta ovalada irregular de apariencia escalonada.
- Fase Post Talaiótica 500-200 AC: Funcionó como Necrópolis (Se han recuperado en una cueva los restos de más de 100 personas).
A partir dell 500 AC, el turriforme se convirtió en una zona funeraria. Hasta el 200 AC se enterraron 101 individuos dentro de la cueva artificial. El ritual funerario era diferente para los 37 fetos, neonatos y perinatales, que se enterraban en contenedores cerámicos, que para el resto (49 infantiles, 4 juveniles y 11 adultos), depositados directamente en la cueva. Los análisis han detectado restos de hogueras de mata y romero, así como ofrendas de flores y pequeñas vasijas.
Fase Post Talaiótica 200-75 AC: A partir del 200 AC, el espacio de la cueva artificial resulta insuficiente. Debido a ello, la comunidad prehistórica utilizará otras áreas del turriforme escalonado para enterrar a sus miembros, vaciando y reaprovechando el espacio que hay entre los muros estructurales. Aquí se enterraron cinco neonatos: tres de ellos en urnas de arenisca y dos de ellos en ánforas púnicass reutilizadas como contenedor funerario.
En torno al 200 AC la falta de espacio obligó a la comunidad a utilizar el corredor de acceso como lugar de enterramiento. Claramente dividido en dos áreas, en la primera se enterraron exclusivamente neonatos y perinatales en contenedores funerarios de arenisca y cerámica hecha a mano. En la segunda área se depositaron todas las vasijas relacionadas con el ritual funerario, destacando pequeños contenedores cerámicos tanto indígenas como cerámica romana de vajilla.
Mientras la vertiente este del tirriorme escalonado de Son Ferrer se utilizó como área funeraria, la vertiente oeste se organizó de manera distinta. En esta zona se construyeron 4 habitaciones de las cuales únicamente dos se han conservado claramente. En ellas se realizaron actividades de almacenaje y gestión de productos relacionados con los rituales que se desarrollaron en la zona funeraria.
- Fase 1750-1800: Funcionó como “era” para batir el trigo. (Se ha recuperado de esta época numerosa cerámica, horno para cocer el pan, pipas de fumar, etc.
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